Capitulo 30

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UN JUEGO DEL DESTINO
DEL ODIO AL AMOR 💘

CAPITULO  30

Sesshomaru:
Adelante.

Kaede:
Disculpen, señora tiene una llamada.

Rin:
Quien es Kaede.

Kaede:
No lo sé, es una joven, no dijo su nombre.

Sesshomaru:
Gracias nana, Rin tomara la llamada aquí.

Kaede salió cerrando la puerta, Rin tomo el teléfono.

Rin:
Diga.

❓:
Señora Taisho.

Rin:
Si, en que le puedo ayudar.

❓:
Tu, en nada.

Rin:
Con quien hablo.

❓:
Soy quien le da placer a tú esposo.

En ese momento, Rin sintió una fuerte punzada en el pecho, cuando creyó que todo se solucionaría, pasa esto, las lágrimas amenazaban con salir, tomo fuerzas de dónde no tenía, para continuar con la llamada, el platinado la escuchaba hablar, pensaba que algo no estaba bien, puesto que la castaña respiraba más rápidamente, y en un momento palidecio, pero no quiso molestarla, ya le preguntaría cuando terminara de hablar.

Rin:
Y dime querida, cuál es el motivo de esta llamada, decirme lo que haces con mi esposo.

Cuando el platinado la escucho, entendió el porque de las expresiones de la castaña, ya se hacia una idea de quién podía ser, estaba sumamente molesto, decir eso era poco, estaba que se lo llevaba el diablo.

❓:
Él es quien cada noche, está en mi cama, solo no quería que estuvieras engañada.

Rin:
(Riendo)
Que amable, pero date tú lugar querida, yo soy su esposa y eso no lo podrás cambiar, si no te importa, tengo asuntos que atender.

Sin más que decir, la castaña corto la llamada, tenía los ojos llenos de tristeza, y su mirada se poso en el platinado.

Rin:
Cómo habrás escuchado, era tú amante.

Sesshomaru:
Rin...hablemos, déjame explicarte. 

La castaña puso su mano, en la mejilla del platinado.

Rin:
Pasamos una buena noche, no crees?
No deseo arruinarla ahora, sí me disculpas, me voy a mi habitación.

Sesshomaru:
Espera, no te vayas.

Rin:
Ahora no Sesshomaru, ahora no.

La castaña salió del despacho hacia su habitación, cerró la puerta, fue hacia la ventana, necesitaba sentir el aire en su rostro, las lágrimas caían por sus mejillas.

💭 Porque Sesshomaru, pensé que arreglaríamos nuestras diferencias, que debo hacer, se que tal vez yo... lo aorille a esto, pero no puedo pasar por alto su infidelidad, porque ahora, porque, Sessho...maru.

💭No puedo creer que Sara se haya atrevido a llamar a Rin, maldita sea, cuando pensé que al fin todo estaría bien, me servi un trago y lo bebí de un solo sorbo, mañana ajustaría cuentas con ella, si cree que puede jugar conmigo, está muy equivocada.

Al otro día, el platinado se levantó muy temprano y se marchó a la oficina, en cuanto llego, vio en su puesto de trabajo a Sara, sentía que la furia salía por sus poros, quería matarla con sus propias manos.

Sara:
Buenos días, señor Taisho.

Sesshomaru:
(Mirada fría)
Pasa a mi oficina.

La pelinegra caminaba detrás del platinado, de manera sensual, se sentía satisfecha por su acción de la noche anterior, quería que la esposa del platinado, supiera que tenía una amante y por supuesto que era ella, deseaba aquel hombre con locura, y como él la visitaba muy regularmente, y tenían encuentros muy apasionados, la pelinegra pensaba, que era solo cuestión de tiempo, para que el platinado pidiera el divorcio.

Ya en la oficina, el platinado tomo asiento, en su gran sillón de cuero, si fuera por él, ya habría matado a aquella mujer, pero trataba de controlar toda la furia, que amenazaba con salir en cualquier momento.

Sesshomaru:
Con que derecho, llamas a mi casa y hablas con mi esposa.

Sara:
Sesshomaru... Yo...

La pelinegra sintió un escalofrío por todo su cuerpo, al escuchar la voz amenazante, y fría del platinado.

Sesshomaru:
(Dando un grito)
Habla, maldita sea.

Sara:
Yo... Yo solo quería que supiera que estás conmigo, talvez y te da el divorcio, así podremos estar juntos.

Sesshomaru:
No me hagas reír, y quién te dijo que yo quiero estar contigo.

Sara:
Vas todos los días a mi apartamento, pasamos ratos increíbles, yo pensé que...

Sesshomaru:
Pensaste que❓
Que quería algo contigo, no lo pienses, tú jamás podrías ser la señora Taisho.

Sara:
Esa mujer no es suficiente para ti, déjame estar contigo.

Sesshomaru:
Así me divorciara de ella, cosa que por supuesto no hare, tú jamás serás una opción para mí.
Tomé lo que me ofrecias, solo te trate como lo que eres, una cualquiera.

Sara:
(Gritando)
Yo no soy una cualquiera.

Sesshomaru:
A no, pues algunos empleados comentan lo contrario.

Sara:
Eso es mentira.

Sesshomaru:
Eso no me interesa, no te atrevas a llamar de nuevo a mi esposa, o la pagarás muy caro.

El platinado tenía por el cuello a la pelinegra, quien trataba de safarse del agarre.

Sesshomaru:
Quiero en mi escritorio, en cinco minutos, tu carta de renuncia.

Dicho esto la soltó, la pelinegra trataba de tomar aire.

Sara:
(Tosiendo)
No puedes despedirme.

Sesshomaru:
Claro que puedo, lárgate, ya no deseo seguir viendo tú cara.

Sin más que decir, Sara salió de la oficina, y empezó a redactar su carta de renuncia...



Continuará...




ರ╭╮ರ

UN JUEGO DEL DESTINO DEL ODIO AL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora