T2:E22: Promesas Rotas

167 15 5
                                    

El sonido del mar hacía del silencio más relajante, observaba a Harry quien intentaba encender una fogata sobre la arena, sonrío cuando me doy cuenta lo enamorada que estaba de él.

—Hace un poco de frío, toma —susurra mientras se quita su chaqueta para poner encima de mi.

—Gracias —sonrío—Siento que tengas que estar aquí conmigo en plena madrugada —digo.

Harry no dice nada, desvía su mirada hasta la playa para después sonreír—¿Sabes cuál es uno de mis lugares favoritos? —me mira, niego con la cabeza—Cualquiera. Mientras estés tú. Todos se convierten en mis favoritos.

Sus ojos brillaban intensamente mientras me miraba, y estaba segura que los míos lo hacían igual.

—Dime qué sucede, Sydney —mi corazón late fuerte—Desde que entré a tu casa... Pude verlo en tus ojos —habla sin dejar de mirarme, Harry sabía perfectamente que no podía mentirle mientras si vista esté conectada a la mía.

—Solo... He discutido con Max. Pero creo que exageré —suspiro.

—Nunca nada es una exageración. Sydney —Harry sujeta mi mentón, obgligandome a verle—¿Eres feliz?.

No, no lo soy, no quiero ser feliz sin ti. Pienso—Sí. Lo soy —respondo.

—Pues que suerte tiene —dice cabizbajo.

—¿Quién? —pregunto.

—Max. Desearía volver el tiempo, y ser yo quién te haga feliz. —puedo notar como su mandíbula se aprieta y como su sojos comienzan a cristalizarse—Max tiene suerte. Se ganó la maldita lotería contigo, Sydney —sonríe tratando de ocultar las lágrimas que se deslizan sobre sus mejillas.

¿Cómo?, ¿cómo le explico que no puedo dormir en las noches, sin antes llorar colo una niña?, ¿Cómo le explico que mi corazón estaba herido?—La mejor época de mi vida fue cuando te conocí. Juntar mi juventud con conocer a tu primer amor, es algo que jamás vas olvidar —hablo tratando que mi voz no se quiebre.

—¿Primer amor? —sonríe mostrando unos hermosos hoyuelos—¿Fui tu primer amor? —pregunta.

No puedo evitar reír cuando veo como hace bailar sus cejar pícaramente—Pues sí... Lo fuiste —Sonrío.

—Tu siempre fuiste y serás el mío. Desde esa noche, no hubo un día en el que no pensara en ti. Entonces me di cuenta. Que era un desastre sin ti, Sydney Roberts. —Harry sujeta fuerte mi mano mientras se acerca más a mi.

Puedo sentir como su brazo rodea mi espalda, haciéndome sentir segura, su vista esta pegada en mis labios así que no espero que lo haga. Sujeto su mejilla acercandolo hasta ellos. Emociones dentro de mí se empiezan a derrumbar, mis lágrimas salen sin alguna explicación, dándome a entender cómo mi cuerpo y todo dentro de mi lo necesitaba. Sus caricias en mi cabello y sus besos eran tan suaves y delicados, que podía sentir mi piel erizarse. Mi corazón estaba tranquilo, sin embargo latía fuerte. Puedo sentir como sus mejillas están húmedas por las lágrimas que derrama.

Desearía quedarme así siempre, con él, detener el tiempo y que jamás se vuelva a ir. No lo quería compartir con nadie, no quería ser de nadie más, quería ser suya. Siempre suya.

—¿Por qué te fuiste? —susurra cuando se despega de mis labios—¿Por qué lo hiciste?

Retrocedo un poco cuando escucho sus palabras. Sus ojos estaban rojos, no paraba de llorar, sin embargo su expresión era tranquila—Yo no decidí irme, Harry. Creí que te habías ido para siempre —susurro.

—Prometiste que nunca me dejarías, y lo hiciste. Nada te importo —mi corazón comienza a romperse cuando analiso cada una de sus estúpidas palabras.

Lo observo. Siento como mis manos tiemblan al sentir la impotencia de no poder expresarle con palabras todo el dolor que sentí cuando se fue—Si tan solo me hubieras visto como lloré... Como suplique al cielo o a quen me pudiera escuchar... Qué volvieras —mi voz se quebranta—Jamás me buscaste. Es a ti a quien no le importó.

Lo veo por unos segundos esperando que diga algo, sin embargo no lo hace. Niego con la cabeza para después ponerme de pie e irme, sin embargo dice algo.

—Yo no fui el que rompió todas las promesas —me detengo en seco.

—No lo merecía, ¿sabes?. No merecía todo el dolor que sentí cuando te fuiste, Harry, no lo merecía. —camino hasta el empujandolo.

—Yo tampoco merecía que me abandonará, Sydney. Que me abandonaras cuando más te necesitaba —responde con tranquilidad.

—¡No te abandone!, yo no te abandone. Y lo sabes. —la impotencia vuelve a quemarme viva, haciendo que lo empuje una y otra vez, inútilmente ya que el parece no sentir nada—Yo quería cumplirlas todas, Harry. Pero tu no me dejaste —hablo apenas entendíble por todo el llanto que se apoderaba de mi en estos momentos—Creo que ya no congeniamos. Debo irme —susurro.

Harry me mira pero de nuevo de queda callado, como si no le importara una mierda. Me giro para caminar lejos de él, sin embargo, siento su mano tomarme haciéndome girar para envovlerme entre sus brazos.

—No dejaré que te vayas así. No te perderé de nuevo.

S A F E || Segunda Temporada || H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora