Puente Entre los Mundos

VII

"Las cosas siempre se han de complicar pequeña...pero nunca dejes de verle el lado bueno a todo lo malo, y si hay obstáculos en tu camino solo es cuestión de enfrentarlos y vencerlos"

Los enanos seguían pasando la comida de la despensa de Bilbo de un lado a otro, acomodaban la vajilla y los platos en la mesa y acomodando los muebles para hacer espacio.
Bilbo seguía tratando de impedir que siguieran haciéndolo gritándoles, bueno tal vez no eran gritos como tal, pero aún así alzaba la voz aunque le era inútil ya que estos enanos lo ignoraban.
Y en cuanto a Fideth, ella prefería mantenerse alejada de todos ellos.

Se encontraba en la sala molesta y ahora entendía el motivo por él cual estaban esos enanos en la casa de Bilbo, cuando por fin las cosas empiezan a salir bien en su vida...aparece un obstáculo que parece cada vez más difícil de vencer.
Gandalf después de haber contado a cada uno de los enanos se acercó a ella y Bilbo hizo lo mismo.

- ¿Me quieres explicar que están haciendo aquí en mi casa todos esos enanos? - decía Bilbo enfadado

- Tranquilo mi querido Bilbo, todo ésto se resolverá más tarde - decía Gandalf tranquilo

- ¿Por qué tardaste tanto? - pregunto Fideth poniéndose de pie

Bilbo se desconcertó, la miró y ella hizo lo mismo aunque en la mirada de ella se reflejaba que estaba apenada y entristecida.

- ¿Sabías que él iba a regresar? - cuestionó Bilbo a Fideth confuso

- Tenía que hacerte creer que no era un peligro - dijo sin mirarlo directamente - Además de que no sabía que iba a regresar con una horda de enanos

- Me mentiste - dijo Bilbo decepcionado

- Tenía que hacerlo - dijo Fideth mirándolo finalmente seria

Bilbo se fue con molestia y decepción reflejada en su mirada, Gandalf finalmente comprendía lo que había ocurrido durante su ausencia, Bilbo y Fideth se habían vuelto amigos...y al parecer parecía que eran los mejores amigos.
Entendió porque Fideth se sentía triste y molesta, la llegada de estos enanos era algo que ella ya esperaba desde que conoció al mago, pero en Bilbo era todo lo contrario.
Trato de enmendar lo ocurrido pero Fideth no se lo permitió cuando se retiró en otra dirección, el mago sin más remedio regresó con el resto de enanos para dar inicio con la cena.

El rato ya había pasado, y los enanos, como ya habían visto antes, comían cual salvajes, pasaban la comida sin delicadeza y la arrojaban sin temor a ensuciar. Solo reían y jugaban con la comida e incluso la pisaban. En si todo era un caos.

Bilbo los miraba molesto, y su enojo creció cuando al girar miro como su despensa había sido vaciada en una sola noche por varios enanos que llegaron sin ningún previó aviso.

Fideth, que había ido a curiosear un poco, se dió cuenta de la obvia mirada de enojó de Bilbo y, a pesar de que esté estaba molesto con ella, no pudo evitar sentirse mal. Se acercó a él y le ofreció el panecillo que momentos antes del caos él le dió para que lo guardase.
Bilbo solo la miraba detenidamente de arriba a abajo.

- No gracias - dijo cortante mientras volvía a ver la despensa

- Lo necesitas y lo sabes - dijo ella aún con el panecillo en la mano

Bilbo no la miro y solo soltó un suspiro de molestia. Fideth hizo lo mismo y tomo la mano de Bilbo, al cuál no le dió tiempo de reaccionar, cuando lo hizo ya tenía en sus manos el panecillo y Fideth ya se había ido nuevamente a la sala para sentarse sobre el suelo y seguir leyendo.
Bilbo la miro por un rato apenado, estaba decepcionado con ella por haberle ocultado lo de Gandalf, pero también era tal el cariño que tenía hacia ella que le era imposible enojarse del todo.

Miro el panecillo un par de segundos y sonrió aunque borro la sonrisa después de escuchar a los enanos nuevamente reír.

-¡Y ahora a beber! - dijo Kili alzando su tarro de cerveza y él, junto con los otros enanos, bebieron de los tarros cuál bestias.

