La historia continúa en esta segunda parte, en donde nos muestra como la vida de Sydney (Lili Reinhart) cambió por completo después de esa noche. Siete años después la vida marcha normal. Sin embargo, secretos del pasado comienzan a salir a la luz...
—¿Harry? —una voz femenina hace que me detenga en seco.
—¿Sophia? —sonrío cuando veo a la chica rubia y de baja eststura.
Me acerco a ella pero parece estar en shock, no habla y solamente me mira. Su mano se dirige hasta mi mejilla para tocarla. Estaba confundido, su rostro era más pálido de lo normal, como si hubiese visto a la misma muerte.
—¿Eres real? —pregunta apenas audible mientras veo como sus ojos se cristalizan.
—Sí, lo soy —sonrío.
—Harry —sus mejillas están llenas de lágrimas. Sonríe para después abrazarme fuerte.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Sophia, ¿dónde está Sydney?, quiero verla —sonrío con toda esperanza dentro de mi.
El rostro de la mujer cambia, ya no sonreía y simplemente me miraba, su boca se abría y se cerraba, como tratando de encontrar las palabras correctas para contestarme. Y es ahí, cuando comienzo a temer.
***
—¿Muerto? —susurro cuando asimilo todo lo que había salido de la boca de Sophia.
—Todo fue tan rápido. Durante ocho meses Sydney no se levantó de su cama, entró en depresión. Hasta que un día se despertó... Y decidió venir aquí. —dice mientras observamos las olas de la playa frente a nosotros.
—No entiendo... ¿Por qué creyó que morí? —siento mi voz quebrarse. Pero trato de ser fuerte.
—Porque lo hiciste.
—No recuerdo nada, Sophia. Solo a ese hombre dispararme, ver todo negro y despertar. —mis lágrimas se desbordan.
—¿Qué pasó después? —pregunta.
—Cuando desperté mis padres ya estaban conmigo. Lo primero que hice fue preguntar por ella... Mi madre me dijo que simplemente se había ido... Sin decir nada, solo se fue —al recordar todos esos días de agonía cuando Sydney se fue, juro que pude sentir otra vez ese dolor dentro de mi—Seguro no quiere saber nada de mi...
—No lo sabrás si no lo intentas. —la chica me ofrece una sonrisa.
—¿Cómo está ella dime? —sonrío limpiando mis lágrimas.
Observo a Sophia. Su vista se posa en la playa mientras una sonrisa se dibuja en su rostro—Es una mujer increíble. Admirable para ser honesta. Estarías orgulloso de ella. Aún te recuerda, si es lo que quieres saber. Sin embargo, le ha costado mucho superarte, Harry.
—Deseo con todas mis fuerzas volver a verla. La he amado toda mi vida. Pero creo que es mejor así, no quisiera dañarla... Jamás.
—La vida es justa. En ustedes pude ver un amor pleno, que jamás había conocido. Un día se reencontrarán, lo sé.
S Y D N E Y
Cinco de la madrugada. Mi turno finalmente había terminado. No podía esperar más para llegar a casa y dormir todo el día, conducía hasta casa mientras escuchaba M83 en la radio.
Después de mucho tiempo podía sentirme tranquila. Sabía que dentro de mi, debajo de ese manto de paz había grietas, sentimientos que en cualquier momento me iban a derrumbar. Sin embargo, no quería pensar en eso ahora mismo.
Después de unos minutos llego a casa, era muy temprano así que trato de hacer el menor ruido posible y no despertar a Max. Camino hasta la habitación para encontrarlo profundamente dormido. Puedo notar en su mano una botella vacía de cerveza. Camino hasta el para quitársela y que pudiese estar más cómodo.
Algo en la mesa de noche llama mi atención. Su teléfono estaba encendido. Algo me impulsa a tomarlo y leer lo que había en la pequeña pantalla del móvil. Y es ahí cuando todo dentro de mi se desploma.
"Amé verte hoy, ¿repetimos?"
Estaba sucediendo de nuevo. Mi corazón late fuerte y siento como si mi presión bajara a cero, un nudo en la garganta se forma haciendo que mis ojos comiencen a llenarse de lágrimas. Todo lo que ya había reparado dentro de mi, se desplomó nuevamente y no había nada ni nadie que pudiera arreglarlo.
