XXI

110 6 0
                                    

"Sedas, gemas, oro en cantidades inconmensurables. Todos buscan eso en un punto"

Las corredores de lo calabozos fueron alumbrados por la antorchas. El único sonido que se lograba percatar era el de las aguas que caían por las cascadas. Fideth recientemente despertaba después del castigo que se le había impuesto por orden del rey.

Se incorporó sentándose y frotando ligeramente sus ojos para despavilarse. Por fin se percató de que continuaba encerrada en aquellas celdas junto a su compañeros de viaje. Soltó un suspiro de frustración y pena.

-  Apuesto qué el sol está saliendo - dijo Bofur deprimido - Amanecerá en un rato

- Nunca vamos a llegar a la montaña ¿O si? - decía con tristeza Ori

Los enanos se daban por vencidos poco a poco. Ninguno volvía a tratar de tirar abajo las rejas que los separaban del exterior o algo por estilo. Solo estaban ahí sentados, cabizbajos, tristes y desesperanzados.

Su suerte iba a cambiar.

- No se quedaran aquí encerrados - hablo Bilbo que apareció repentinamente

Los enanos y Fideth se sorprendieron al ver a su querido saqueador y amigo hobbit. Se alegraron al instante, incluso Fideth estuvo al borde del llanto cuando lo vió pero se contuvo.

- Shh. Hay guardias vigilando - exigió entre susurros Bilbo

Cuando el mediano llegó a la celda de la joven mestiza sus miradas mostraban clara felicidad y ambos sentían el mismo impulso de querer abrazarse pero no había tiempo para eso.
Bilbo fue liberando uno a uno al resto de los enanos. Nadie sabía cómo ese simpático hobbit había logrado escapar de los elfos, pero si que era un milagro que no iban a cuestionar.
Al estar todos fuera de sus celdas intentaron ir por las escaleras a la parte de arriba. Bilbo se los impidió y ordenó que lo siguieran escaleras abajo. Ningún enano reprochó y solo obedecieron a su petición.
De un momento a otro ya estaban en lo que era el sótano del reino. Había estantes con vino y en una mesa cercana estaban dos elfos pero estos se encontraban ebrios y adormilados, sin la más mínima idea de que ocurría a su alrededor.

- Increíble esto es el sótano - dijo frustrado y en susurros Kili

- Tu ibas a sacarnos no encerrarnos - replicó Bofur a Bilbo

- Yo se lo que hago - dijo Bilbo y Bofur solo lo cayó

El resto de los enanos estaban igual pero no podían reprochar ya nada. Dar marcha atrás ya no era una opción, los elfos tal vez ya habrían notado de su escape y ahora solo les quedaba esperar a la idea del mediano. Bilbo les abrió paso a un camino que daban a unos barriles colocados unos sobre otros.

- Rápido ocultense en los barriles todos - pidió Bilbo

- ¿Estás loco? - dijo Dwalin molesto - Van a encontrarnos

- No no, no lo harán te lo prometo. Pronto, pronto. Deben confíar en mi - exigía Bilbo desesperado

La compañía comenzó a dudar y hablaban entre ellos. Bilbo al notar que, a excepción de Fideth, nadie confiaba y sin otra alternativa miro a Thorin esperando el apoyo del enano. Thorin le miró, con duda, pero al final cedió y acepto la idea del mediano.

- Hagan lo que dice - ordenó Thorin

Los enanos no tuvieron de otra. Uno a uno fueron entrando en los barriles hasta estar completamente dentro.

- ¿Que hacemos ahora? - pregunto Bofur haciendo que toda la compañía se asomará y mirarán al unísono al hobbit

- Tomen aire - dijo Bilbo desconcertando a los enanos

Puente Entre los MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora