Puente Entre los Mundos

XIII

"Jamás debes sentirte acorralada, siempre habrá una salida"

Los enanos fueron llevados al interior del gran reino. Elrond se dirigió, junto con otros sirvientes, a una habitación apartada acompañado también de Gandalf y Thorin.
Los elfos les ofrecieron a ellos y a la compañía un espacio donde colocar sus pertenencias y que se prepararán para después ir al comedor donde ya los esperaban.

Los enanos ya estaban presurosos y rápido y sin ningúna pizca de tacto dejaron sus cosas para salir a toda prisa al comedor, aunque más bien eran dos mesas del tamaño de estos.
Obviamente, Bilbo y Fideth fueron los únicos que mostraron descendía y modales ante los gestos de cortesía por parte de los elfos, pero aún con ello Fideth seguía tratando de mostrar indiferencia hacia estos seres en particular y tenía sus motivos. La historia que tenía respecto a estos no era la más grata, así que solo mantenía su distancia con ellos sin dejar de lado su educación.

En uno que otro momento algunos elfos le miraban extrañados y curiosos, no es muy habitual ver a un humano entre tantos enanos.

"Dejen de mirarme, dejen de poner sus ojos fríos y sin alma sobre mi que yo se lo que traman y piensan en estos mismos instantes"

Se decía ella desesperada apresurando el paso para llegar a con los enanos. Se sentó sin decir una palabra lo cual extraño a su acompañantes que le miraron confusos y medio sorprendidos, pero después de un par de segundos dejaron de darle importancia...bueno solo unos pocos le seguían mirando preocupados.

Al cabo de un rato aparecieron otros elfos con instrumentos para comenzar a entonar música "relajante" para los recién llegados y otros se acercaban a la mesa colocando en ellas grandes tazones llenos de frutas y vegetales como lechugas, tomates, cebollas y muchos otros alimentos que para uno de estos seres de gran belleza serían un manjar...pero para los enanos fue todo lo contrario. Ellos miraban con asco y repugnados aquellos platos, trataban de buscar alguna otra cosa que fuese "comestible" pero terminaron fracasando.

Fideth, a pesar de no ser alguien que suela disfrutar de una ensalada como único aperitivo, prefería mantener su estómago lleno y siquiera satisfecho. No lo pensó más y comenzó a tomar bocado de aquellos platos, de nueva cuenta algunos le miraron confusos pero ella lo paso por alto y se concentró en su plato y sus plantas como lo llamaban algunos enanos.
También disfrutaba de la música, en verdad le relajaba y le hacía sentir una cálida bienvenida a un mundo que ella considera atroz y bello a la vez. Y como imaginan los enanos no se deleitaron con aquellas entonaciones y seguían mirando con mayor disgusto a estos seres que no tenían el interés de parar.

Elrond apareció poco después junto al mago y el líder de la compañía. Estos tres tomaron asiento en una mesa apartada de los otros dónde tuvieron una charla que, como siempre, Fideth estuvo curiosa por querer escuchar.

- Está es Orchrist, una espada célebre, forjada por los altos elfos del Oeste, mi gente - dijo Elrond admirando la espada de Thorin y finalmente entregándosela - Que lo defienda bien

Thorin asintió como respuesta de gratitud y ahora Gandalf le mostraba su arma, arma que Elrond de nueva cuenta admiró y examinó de punta a fin.

- Y está es Galmdring. Martillo de enemigos, espada del rey de Gondolin - dijo Elrond

Bilbo, al igual que Fideth, miraba y escuchaba atento la conversación entre los tres hombres que estaban alejados de ellos. No pudo evitar recordar su arma cuando estos mencionaron las suyas. Miro la hoja y los detalles de la misma y sintió curiosidad de preguntar por el nombre que podría tener la suya.

- No se molesté, las espadas se nombran por sus hazañas en la guerra - le dijo Balin al notar lo que hacía el hobbit atrayendo la atención de éste y Fideth