"¡Que viva el rey!"
A las afueras de la montaña solitaria, se encontraban todavía los elfos y enanos peleando con gran valor. Incluso los hombres en Dale hacían igual. Pero no era suficiente, los orcos eran demasiados. No había salida de esa masacre. Incluso Dain y el mismo Thraundil lo sabían cuándo miraban a sus hombres ir cayendo de poco, observando como sus vidas se apagaban al instante.
Pero ambos, a pesar de haber perdido a la vez a sus queridos acompañantes animales, seguían peleando con gran furia y letalidad.
- ¿Dónde está Thorin? - se preguntaba él enano al notar la ausencia de su primo y rey - Lo necesito ¿Dónde está?
Todos necesitaban de su rey. Pero aún ignoraban que dentro de la montaña, en la habitación del trono de la misma, sentado en silencio y pensativo, estaba el enano Fuentes de Plata. Sin expresar ni un solo sentimiento, más que el de angustia.
La compañía entera lo notaba y estaban cansados de esa actitud. Cansados de tener que escuchar los gritos de furia, el chocar de las espadas y los escudos de sus compañeros, el sonar de las cornetas de los orcos. Imaginar que justo afuera de la montaña, había una imagen de horror y tristeza. Ellos no eran así, jamás abandonaban a su gente, y más sin embargo no querían desobedecer a su rey. Se sentían divididos, confundidos y dolidos.
Dwalin, fue el primero en actuar. Salió en dirección de Thorin, esperando poder convencerle.
- ¿Desde cuándo abandonamos a nuestro pueblo? - se quejaba Dwalin dolido - Thorin, están muriendo allá afuera
Thorin no emitió sonido por al menos unos segundos. Permanecía pensativo y solo desviaba la mirada, como si no hubiese escuchado lo que Dwalin le advirtió.
- Hay salones bajo los salones de esta montaña. Pisos que se pueden fortificar, reforzar, protejer, sí - se puso de pie de su trono - Sí, eso es. Debemos llevar el oro más al fondo, resguardarlo
- ¿No me escuchaste? Dain está rodeado, los masacraron, Thorin -
- Muchos caen en la guerra. La vida no vale, pero un tesoro de esta clase, no se puede contar en vidas perdidas - dijo haciendo que Dwalin mostrará un semblante decepcionado - Este oro vale, todas las vidas que se sacrifiquen
- Te sientas aquí en estos vastos salones, con tu corona en la frente. Y aún así estás lejos de ser lo que fuiste siempre - dijo entristecido Dwalin
- No me hables como si fuera un enano cualquiera. Cómo si fuera aún, Thorin Escudo de Roble - advirtió con un tono deprimente - ¡Yo soy tu rey!
- Siempre fuiste mi rey, antes lo sabías bien pero, no te das cuenta en qué te has convertido -
Thorin ahora se mostraba con un semblante amargo, con decepción y se sentía traicionado. Las palabras dichas por Dwalin le habían afectado, pero no le iba a dar la razón.
- Largo. Sal de aquí, porque te asesinare - le amenazo con ojos cristalinos
Y para ese punto, Dwalin también estaba con los ojos cristalinos y más que dañado. No creer las palabras de Thorin, pero el notar la seriedad y serenidad con la que habló, fueron suficientes como para darle a entender que todo era más que cierto.
Sin más, y con todo el dolor del mundo, Dwalin obedeció y se retiró dejando a Thorin con sus únicos pensamientos y en completa soledad.
....
«"Te sientas aquí con tu corona en la frente", "Estás lejos de ser lo que siempre fuiste", "Un tesoro de esta clase, no se puede contar en vidas perdidas", "Ese tesoro produce un trastorno", "La ciega ambición del rey de la montaña", "¡Yo soy tu rey!"»
Thorin recordaba tales palabras, mientras caminaba por un extenso pasillo, dónde el suelo estaba repleto de manchas de oro. Lugar donde él y su compañía, tuvieron su última confrontación contra Smaug, antes de que esté mismo huyera y atacará Esgaroth.
«"Que nunca compartiré, ni una sola moneda", "¡No podía ver más allá de su deseo!", "Como si fuera un enano cualquiera", "Un trastorno que volvió loco a tu abuelo", "El es Thorin, hijo de Thrain, hijo de Thror"»
Volvía a recordar vagamente con su mirada perdida.
"No soy como mi abuelo. No soy mi abuelo"
Pensó para sí mismo.
«"Están muriendo allá afuera", "Recuperar Erebor", "Dain está rodeado", "Recuperar su hogar"»
Seguía pensando mientras mantenía fija la mirada en el suelo, perdido en sus recuerdos.
«"Eres distinto, Thorin", "Eres tan impresionante y audaz Thorin, pero todavía ignoras lo que es evidente", "¿Ese tesoro, realmente vale más que tu honor?"»
Recordaba ahora la voz de Bilbo y Fideth. La forma en como los trato a pesar de que solo querían ayudarlo.
"No soy como mi abuelo"
Y justo en ese momento, en el suelo, aunque haya sido solo una alucinación, la figura de Smaug apareció arrastrándose por debajo de él, como si aún estuviera vivo.
«"Ese tesoro te matará sin duda"»
Y de nuevo, una alucinación. Thorin se veía a si mismo cayendo de rodillas, ya que el suelo comenzaba a hundirse. Intentó correr desesperado y entre gritos hasta la cima, pero no logró, siendo llevado y enterrado entre ese suelo de oro, para no volver a verlo nunca más.
Ya no lo resistió más. Finalmente, Thorin tomo su corona y la arrojó al suelo, sintiéndose por fin libre y sin ese "mal de dragón", del cual fue víctima y le obligo a cometer actos de los cuales, ahora estaba arrepentido. Debía enmendar las cosas, de eso ya no había duda.
....
«"Son tus acciones, tu valentía, lealtad y amor. La forma en como proteges a tu reino de seres de otras tierras y en la que das tu vida por aquellos que te importan. Eso y mucho más, es lo que te convierten en un verdadero rey."»
"Tenías razón Fideth, tenías razón."
Pensó.
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Puente Entre los Mundos
DiversosFideth es una joven como cualquier otra...o algo así, ella es alguien que tiene distintos genes en su cuerpo. Su abuelo era un elfo, su padre un enano y para colmo su madre y abuela eran humanas. Tres razas que se han vivido en guerra desde tiempos...