XIX

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"Antorchas, senderos, gemas y al final un trono majestuoso verás esperar por tu llegada"

La compañía estaba al fin dentro de ese bosque. La entrada quedaba atrás, de un momento a otro ya no la divisaban y la luz en el lugar no era mucha pero había suficiente como para poder ver por dónde colocabas los pies.

El aire, como bien mencionó Gandalf, era abundante. Había neblina y eso era extraño a decir verdad, pero teniendo en cuenta el hecho de que era un bosque, el bosque negro cabe aclarar. Seguían por el camino a paso presuroso pero seguro.

- El camino da vuelta aquí - dijo Thorin siguiendo el camino

Los enanos le siguieron. Se mostraban en momentos cansados, mareados y confundidos.
En un punto donde dos camino se cruzaron Dwalin, usando su hacha, inspecciono en el suelo donde se encontraba las piedras que formaban el camino.

- Por aquí - dijo al encontrar el sendero

De nuevo los enanos fueron detrás de ellos. Llevaban bastante tiempo caminando, no sabían si en verdad iban en la dirección precisa y la falta de aire se comenzaba a ser presente.

- Aire, necesito aire - dijo Bofur

- La cabeza me da vueltas - expresó Gloin - ¿Que está pasando?

De pronto los enanos se detuvieron.

- Caminen - dijo Thorin

El enano Fuentes de Plata se salió de la fila y se dirigió hasta el frente, precisamente con Nori, quien era el que los dirigía.

- Nori ¿Por qué nos detenemos? - cuestionó al enano que se mostraba aterrado

- El camino...- apunto hacia el frente - desapareció

Tenía razón. Un barranco era lo único que había frente a ellos. Ahora sí que estaban más que perdidos.

- ¡Perdimos el camino! - expresó con enojó Gloin

- Busquenlo. Todos Busquen ¡Busquen el caminó! - ordenó de nuevo Thorin

La compañía obedeció sin parar y reprochar comenzaron a buscar desesperados. Los enanos valvuceaban cosas sin sentido. Estaban tan confundidos que comenzaban a preguntar por la hora e incluso el día.
Fideth y Bilbo tomaron asiento tratando de recuperar el aliento y por los menos el conocimiento. Bilbo vio que en las ramas habían varias telarañas, algunas se mostraban secas pero de cualquier forma eran pegajosas. El hobbit curioso movió las telarañas y estás lo hicieron provocando una vibración al unísono. Dejaron de darle importancia y continuaron con su travesía.

Cansados, desorientados y aún más confundidos es como se encontraba la compañía a estás alturas. Ya no podían más, sus cabezas daban vueltas sin cesar y comenzaban a alucinar

- Oigan - dijo Ori mientras levantaba del suelo una bolsa

- Una bolsa de tabaco. Hay enanos en este bosque - afirmaba Dori cansado

- Enanos de las montañas azules sin duda. Está es exactamente igual a la mía - dijo Bofur

- Porque es la tuya - hablo Bilbo - ¿No entiendes? Caminamos en circulos, nos perdimos

- No nos perdimos. Vamos al oriente - dijo Thorin

- ¿Pero dónde está el oriente? Perdimos el sol - expresaba Gloin desesperado

"Dejen de hablar, ya no soporto oírlos...solo quiero...salir de aquí...quiero... quiero..."

Fideth escuchaba su voz como si estuviese hablando. No sentía el movimiento de sus labios abrirse o cerrarse y estaba por desmayarse pero fue con ayuda de Fili que logro reincorporarse.

Puente Entre los MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora