XLV

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"Aquí estoy"


- Por favor... - decía Bilbo, aún sin poder parar de llorar, sujetando firmemente la mano de la que era su amiga

El mediano, secó sus lágrimas y dirigió una última mirada hacia Fideth, esperando fervientemente que moviera aunque sea por un segundo algún músculo, pero no ocurrió.

Soltó un pesado suspiro y se puso de pie, justo a la vez que soltaba la mano de su amiga.

- ¿Bilbo? -

Un grito ahogado fue lo que salió de la boca del hobbit, quién se giro rápidamente para ver cómo los ojos de Fideth comenzaban a abrirse con dificultad, hasta que por fin pudo visualizar nuevamente ese color esmeralda que siempre brillaba.

Ella sonrió de una manera tierna, aún incluso cuando las lágrimas amenazaban por salir de su rostro.

- Hola, Bilbo -

- Fideth - con una sonrisa y entre lágrimas se acercó a ella abrazándola, olvidando la condición de la misma - Lo siento

- No te disculpes, de cualquier modo es algo que quería hacer desde hace bastante tiempo - dijo y volvió a acercar al hobbit - De verdad te extrañé

- Y yo a tí -

Entonces el mundo desapareció en un instante. Aquel momento era de ellos y solo de ellos, ese abrazo representaba el cariño que ambos se tenían, así como también el sufrimiento que había dentro de ellos. Para Bilbo, el llegar a pensar que su mejor amiga se había marchado le rompía el corazón, así como a Fideth le partía el alma hacerse a la idea de no volver a su hobbit favorito.

Y ambos se los hacían saber al otro con ese cálida y necesitada muestra de afecto.

Cuando por fin se separaron, limpiaron sus lágrimas y rieron por ello.

- Siento mucho el haberme arriesgado de esa manera -

- No me debes una disculpa. No voy a negar que lo que hiciste no fue la mejor idea que hayas tenido, pero si la más acertada para acabar con esta guerra -

Fideth volvió a sonreír.

- De verdad me hacías falta, señor Bolsón -

- Y tu a mí. Pero sé de alguien a quien de verdad me hacías falta aún más -

Fideth se sonrojó de tan solo imaginar a quien se refería el mediano. Bilbo entonces se puso a reír después de ver el tono rojizo que había adquirido el rostro de su amiga, además de notar como hizo un puchero por esa única acción.

- Aunque por ahora se mejor esperar un poco. Aún no has sanado por completo y, conociéndolos, intentarán abrazarte con demasiada fuerza. Más de la necesaria, de hecho -

- La voz de la experiencia ¿No? -

Él rio por el comentario.

Y así, permanecieron hablando hasta que Fideth decidió volver a dormir. Bilbo no reprocho y simplemente salió de la habitación y se dirigió a la Thorin, esto luego de ver a Kili salir de ella entusiasmado y con unas cuantas lágrimas.

- Bilbo, que bueno que te encuentro. Es Thorin, por fin despertó - afirmó Kili alegré

- ¿De verdad? Que bien, es decir, es grandioso - su emoción le impedía hablar como le era debido. Todo lo malo que había traído la guerra finalmente se desvanecía y volvía a la normalidad

- ¿Por qué no vas a verlo? Seguro que le dará mucho gustó - dijo Kili sorprendiendo al mediano

- ¿De verdad? Quiero decir, es algo que no me molesta en realidad, es solo que... Bueno, quizás sea mejor dejarlo recuperarse como es debido - decía nervioso

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