UN JUEGO DEL DESTINO DEL ODIO AL AMOR

Capitulo 37

UN JUEGO DEL DESTINO
DEL ODIO AL AMOR 💘

CAPITULO  37

❤️

Se asomo por la ventana, la luz de la luna, se reflejaba en su bello rostro, de facciones aniñadas, había llorado mucho, tanto que los ojos le ardían, sin poder hacer nada decidió que lo mejor era, acostarse e intentar dormir, se cambió quitándose el sostén y poniéndose una fina bata de seda blanca, la noche era algo calurosa, así que eso sería suficiente para estar fresca durante la madrugada, Rin se acostó con gran pesar en el alma, y aunque lo intentará, jamás iba a resignarse.

Casi dos horas después, de estar embriagandose en su despacho, Sesshomaru se sentía algo mareado por los efectos del alcohol, pero no tanto como para no recordar, que en una de las recámaras había estado la mujer que amaba, aquella bella mujer que lo había hecho sufrir con su desprecio, quería ir allí a ese lugar, al que no había entrado en tantos días, quería recordarla, al menos sentir su olor.
Decidió subir hasta aquella habitación, y con sumo cuidado abrió la puerta, pero al contrario de lo que pensaba, allí la encontró a ella, talvez había bebido demás, y estaba imaginandola.
Las cortinas casi transparentes, dejaban pasar la bella luz azulada de la luna, posandose sobre aquella hermosa alucinación, escucho su respiración tranquila, su pecho subiendo y bajando tras cada respiración, la vio tan bella, con ese rostro de inocencia, que lo había cautivado desde la primera vez que la vió, la tentación fue más fuerte que él, y si estaba alucinando quería quedarse para siempre ahí, y sin poder evitarlo se acercó hasta la cama, pudo aspirar el delicioso perfume de Rin, su mano parecía tener vida propia, sin poder controlar el impulso de tocarla, lo hizo, acarició ese bello rostro de piel suave, no estaba imaginandola, en verdad estaba allí, se sintió bien, una corriente eléctrica viajo desde la yema de sus dedos, hasta recorrer todo su cuerpo, con mucho cuidado se acercó más a ella, recostandose a su lado.

💭Si tan solo pudiera hacer esto todas las noches, sería el hombre más feliz sobre la faz de la tierra.

Sin dejar de acariciar su rostro y labios, comenzó a perder el control de si mismo, y en un parpadeó, sus labios ya estaban sobre los de su dormida esposa, Rin sintió un cosquilleo extraño en la boca, y algo que irradiaba calor a su costado, le pareció raro y abrió los ojos de golpe, encontrándose cara a cara con el platinado, que al verse descubierto, se separó un poco, pero sin levantarse de la cama.

Rin:
Que haces aquí.
(Cuestionó algo asustada)
Vete.
(Le ordenó)

Sesshomaru:
Por favor.
(Salió de los labios del peliplata, en un susurro)
Ya no me rechaces más.

Los ojos dorados del platinado, mostraban algo que ella jamás había visto, era una mirada suplicante.

Sesshomaru:
Te necesito Rin, por favor, no te haré daño, si tú...
(Junto la frente, con la de su esposa)
Si tú me dejaras, yo pondría el mundo a tus pies, te amaría como nadie te ha amado, te lo suplico, no me rechaces.

La mujer sintió que el corazón se le oprimía, jamás se imagino ver así al platinado, suplicando y con esa mirada llena de dolor y desesperación, él volvió a besarla, pero está vez ella no lo rechazó, el beso fue tan cálido, tan lleno de algo que se transmitió a su pecho, pronto se descubrió con sus manos, acariciando la ancha espalda de su esposo, y se dio cuenta que los besos de Bankotsu, nunca habían generado en ella las mismas sensaciones, que estaba experimentando en ese momento, el beso ganó intensidad, separándose solo para tomar aire, y sin saber cómo ni cuando, la mano de Sesshomaru acariciaba con delicadeza uno de sus senos, que había logrado ser liberado de la bata, Rin se asustó, e intento retirar las manos del platinado de su pecho, pero este separó sus labios de los de ella, diciendo algo, que se instaló en su alma, y que ya no le permitió oponer resistencia...

Continuará...

( ˘ ³˘)♥