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Bella





Terminé de colocarme los zapatos para salir de la habitación, se nos estaba haciendo tarde, se supone que habíamos quedado en vernos a las tres de la tarde.

Y faltaban quince minutos para las tres y teníamos que conducir desde Santa Mónica hasta la ciudad de Los Ángeles.

Detestaba llegar tarde así que no me permitiría hacerlo, Stella había agendado una cita para probar vestidos unos días antes y me había invitado ya que desde que supe que se casarían me lo ha pedido y por fin se ha dado la oportunidad.

Jolie y mi mamá venían conmigo ya que también acompañarían a Stella, al igual que una de sus amigas ya que su mamá no se encontraba en la ciudad así que ella estaría presente de forma virtual.

Stella sabía de mi puntualidad y por esa razón cuando el reloj marcó las tres en punto ella comenzó a llamarme por teléfono, pero por obvia razones no pude atender así que lo hizo Jolie, explicándole a nuestra cuñada la razón por la que no habíamos llegado aún.

Hoy es el día de independencia así que mi familia había decidido que era una buena idea hacer alguna cena en casa de mis padres.

Así que después de la prueba de vestidos iríamos a preparar todo para la noche.

—Cuando yo me iba a casar con tu papá —comenzó mi mamá—. Estaba igual que Stella, no podía elegir un vestido para ese día tan especial...con mis amigas y tus tías recorrimos casi todo el país para encontrar el vestido de mis sueños. Fue toda una aventura inolvidable —sonrió.

—Mamá, ¿a qué edad te casaste?

—Me case a los 22, ya me faltaba medio año para terminar la universidad y tú papá ya lo había hecho y ya tenía un trabajo estable. Por eso decidimos casarnos a esa edad.

—Nunca me has enseñado tu vestido de bodas —le dije viéndola por el espejo.

—Algún día lo haré, aún no conservo por si alguna de ustedes quiera casarse y llevar el mismo vestido, como algún tipo de tradición. Cuando tu tía Rebeca se casó mi madre le heredó el vestido, ahora ese vestido esta en su familia, yo anhelé algún día llevar ese vestido, pero no se pudo.

—Eso es triste mamá —le dijo Jolie.

Mi mamá era la hija de en medio y ella fue la última de su familia en casarse a pesar de que tenía 22. Austin tiene 28 y es el primer hijo de mi mamá en casarse.

Cuando al fin llegamos al lugar acordado bajamos y entramos a el lugar encontrándonos con Stella y un par de sus amigas que ya había conocido antes.

—Bella —me saludó sonriente como siempre.

—Hola Stell.

—Taylor me había dicho que habías regresado a Los Ángeles pero ya sabes que este asunto de la boda me ha tenido muy ocupada —me dio un corto abrazo—. Hola Sonia —saludó a mi mamá—. Hola Jolie.

—Lo sé, no te preocupes por eso —le dije—. Me pone feliz estar acá contigo.

—Igual a mí.

—La señorita Butler —habló la mujer que estaba como recepcionista del lugar—. Ya pueden pasar —sonrió.

Así que ninguna perdió el tiempo y lo hizo, nunca antes había entrado a una tienda de vestidos de novia, está era la primera vez que lo hacía.

Aunque siempre me había hecho ilusión que la primera vez que lo hiciera, fuera para buscar mi vestido...

Suspiré un poco al ver todos aquellos vestidos blancos siendo exhibidos y un par de mujeres más haciendo lo mismo que nosotras veníamos a hacer.

Beloved Hearts | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora