T2:E6: Harry

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Prometo amarte siempre. Prometo amarte toda la vida y buscarte en la siguiente si es posible.

Su voz resonaba en mi cabeza una y otra vez, juraba que podía sintirla tomar mi mano y sostenerla fuerte, podía nuevamente sentir sus lágrimas ser derramadas sobre mis mejillas, por un momento pude sentir sus labios unidos a los míos.

Pero despierto. Y no estaba. Sólo era yo y mi subconsciente creando un panorama que me gustaría estar viviendo.

—¿Todo bien hermano? —veo a Will quien me observa algo extraño.

—Sí. —me limito a responder con una leve sonrisa.

Rápidamente me levanto se mi asiento para tomar mi mochila la cual estaba en el maletero. Me vuelvo a sentar para tomar la pequeña caja negra de terciopelo. Sonrío cuando veo el brillante anillo que había dentro.

—¿Y eso? —Will cuestiona observando el anillo.

—¿Alguna vez te has enamorado Will? —digo sin dejar de observar el anillo.

—No, en realidad.

—Yo sí. —susurro.

—¿En serio?, ¿de quién? —el hombre de ojos claros me mira sonriente.

—No la podría describir en palabras. —sonrío mientras observó su fotografía—Pero el sol, la luna y las estrellas se quedan cortas a su belleza.

—¿Y dónde está ella?.

Suspiro al escuchar la pregunta de Will. Miles de conmociones llegaban a mi mente cuando la recuerdo, al darme cuenta que simplemente me había abandonado, después de tantas promesas.

—No tengo idea.

***

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***

El viaje finalmente había concluído. Nunca había estado tan exhausto, todas mis piernas y extremidades dolían, lo único que quería era llegar a casa. Mi corazón se llenaba de felicidad al saber que después de casi un año volvería a ver a mi madre y Zara. El viaje en el autobús parecía eterno. Extrañaba tanto volver a ver las calles frías y lluviosas de Nueva York, toda su luz. El autobús para en un semaforo o por todo el maldito tráfico que había a esta hora.

Después de unos segundos, me doy cuebta que estaba frente al central Park, sonrío cuando todas mis memorias llegan hasta mi como bala. Sydney para ser exactos.

Ya habían pasado tantos años y aún no podía asimilar su partida, tan rápida y tan inesperada, pero sobre todo, tan dolorosa. El solo despertar y que alguien te diga que el amor de tu vida, con quien planeabas tener un buen futuro, se había ido. Así, de la nada, no era algo fácil de asimilar.

Después de largos minutos, llego a casa. Mi corazón estaba en paz finalmente, pero aún así, podía seguir escuchando todas aquellas bombas y balas que estllaban prácticamente a mis espaldas, era normal ahora.
Tiro la colilla de mi cigarrillo para caminar hasta la puerta la cual, misteriosamente estaba abierta.

Camino hasta la sala de estar en donde solo puedo escuchar música de Hauschka de fondo y un enorme letrero de bienvenida. Sonrío al saber quien estaba detrás de todo esto. Allie.

Puedo sentir unos cuantos piquetes en mi hombro, sonrío cuando me doy cuenta de quien era ese tierno gesto. Me giro para encontrarme a Allie, estaba de pie detrás de mi con una enorme sonrisa que trataba de ocultar sus ojos llenos de lágrimas.

—Bienvenido a casa, cariño —dice

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—Bienvenido a casa, cariño —dice.

—Solo ven aquí muñequita —extiendo mis brazos recibiendola en un abrazo.

—No creeras lo mucho que te extrañé —susurra

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—No creeras lo mucho que te extrañé —susurra.

—Ya estoy aquí.

***

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***

Ver mi cama me hacía sentir una tremenda paz, no hago más que tirar por algún lado de la habitación todo mi equipaje para lanzarme a ella.

—¿La hechaste de menos? —observo a Allie quien me mira desde la puerta de mi habitación.

—No tanto como a ti —sonrío.

La chica de cabello marrón camina hasta mi recostandose a un lado mío. Solo puedo sentir su cuerpo sobre mi pecho, extrañaba esto, aunque realmente no se sentía como mi hogar.

De pronto mi teléfono suena, detestaba su sonido, indicaba que debía volver al trabajo—Teniente, aquí Styles —respondo—¿Es necesario? —pregunto—De acuerdo —suspiro algo cansado—Lo veo a primera hora.

—¿Todo bien? —Allie pregunta.

—Sí pero...

—¿Pero qué?

—Debemos viajar a California, mañana, a primera hora.

S A F E || Segunda Temporada || H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora