Corrí y seguía corriendo sin parar, tenía que estar cerca de ella, abrazarla y preguntarle por que me abandonó, por qué se fue.
Finalmente llego a recepción donde solo puedo notar a las personas que había antes y a la recepcionista, pero ella ya no estaba. —Señorita —me acerco hasta una joven chica que se encontraba del otro lado del escritorio—Estoy buscando una chica, rubia, ojos claros, uno sesenta y ocho —le digo pero ella parce no saber que qué o de quién hablaba.
—No he visto a nadie con esas características. —dice mientras se encoge de hombros.
—Estaba aquí contigo hace unos instantes —digo.
—Lo siento, yo no vi a nadie. Disculpe —la chica dice para después contestar una llamada, terminando la conversación.
Mi mente estaba hecha pedazos, ¿qué demonios había visto?, ¿había sido mi imaginación?. Durante siete años había visto a Sydney en cada uno de mis sueños, alucino con verla de nuevo todo el tiempo, quizá, esto fue una de esas alucinaciones. Estaba mal y estaba cansado, no podía ser posible.
—Harry. ¿Estás bien? —la voz de Will detrás de mi me saca de mis pensamientos—Iré a casa, al parecer Zac esta en una radioterapia que se demorará.
—Sí claro —contesto sin despegar la mirada del enorme hospital.
—¿Qué pasa?, estás muy pálido —el hombre da una palmada en mi hombro.
—Es que... Me pareció ver a alguien, pero, olvidalo. Solo hay que ir a casa.
S Y D N E Y
Despierto cuando escucho algo caer al suelo, la sala de descanso era tan silenciosa que cualquier ruido podía asustar te. Finalmente me levanto para dirigirme hasta recepción. Era casi media noche y mi turno se había extendido, pero me gustaba, cuando tenía problemas con Max mi trabajo era mi único refugio.
—¿Qué tal tu noche? —sonrío cuando veo a Madisson con sus ojos cerrados.
—Horrible, odio el turno nocturno —bufa en un suspiro—Por cierto, te llegaron estas hace un rato.
Madisson parece estar buscando algo detrás de su escritorio para después sacar un florero lleno de gerberas rosas. —¿Para mi? —frunso el ceño. Madisson asiente en una enorme sonrisa contagiandome.
Noto entre las gerberas una pequeña nota, la tomo dándome cuenta que quien las había enviado era Max.
—¿De quién son? —Mad pregunta tratando de ver la nota.
—Max.
—¿Qué pasa?, ¿no te alegra? —pregunta.
—Últimamente hemos tenido problemas. Así que... Sé que está intentando disculparse con esto.
—¿Eras tu la del bar esa noche, Sydney?
—No. Radina —siento mis ojos llenarse de lágrimas al recordar lo que había pasado hace un año.
—Imbécil. Sydney no mereces esto, ¿entiendes?. Si lo hizo una vez, lo seguirá haciendo —Madisson toma mi mano en señal de apoyo.
—Sí. Sólo creo que debo pensar bien las cosas. Te veo al rato —sonrío tratando de ocultar mi debilidad frente a ella.
—Espera —me giro nuevamente hacia ella—Hace un rato un hombre preguntó por ti, te describió, era lindo. Aunque me dio algo de miedo decirle quién eras, estaba vestido de militar.
—¿Militar?, no conozco a nadie así —digo algo confundida—¿Era Will?
—No, conozco a Will. Este tenía lindos ojos.
H A R R Y
No podía dejar de pensar. Caminaba por la ciudad esperando encontrar una respuesta a lo que había pasado hoy, algo dentro de mí me decía que era ella, que fue real.
Cambio mi rumbo cuando me convenzo finalmente de que lo que había visto no fue una alucinación. Sydney estaba ahí y todo dentro de mi lo sabía.
Los minutos pasaban y cada vez más me aproximaba hasta el hospital. Mi corazón latía tan fuerte que seguramente alguien lo podía escuchar. Todo mi cuerpo se sentía extraño, mis sentimientos estaban a flor de piel y mis nervios trataban de convencerme de no llegar. Pero lo hago.
Me detengo frente al enorme edificio tratando de pensar si hacer esto o no. Habían pasado siete años y sabía que será duro volverla a ver a los ojos. Doy un paso al frente cuando una voz femenina me detiene. Mierda.
—¿Harry?.
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S A F E || Segunda Temporada || H.S
FanfictionLa historia continúa en esta segunda parte, en donde nos muestra como la vida de Sydney (Lili Reinhart) cambió por completo después de esa noche. Siete años después la vida marcha normal. Sin embargo, secretos del pasado comienzan a salir a la luz...