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Eres alguien especial, no debes de olvidarlo. Algún día, no sabrás cuándo, dónde o el porqué, pero ese día harás algo grande para cambiar el rumbo de este mundo.

En la tierra media existen distintas criaturas, distintos paisajes que la conforman. Lugares que te dejan maravillado y perplejo por lo hermoso o aterrador que pueden llegar a ser.
Y en alguna parte de esa tierra, exactamente por el Sur, se encontraba una aldea de hombres que muchos llamaban "Crop", que en español significa "Cosecha", y como se han de imaginar era una aldea dónde prevalecía el ganado y los cultivos.

En esa aldea tan remota, vivían dos jóvenes trabajadores y humildes. Él era un hombre bastante trabajador en los cultivos que su familia le heredó, y ella era una humilde campesina que se dedicaba a recolectar los frutos de sus pequeñas cosechas.

¿Era el destino el que los juntaría?

La respuesta es si, un día y sin previo aviso estas dos almas se juntaron y, como resultado de su amor, tuvieron a una hermosa niña a la cual llamaron "Ainara".
Los años transcurrieron y como sucedió con sus padres, lo mismo sucedería con ella. Cuando tuvo la edad suficiente quedó perdidamente enamorada...pero este no era un humano, él hombre del cual se enamoró era un guerrero elfo de tierras cercanas al Este.
Su nombre era "Círdan". El amor no fue correspondido al instante, de hecho, para él Ainara solo era una simple humana débil y sin chiste alguno, pero con el tiempo se dió cuenta de su error y termino quedándose con ella...y con su hija a la cual llamaron "Ielia" que, a pesar de tener el cuerpo de una humana, sus facciones se asemejaban más a las de un elfo.

Los años transcurrieron para Ielia y era claro que envejecía como cualquier humano lo haría, pero aún así su belleza elfica prevalecía en ella. Muchos intentaron cortejarla pero ninguno era digno para ella según Círdan.

Y nuevamente el amor tocaría a la puerta de aquellas tierras y en esa familia. En una tarde en la que Ielia volvía de su caminata diaria, se toparía a varios forasteros de tierras distantes que querían atacarla. Era claro que estaba en desventaja pero no sé dejaría vencer tan fácilmente, sin embargo, sus intentos fueron inútiles y aquellos tipos estaban apunto de lograr su objetivo...o eso pensaron.

De la nada, un enano apareció atacando a estos con una vieja espada de piedra y, aunque no era la mejor arma que un guerrero puede tener, logró su meta de salvarla pero aún así también quedó malherido.

Ielia como recompensa le llevo a su hogar y trato sus heridas. Él se llamaba "Arroll", y poco a poco se fueron conociendo hasta al punto de...lo que ya se han de imaginar.

Ielia le contó todo sobre su vida y lo que ella era, una mestiza de elfo y humano. Arroll, a pesar de que odiaba a los elfos con toda el alma, era más grande ese sentimiento cálido y hermoso que él conocía como amor que no pudo odiarla. Ielia era tan diferente, supongo que Arroll imaginaba que se debía también al hecho de que ella era mitad humana y entendía perfectamente bien que el comportamiento de estos seres de gran belleza no es el mejor de todos.

Ielia sabía que su padre jamás iba aceptar esa relación, así que sin avisar se fue de su hogar.

Formó uno nuevo junto a Arroll, y con el pasar de los años esa familia ya no era conformada solo por dos, ahora se integraba una más, una pequeña niña a la cual llamaron "Fideth", una pequeña que tenía los rasgos y belleza de un elfo, el cuerpo de un humano...pero no había rastro alguno del gen de un enano.
Aún así no le importo en lo más mínimo a Arroll, para él y su esposa Fideth era la criatura más hermosa y única que podía existir en toda la tierra media.

Poco tiempo después, Cídran y Ainara se enteraron de la noticia de que tenían una nieta, y con emoción y alegría fueron en busca de su hija para conocer a la bebé.
Pero se llevaron una gran sorpresa al ver que su hija estaba comprometida con un enano.

