La historia continúa en esta segunda parte, en donde nos muestra como la vida de Sydney (Lili Reinhart) cambió por completo después de esa noche. Siete años después la vida marcha normal. Sin embargo, secretos del pasado comienzan a salir a la luz...
La noche parecía haber pasado en un segundo. Después de anoche, Max ni siquiera pudo dirigirme la palabra, parecía estar demasiado confundido. Entonces recuerdo lo que mi madre un día me dijo, las personas siempre creerán que estarás siempre ahí, pero cuando ven como te pierden, su mundo se les acaba.
El día parecía estar conectado a cómo me sentía en estos momentos, podía verse a kilómetros como una tormenta se acercaba cada vez más a la ciudad. Eran aproximadamente las ocho de la mañana, así que decido finalmente tomar mis dos maletas y comenzar a empacar. Solo puedo ver como Max se levanta con una expresión de confusión al verme sacar mi ropa del closet, sim embargo, no dice nada y solo me mira.
—Así que era en serio —lo escucho hablar a mis espaldas.
—Muy en serio —digo.
—No comprendo, Sydney. ¿De verdad eres capaz de terminar con todo esto?, ¡eres mi esposa! —reclama mientras camina detrás de mi.
—¿Tu esposa? —exclamo con molestia—Si me hubieras tratado como tu maldita esposa no hubiera pasado esto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—No quieras culparme de las estúpidas decisiones que tomas, ¿crees que ya olvidé lo que me dijiste ayer?, ¡todo esto es por ese hijo de puta! —siento como mi piel se eriza cuando veo a Max lanzar un vaso de cristal al suelo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tomo mis maletas tratando de disimular el miedo que me comía viva en estos momentos—¿Por qué ahora, Sydney? —pregunta mientras sujeta mi brazo—¿Por qué me dejas ahora? —siento mi corazón latir cuando veo sus ojos llenos de lágrimas.
Definitivamente ver a Max llorar, era un de las pocas cosas sinceras de él, jamás lloraba, pero cuando lo hacía, era porque realmente tenía tanto miedo. Lo observo por unos segundos antes de soltarme bruscamente de su agarre.
—No te dejo, Max. Solo me voy, yo te dejé desde el primer día que rompiste todas las promesas que un día me hiciste, te dejé desde que no podía parar de llorar hasta quedarme dormida. Te dejé en silencio y desde hace mucho tiempo—hablo mientras solo puedo ver a través de sus ojos, como su corazón se parte mientras me escucha—Todos los días me dabas un motivo para desenamorarme de ti, y amarme más a mi. Me voy porque ya no mereces un solo segundo de mi vida—las lágrimas no pasaban de brotar, pero aún así, sigo diciéndole todo lo que quería decir desde hace mucho tiempo—Y sí, Harry es uno de los muchos motivos por los cuales me voy, pero la primera es porque eres una basura, porque no me mereces.
