¡Pequeñas historias con tus personajes favoritos de distintos animes! (xLectora ♀)
✓500k: 5 de junio, 2020.
✓1M: 14 de abril, 2021.
Los animes y personajes no me pertenecen. Créditos a sus respectivos mangakas/creadores.
🚫 Está PROHIBIDO resubir m...
⁀➷ ¡Espero que te guste y te deseo una hermosa Navidad! ｡ﾟ( ﾟ^∀^ﾟ)ﾟ｡✨
✁・・・Song: ❛R5 - Wishlist❜
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Frente al espejo se miraba el azabache reflejado, sus manos se movían de un lugar a otro buscando alguna otra cosa de su atuendo que pudiera arreglar, cuidaba que no hubiera arrugas y que su bufanda estuviera en su lugar. Había hecho esto ya unas cuatro veces, sin embargo, no podía evitar seguir haciéndolo una quinta vez más. En realidad, ya no había nada más que arreglar, se veía tan perfecto como podía; al decir verdad, las últimas tres veces que seguía dándole vueltas a su imagen estaba sumergido en su plan para esa noche, quería que todo saliera lo mejor posible, pues esa nochebuena se le declararía a la mujer de la cual estaba enamorado. Después de tanto meditarlo llegó a la conclusión de que como hechiceros no podían dejarse cosas para después, uno nunca sabía cuando las cortinas de su obra cerrarían.
Metió una mano en el bolsillo derecho del saco largo que vestía, ahí es donde su lista de deseos en forma de sentimientos vertidos en papel era custodiada por un sobre azul oscuro.
Fushiguro volteó hacia la puerta de su habitación, creyó haber escuchado cascabeles sonar por el pasillo en dirección a la sala. Era hora de que saliera y así hizo.
En la sala de estar se encontró con Itadori, Nobara, Maki, Panda e Inumaki, unos vestían gorros de navidad y otros gorros de elfo; llegando venía su profesor Gojō vestido con un traje rojo como el de Santa Claus y un bigote blanco; y finalmente, acurrucada a un lado del fuego de la chimenea estaba (TN), la protagonista de su lista de deseos, tenía puesta una diadema de cuernos de reno color café, a los ojos del azabache se veía tan dulce como un bastón de caramelo. En cuanto lo vio entrar a la amplia habitación no esperó ni un momento más y trotó hacia él. Con cada movimiento que hacía no podía apartar sus ojos de ella. Durante el corto trayecto hacia él mostraba una sonrisa juguetona, pues llevaba algo escondido en su espalda que no supo que era hasta que lo puso sobre su cabeza, era otra diadema de cuernos de reno, con la diferencia de que estos tenían un par de cascabeles en cada cuerno.
El tiempo pasó placentero después de que la muchacha lo llevara con los demás. Los focos navideños blancos decoraban ciertas partes de la habitación, el característico árbol verde vestido con esferas y decoraciones de distintos colores no podía faltar, recordaba cuando se juntaron entre todos para montarlo hace unos días, era increíble que hubiesen podido hacer espacio en sus apretadas agendas para ello.
Afuera la nieve caía y adentro la temperatura subía. Un delicioso aroma salió de la cocina hacia donde estaban todos, el jamón que estaba en el horno estaría listo en tan solo unos minutos. Debido a ello, Nobara, Maki e Inumaki se ofrecieron para preparar lo que faltaba que vendría siendo la ensalada, puré de papa y suaves panecillos dulces. Mientras tanto a Panda e Itadori se les encargó terminar de acomodar los regalos que el profesor Gojō había traído de última hora. Por otro lado, el albino le encargó a él y (TN) ir a traer al director Yaga, quien debería seguir ocupado con pendientes en su oficina, había pedido que le llamaran ya que fuera a estar la cena lista, y aquellos dos hechiceros fueron los elegidos para dicha tarea.
El aire helado golpeó con fiereza la piel descubierta de ambos. De estar a gusto junto al fuego pasaron al gélido escenario blanco, era un gran contraste, pero no les tomó mucho acostumbrarse.
A lo lejos podían ver las luces de la ciudad, estaban más vivas que de costumbre, seguramente por las hermosas decoraciones navideñas que se encontraban por aquí y por allá, pero lejos de ahí, la noche en donde ellos se encontraban era apacible. Los faroles de todo el año esta vez estaban acompañados de lucecillas de todos colores parpadeando con júbilo. Megumi escondió sus manos en sus bolcillos, la carta seguía ahí y un escalofrío recorrió su cuerpo, eran cera de las veintitrés horas, en cualquier instante antes de medianoche debía entregársela. Y, de hecho, no había mejor momento que ese, estando los dos solos, sin que nadie los viera o molestara, sabía que tenían un encargo que no les llevaría ni cinco minutos completar, pero en esto tampoco planeaba durar tanto.
—(TN) —la llamó por su nombre y se detuvo donde estaba parada; al voltear a verlo se encontró con que le extendía un sobre, el cual no dudo en tomar al ver que tenía su nombre como destinatario.
"Todos los regalos bajo el árbol no se comparan a ti y a mí
Haces mi corazón latir más rápido de lo que crees
Los dulces sueños pueden esperar a mañana
Porque todo lo que quiero para esta navidad es un beso tuyo"
Con cada palara que leía se daba más y más cuenta de lo difícil que fue para Fushiguro escribir aquello. Era corto, pero se notaba que había hecho su mejor esfuerzo, no se extrañaría que incluso haya hecho varios borradores.
El rostro del azabache estaba cubierto hasta la nariz por su bufanda, sus ojos estaban fijos en el suelo expectante a su reacción. No fue hasta que la joven alzó la cabeza para verlo que él también encontró su mirada con la femenina. Brillaban con una luz que no podía explicar ya que nunca antes la había visto ver a nadie de esa manera, y por ello se sentía afortunado. Sus labios rosados por el labial se curvaron en una sonrisa. Casi como guiada por la magia del día invernal rodeó su cuello con sus brazos; hacía frío, pero ella le proporcionaba el calor que necesitaba en ese momento. Sus labios se unieron en un tímido beso, adornado por la nieve que no cesaban de caer a su alrededor y encima suyo.
Fue corto en el tiempo que duró, pero en sus mundos fue más que suficiente para esa primera vez. Fushigiro, aún cerca de ella, pasó de mirar sus pestañas bañadas en diminutos copos de nieve a ver hacía la ventana de los dormitorios. Ahí se encontró con la sorpresa —aunque no tan inesperada— de que no solo sus compañeros y maestro los espiaban detrás del cristal, sino también el director Yaga. Fue entonces que comprendió que nunca estuvo en su oficina, y solo era un plan más de Gojō para dejarlos a solas.
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¡Primer shot navideño hecho! ¡Recuerden que los regalos los estaré entregando desde el día de hoy hasta el día 29! 💖