Cídran fue él que enloqueció furioso por la decisión que había tomado su hija y considero como una bastarda a su nieta. Arroll no iba a permitir que llamacen de esa forma a su hija, así que sin pensarlo dos veces comenzó a atacar al elfo sin piedad. Cídran, con su orgullo tampoco se negó a pelear y era claro que podía tener más ventaja, esto debido a que las habilidades de un elfo son mejores que las de un enano cuando a combate se refiere. Pero aún así también tendría desventaja, pues los años ya le comenzaban a pesar aún cuando tratase de negarlo.

Era una pelea que iba en serio y, a pesar de los intentos de las mujeres por detenerlos, era claro que ninguno de ellos cedería y se rendiría...y así fué. Ninguno se rindió, la batalla termino en un empate pues ambos cayeron con la espada de su oponente clavadas en sus abdomenes matandolos al instante.
Este acto les hizo ver a ambas mujeres hasta donde es capaz de llegar alguien con tal desaparecer de su ser ese odió y ese rencor. No iban a permitir que la pequeña heredara esos sentimientos, así que la criaron como a una humana mientras que solo le contaban historias sobre las criaturas que habitan la basta y extensa tierra media.

Pero las cosas no siempre van a salir bien, al menos no para ella.

Algunos años después las mujeres fueron atacadas por varios elfos que provenían del Este. Estos alegaban que venían en búsqueda de Cídran, quien era considerado un traidor por haber abandonado el reino y su puesto como guerrero, fue en ese preciso momento que los elfos se dieron cuenta de que Cídran había consumado el acto de procrear con una humana trayendo consigo a una mestiza de sangre impura.
Y sin piedad y remordimiento alguno asesinaron a Ainara y a Ielia enfrente de Fideth, está última se había escondido cuando escuchó el aproximar de estos guerreros.

Cuando los elfos finalmente se retiraron Fideth salió de su escondite y lloro sobre los cuerpos de su única familia que ya habían en el suelo. A partir de ese momento ella se dió cuenta de lo que era realmente, una humana que llevaba en sus venas la sangre de un elfo, pero también presenció lo cruel y vil que pueden llegar a ser aquellos seres.

Desde ese día Fideth no volvió a hacer la misma, comenzó a odiar todo lo que estuviese relacionado con los elfos...pero no pudo odiar a su abuelo, creía que su abuelo habría sido diferente al resto.

Pobre...si supiera como fue que su padre y su abuelo murieron...probablemente tendría una perspectiva diferente.

- Wow, si que es una historia bastante impresionante - decía una jóven que estaba perpleja y sentada enfrente de una mesa de madera - Pero....solo te pedí que me dijeras el significado de tu nombre

- Oh si, lo siento, significa "Lluvia eterna" - dijo una Fideth más adulta mientras limpiaba la mesa en dónde se encontraba la joven - Bueno, en vista de que la historia no te intereso en lo más mínimo, yo me retiro - dijo sarcástica y finalmente se retiró a atender a otros clientes

- A mi me pareció una historia muy interesante  - dijo la voz de un hombre que hizo que Fideth girará para mirar directamente al dueño de la voz - Si me lo permites, quisiera escuchar más sobre esa historia

- Yo solo cuento mis historias a quienes de verdad le interesen señor - dijo girando para continuar limpiando

- Y en verdad me interesa...quiero saber cuál es el desenlace que tendrá tu historia, Fideth - dijo el hombre y Fideth se detuvo y volvió a girar a ver al señor que aún se encontraba con la mirada baja

- No es por ser grosera ni nada señor, pero antes que nada, quiero que me responda una cosa - dijo mirando con intriga al hombre - ¿Quien es usted?

El hombre con sombrero y arapos algo viejos y sucios solo se limitó a hacer una seña para que Fideth tomara asiento a lo cual ella obedeció aún confundida.

- En otras partes de la tierra media me conocen por distintos nombres, cabe aclarar que no soy muy conocido entre los hombres, pero seguramente habrás escuchado historias sobre mí - dijo y levanto un poco la cabeza para mostrar su rostro que, hasta ahora, había sido cubierto con el sombrero que este llevaba puesto - Me llamo Gandalf, Gandalf el gris, y estoy buscando a una persona que quiera tener una aventura

Puente Entre los MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora