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Luke




Había un sentimiento tan extraño en este día.

Desde que había abierto los ojos estuvo presente, sabía exactamente qué sentimiento era.

Soledad, arrepentimiento y algo de nostalgia.

Es su cumpleaños, está cumpliendo 25 y seguramente debe de estar mejor que nunca. Desearía estar con ella, desearía verla tan feliz como siempre ha sido.

Pero lamentablemente eso sólo será un deseo.

Sabía que Calum con los chicos irían, me cuestione muchísimo, no quería arruinarle el día a Bella, quizás ella no quiere saber nada de mi, más sin embargo termine haciéndolo.

—Deséale un feliz cumpleaños de mi parte Calum —dije en un hilo de voz.

Calum se quedó en silencio por uno segundos y me dio una respuesta afirmativa, estaba solo en casa, Petunia estaba conmigo así que era suficiente.

Las canciones que había escrito para ella vivían en mi mente y no se desaparecían en ningún momento, siempre estaban ahí, una veces más presentes que otras, pero siempre están.

Cada una de ellas, simplemente no podía dejar de pensar en ellas, en lo que había sentido mientras las había escrito, había sido algo difícil al inicio que pensé en dejarlas conseguí terminar de escribirlas con ayuda de los chicos. Red Desert había sido una de las primeras canciones que había escrito con referencias a ella.

Fue como revivir aquel día en el que estuvimos todo un día en un auto montados, escuchando música, comiendo comida rápida y recorriendo Nueva Galés. No podría olvidar ese día aún si yo quisiera hacerlo.

Habían sido los mejores seis meses de mi vida.

Creí que ya la había superado, eso pensé hasta hace unos días cuando ella estaba en todos lados, ahí pude darme cuenta de que no fue así.

Fue una tarde muy simple vi algunas historias que Calum había subido en todas las fotos Bella salía, se veía muy hermosa...sonreí al ver el arete que tenía en la ceja.

Uno de tus sueños se volvió realidad...espero que todos lo hagan.

Había anochecido, Petunia dormía, eso a hecho todo el día. Me acerqué a ella y bese su cabeza para levantarme de la cama e ir al baño para ducharme.

Unos minutos más tarde estaba saliendo de casa, estaba deprimiéndome para ser sincero, necesitaba salir y dejar de pensar en todo lo que tengo en la cabeza que en ocasiones me perturba y me impedía dormir.

Baje las ventanillas del auto dejando que el aire fresco entrará, hace mucho que no salía solo, únicamente salía de casa cuando los chicos me invitaban a algún lugar y en ocasiones no aceptaba ir.

Baje del auto y caminé hasta la entrada del lugar, esta vez decidí que no me preocuparía, sería una noche para relajarme, así que ignore el hecho de que unas cuantas personas me fotografiaron al entrar al lugar.

La música se escuchaba, el lugar estaba lleno y era de esperarse, pues era sábado casi todos los lugares nocturnos lo estaban los fines de semana. Busqué un buen lugar para poder sentarme, la música era buena, creo que esto había sido lo que más me gustó de este lugar.

La buena música que podías escuchar estando aquí, nunca me a gustado eso de salir solo a un bar, pero ahora mis amigos están en el cumpleaños de mi ex y Sierra no atendió mi llamada. Así que aquí estaba.

Había pedido algo para beber pero mi bebida nunca llegó y eso me disgustó de cierta forma así que tuve que levantarme e ir a la barra y podía perder mi mesa. Esta vez no pase entre la multitud la última vez habían pisado mi pie y habían tirado de mi brazo.

Al llegar me senté en una de esas sillas que estaban en la barra y esperé a que alguien atendiera. Estuve haciéndolo por unos seis minutos quizás, cuando apareció la chica de cabello desordenado.

—Hola, ¿qué te serviré en esta ocasión? —parece que me reconoció, me dio una sonrisa amable.

—Dame uno de tus mejores tragos.

—Tienes suerte, hoy acaban de presentar uno nuevo, este no tiene un nombre raro pero lo más seguro es que lo sea el oficial —reí un poco.

—Dame uno de esos, Bueno, antes de que lo hagas, ¿qué tan bueno crees qué es

Ella puso una de sus manos en su barbilla entrecerró los ojos, como si estuviera pensado la respuesta detenidamente.

—No lo he probado, pero muchas personas lo han pedido y les a gustado por lo que puedo deducir que debe de estar bueno.

—Eso basta, dame dos.

Ella asintió y desapareció estuve ahí sentado por cinco minutos más cuando ella llegó con dos vasos y ambos traían una sombrilla de color azul decorando.

—Aquí tienes —me deslizo los vasos hasta donde estaban mis manos.

—Gracias —tomé uno de los vasos y lo deslicé hasta su mano y ella frunció ligeramente su ceño—. Es para ti, así sabrás si esta bueno o no.

—No puedo beber, estoy trabajando.

—Solo será uno, aunque si no lo quieres aceptar lo comprendo —volvió a sonreírme, vi el vaso y luego volvió a verme.

—Lo aceptó, gracias —lo tomó.

—No hay de qué —alce ligeramente el vaso y bebí de él.

Ella hizo exactamente lo mismo, saboreé la bebida, tenía un buen sabor, sin duda lo que más resaltaba era la toronja. Ella estaba haciendo lo mismo.

Mantuvimos una conversación entretenida hasta que ella acabó el contenido del vaso y a los dos minutos había hecho lo mismo.

—Gracias de nuevo —alargó un poco lo último y entendí.

—Luke.

—Gracias de nuevo Luke, ahora tengo que irme o me despedirán.

—Comprendo y no fue nada Emma.

—Si necesitas algo más aquí estaré.

Medio sonreí y ella se giró para ir a atender a más personas que estaban esperando en la barra. Era simpática.

Beloved Hearts | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora