Beloved Hearts | L.H

❥ 9

Bella

—Prometo no llegar muy tarde —le dije a mi madre una vez había bajado de las escaleras.

—Diviértete cariño, llega a la hora que quieras llegar solamente cuídate mucho y sabes que si pasa algo puedes llamarme a la hora que quieras y las veces que quieras —le sonreí.

—Te amo, te veré después —me acerqué a ella para dejar un beso en su mejilla y después salir de casa.

Me subí a mi auto y puse la ubicación que Austin me había dado, estaba en un hotel muy cerca de la ciudad de Los Ángeles, nos quedaría demasiado cerca Money's llegaríamos rápido.

Esta vez había decidido bajar las ventanas sabiendo que el aire podía despeinarme, pero lo prefería. La música de Zayn deleitaba mis oídos, estaba tan feliz escuchar nueva música de él después de tres largos años.

La espera había valido la pena, mientras cantaba la canción de Better había llegado al hotel donde Austin estaba quedándose, me detuve y le envié un mensaje diciéndole que estaba afuera, su repuesta fue rápida y cinco minutos él estaba saliendo del hotel.

El abrió la puerta y se subió a el auto y me dio una sonrisa amable y yo hice lo mismos.

—¿Qué prefieres, las buenas noches o un hola? —puse una de mis manos en mi barbilla como si estuviera buscando una respuesta.

—Un hola, creo que las buenas noches como saludo es algo formal es mejor usarlas como despedida.

—Qué buena respuesta. Hola Bella.

—Hola Austin.

—Te ves muy hermosa...lamento si eso pudo llegar a incomodarte —le sonreí.

—No pasa nada, gracias tú también te ves muy bien.

—Gracias, significa mucho viniendo de una modelo como tú.

Únicamente le sonreí y me puse en marcha escuché como el tarareaba la canción de Dua Lipa que en ese momento se estaba reproduciendo, le subí un poco más y me anime a cantar y a los pocos minutos él se unió a mi.

Y así fue hasta que llegamos al lugar, antes de llegar le había dicho que subiría las ventanas a lo que él aceptó sin más, pude ver los paparazzi en espera, sabía que en el momento en el que bajara los flashes caerían como lluvia. No sólo en mi, si no que también en él.

Carajo...

Creo que esto no lo pensé muy bien.

Los flashes estaban comenzando a marearme por lo que puse una de mis manos frente a mis ojos y caminé lo más cerca de Austin para tomarlo de la mano y hacer que caminara lo más rápido los de seguridad nos ayudaron a pasar con más facilidad.

—¿Qué tan seguido te pasa esto? —preguntó una vez que estábamos adentro.

—Más de lo que quisiera.

—Debe de ser muy cansado y estresante...

—Lo es, pero es la vida que he elegido y a pesar de todo me gusta.