¡Pequeñas historias con tus personajes favoritos de distintos animes! (xLectora ♀)
✓500k: 5 de junio, 2020.
✓1M: 14 de abril, 2021.
Los animes y personajes no me pertenecen. Créditos a sus respectivos mangakas/creadores.
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El cabello de la chica cubría los costados de su cabeza mientras que su almohada con funda azul ocultaba su rostro y sus oídos eran resguardados por sus audífonos que a su vez le proporcionaban las melodías justas para su estado de ánimo. Estaba teniendo otro de esos ataques de dulzura en las que pensaba en el chico que más amaba desde que entró a preparatoria. Pese a que estaba sola en su habitación, sentía toda la vergüenza del mundo al escuchar canciones románicas pensando en el presidente del consejo estudiantil, no podía evitar emocionarse por nada e imaginar como si de su boca salieran la letra de las canciones para dedicárselas a ella. Él era su sueño frustrado, pues según lo que había observado probablemente gustaba de otra. Y era algo de esperarse, el mayor de los Minamoto era apuesto, alto, con facciones finas y expresiones únicas, cada que pasaba por algún lugar pareciera que dejara una estela de brillo por donde andaba, su personalidad iluminaba el lugar en el que se encontrara, no había más explicación que pensar que era una estrella.
Aún con toda la adoración que sentía por él, inevitablemente se ponía triste luego de imaginar escenarios que sabía que jamás pasarían. Muchas chicas se le declararon a lo largo de los semestres en la escuela, y aunque rechazaba a todas de la manera más gentil posible, no podía dejar de pensar en que había alguien quien le gustara, especialmente desde aquel día en él que confirmó sus observaciones al escucharlo decírselo con algo de timidez a uno de sus amigos que le cuestionó sobre el tema. Deseaba su felicidad, pero no negaría que también quería que se desenamorara de la susodicha; un poco egoísta de su parte, pero el amor en sí suele ser una guerra antes de concretarse en algo. Su corazón se sumía en pena y tristeza cada que lo pensaba de esta manera.
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—(Tn) —le llamó el rubio sacándola de su trance—. Es hora de irnos.
La muchacha miró al presidente para después ver al vicepresidente; ambos habían guardado ya sus cosas, se había centrado tanto en su rol como secretaria -aparte de que se perdía en sus pensamientos- que no se había dado cuenta de la hora. El fin del semestre estaba cada vez más cerca y esto les había aumentado un poco la carga ya que tenían que organizar varias cosas, entre ellas el viaje para antes de vacaciones de verano con el cual festejaban haber culminado un grado más.
La chica apresurada guardó las cosas que utilizó con ayuda de Teru quien se había ofrecido auxiliarla. Ella no quería hacerlos esperar, pues seguido se esperaban entre los tres para cerrar la sala, y el rubio no quería que cargara con todo el guardado sola. Aunque a veces pareciera que Teru y Akane no se llevaban del todo bien, la muchacha sentía que de alguna u otra forma al pasar tanto tiempo juntos se habían hecho un poco más cercanos. Bueno, al menos entre ella y los dos chicos. En especial con el presidente, además del consejo estudiantil también eran compañeros de clase, así que pasar entre ocho o nueve horas viéndose durante cinco o seis días a la semana por alrededor de dos años -sin contar las veces que tenían que juntarse en el hogar del otro para arreglar asuntos demandantes del consejo- simplemente les ayudó a acercarse más al otro, conocerse y aprender a convivir. No era de extrañar que alguno de ellos cayera a los pies del otro.
—Aguarda un momento, (Tn) —habló el exorcista para llamar la atención de la joven antes de salir del área de la escuela y después de que Akane se retirara—. ¿Podemos hablar un minuto?
El mayor de los hermanos Minamoto la guio hasta un lugar calmado del patio de la escuela en donde solo podían ver a la distancia como los demás alumnos salían de las instalaciones de la Academia Kamome, algunos riendo, otros con prisa, algunos más solo iban silenciosos hacia la salida. Nadie prestaba atención a donde estaban parados los dos jóvenes estudiantes, pero los dos estaban conscientes de que no tardarían en localizar a Teru y querer acercársele, por lo que estaban cortos de tiempo.
—Esto es un poco extraño, ¿no? —comentó el rubio con una sonrisa tan cálida y reconfortante como un chocolate caliente en invierno—. En realidad, es la primera vez que hago algo como esto —declaró con una leve pena—, pero en la mañana me prometí que para antes de que acabara el día estarías entre mis brazos. Pido perdón si es algo ambicioso de mi parte —soltó una leve risilla—. Yo... —hizo una breve pausa— te quiero más que a nadie más. Ni siquiera puedo recordar desde cuándo empecé a desear a diario que fueras mi chica. Pienso en tu sonrisa al menos una vez al día.
La muchacha objeto de su confesión era ahora un manojo de nervios. Su corazón latía con violencia contra su pecho y su cabeza pareciera que quisiera explotar de lo caliente que se sentía por su mismo nerviosismo, así mismo, sus brazos apoyados con delicadeza sobre su pecho temblaban levemente. Se sentía pequeña en ese momento frente a él. Veía sus hermosos ojos zafiro y creía que en cualquier instante se desmayaría. Ver a todas aquellas chicas que se le quedaban viendo cada vez que iba por los pasillos le hacía sentir imposible un momento como el que estaba viviendo.
—Siento que... sería algo imprudente mostrarte todo mi corazón ahora. Solo quiero que sepas que puedo hacer lo que sea por ti. Y es por eso que quisiera saber, ¿qué es lo que tengo que hacer para poder ser tu novio?
Terminó su declaración con una de esas hermosas sonrisas suyas. Pese a que sabía que había muchas chicas que estaban enamoradas de él, nunca dio por sentado que (Tn) también lo estaría, no le gustaba pensar que solo por su popularidad se merecía todo o que tendría a todas las chicas de rodillas ante él si así lo quería, no era ese tipo de chico y lo había dejado en claro en su confesión. Si amaba a alguien no la cambiaría por nadie más, para él, ella era la más hermosa de todas sin importar lo que dijeran los demás, y estaba dispuesto a luchar por su amor.
La sonrisa boba de la chica se veía acompañada por unos ojos cristalinos. Era una mezcla rara de emociones, estaba incrédula, sorprendida, impactada, emocionada, nerviosa y, sobre todo, perdidamente enamorada.
Lo abrazó; con un poco de miedo de que ese momento desapareciera como una nube. Teru correspondió su gesto con extremo gusto. En el momento que salieran de la escuela y caminaran por la calle todo estudiante de la Academia Kamome estarían celosos sin poder apartar los ojos de su dirección. Los rumores de su relación seguramente se propagarían rápidamente siendo el tema de conversación de todos el día de mañana, y Teru no podría estar más contento de que fuera con ella.
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Aiiuudaaa, esa canción de Monsta X me hace sentir súper soft.
Y más con ellos todos lindos en el clip especial, me derrito. 🥺✨