Mojaban sus barbas pero eso no les importaba en lo más mínimo. Parece ser que no son muy educados, de hecho, no tenían mucha educación que digamos.
Esto era lo que Bilbo y Fideth pensaban cuando escucharon los asquerosos eructos de éstos, como si de una competencia de ver quien eructaba mejor o peor se tratase.
Ambos soltaron un respingo de molestia y prefirieron seguir con sus asuntos.

Al cabo de un rato los enanos terminaron y siguieron haciendo travesuras en la casa de Bilbo. Esté último ya estaba hartó y su mirada y expresiones lo reflejaban con gran obviedad.

- Mi querido Bilbo ¿Y ahora que te pasa? - decía Gandalf mientras entraba a la cocina

- ¿Que me pasa? Los enanos me tienen rodeado - reprochó Bilbo - ¿Que están haciendo aquí?

-  Pues son un grupo lleno de alegría, una vez que te acostumbras - dijo Gandalf sonriente

- ¡Yo no me quiero acostumbrar! - dijo Bilbo eufórico mientras tomaba a Gandalf del brazo y lo alejaba del resto - Mira como está mi cocina ¡Hay fango en todo el tapete y vaciaron mi despensa! - dijo alejándose del mago - Y no quiero hablar de lo que hicieron en el baño, casi destruyen la tubería ¡Yo no entiendo que están haciendo en mi casa!

- Disculpen, perdón por la interrupción ¿Pero que debo hacer con mi plató? - dijo Ori, el enano más joven de todos los que allí se encontraban

En ese momento Fideth apareció colocandose a un lado de Gandalf, se inclinó hacia una de las paredes dejando recaer su peso sobre su hombro mientras se cruzaba de brazos.
Bilbo, que para ese momento ya se había desesperado de la "ignorancia" de los enanos, llevo su mano a su frente mostrando aún más molestia respecto a lo dicho por Ori.

- A ver Ori, dámelo - dijo Fili que arrojo el plato hacia Kili que había aparecido detrás de Fideth y Gandalf

Los otros enanos tomaron parte de la vajilla y comenzaron a rozar unos contra otros creando música con ellos.

- ¡Disculpen, era de mi madre, su vajilla de la Cuaderna Oeste de más de 100 años! - replicó Bilbo casi apunto de darle un infartó

Fili y Kili seguían pasando los platos a Bifur, un enano que era muy característico por tener un hacha incrustada en la cabeza, como es que sigue vivo...no lo sabemos.
Este enano atrapaba los platos arrojados por Kili, y los otros enanos seguían sacandole "filo" a la vajilla.

- Podrían no hacer eso, les quitan el filo - dijo Bilbo angustiado

- ¿Ya oyeron señores?- dijo Bofur entre risas, un enano con gorro y trenzas - Dijo que le quitaremos el filo

Los enanos rieron y fue entonces que iniciaron con una canción improvisada.

El cubierto arruinó
Moler botellas, quemar corchos
Trizas vasos y rompe ollas...
¡LO QUE BILBO BOLSÓN MAS ODIA!
En el mesón grasa botar
Los cachos sobre la alfombra
Al suelo leche derramar...
¡Vino en puertas salpicar!
Vierte todo en un gran tazón
Usa un palo para moler
Y si uno entero al final quedó...
¡Va rodando al corredor!

Fideth estaba maravillada por lo que estaban haciendo los enanos, la coordinación, alegría y creatividad que estos tenían para crear una canción relacionada al hobbit le dió mucha gracia. Gandalf la miró sonriente y regreso su mirada al espectáculo.

¡LO QUE BILBO BOLSÓN MÁS ODIA!

Terminaron con su canción entre risas cuando Bilbo apareció en la cocina viendo una gran torre de platos bien acomodados y algo limpios sobre su mesa.
Todos le miraban felices y orgullosos de la pequeña gran hazaña lograda.
Fideth seguía viendo a lo lejos esa escena, y con un risa satisfactoria se retiró nuevamente a la sala a continuar con su lectura, pero lo que detuvo su andar y las risas fueron un par de golpes que dieron a la puerta.

Todos miraron serios en dirección de los golpes antes escuchados, y todos, excepto Bilbo y Fideth, sabían de quién se trataba.

- Está aquí - dijo Gandalf mirando a Fideth, aunque los demás aun no notaban la presencia de ella