XLI

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"Podemos huir y temer a nuestro destino...pero tarde o temprano lo hemos de enfrentar"

Thorin y compañía para ese punto, habían logrado deshacerse de todos los orcos y llegar a Rivenhill. Pero se extrañaron, no hubo señal o sonido alguno de Azog o de sus tropas, habían desaparecido o huido, no estaban seguros.

- ¿Dónde esta? - se preguntaba Thorin

- Se ve vacío - dijo Kili - ¿Crees que Azog huyo?

- No lo creo -

Thorin miro una última vez la estructura y se dirigió hacia sus sobrinos.

- Fili, lleva a tu hermano, exploren las torres. Con mucho cuidado, que no los vean. Si ven algo malo, avísenme no ataquen ¿Queda claro? -

- Tenemos compañía - aviso Dwalin - Trasgos mercenarios, no mas de un centenar

- Aquí los detendremos ¡Corran! - pidió Thorin a sus sobrinos y estos obedecieron entrando sigilosos

....

Thraundil iba vagando entre los callejones de Dale con la mirada perdida, miraba los cuerpos de  su gente sobre el piso al igual que los hombres y mujeres de Dale. Sus ojos y rostro expresaban desilusión y dolor, tal vez tristeza incluso.

- Reúne a tu compañía - le pidió a uno de los elfos que había ido a buscarlo

Este obedeció e hizo sonar una corneta élfica.

- Mi señor - hablo Gandalf - Envié a este grupo a Rivenhill, están a punto de sorprender a los enanos. Thorin debe enterarse

- Pues valla a advertirle . Ya he derramado suficiente sangre élfica defendiendo esta tierra maldita. No mas - dijo mientras se alejaba del mago aun cuando este lo llamo con un tono de suplica, pero no iba a regresar, no iba a obedecer las ordenes de un simple mago para ayudar a seres que no eran mas que una molestia para el.

Pero fue entonces que diviso a una mestiza justo en medio de su camino.

- Tu de nuevo. Creí que tendrías algo mas de dignidad - dijo con una sonrisa cínica

- Y yo creía que tendrías mas valor. Pero mírate ahora, huyendo como cobarde junto con tu gente, mientras que los enanos son masacrados -

- Si. Los van a asesinar. Este día, mañana, en un año o incluso tal vez en cien - decía mientras se acercaba a ella - Eso que importa, son mortales

Tal vez Thraundil seguía ignorando de lo que era capaz Fideth, pero ella tampoco era tonta y sabiendo que estaba en desventaja tan solo sonrió de la misma manera que el.

- Crees que tu vida vale mas que la suya ¿No es así? - dijo y le dio la espalda a Thraundil para marcharse, pero entonces se detuvo - Solo una cosa mas. Me preguntaba si te parecían familiares estas joyas - y de su abrigo saco una pequeña bolsa color marrón donde dentro venían ciertas piedras blancas que aquel elfo anhelaba mas que nada - "Hay gemas en esa montaña que yo deseo con ese ardor. Gemas blancas de luz de estrella." Esas fueron tus palabras si mal no recuerdo - sonrió orgullosa por notar la mirada de molestia por parte de Thraundil - Lleva a este grupo junto conmigo a Rivenhill, y tendrás lo que quieres

Puente Entre los MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora