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18 de Marzo, 2021
Los Ángeles, California.






El sol desprendía más calor de lo normal en esta temporada y hora, el tráfico en L.A era bastante insoportable y aburrido.

Los semáforos rojos parecían ser eternos y ella no poseía de la paciencia suficiente como para estar montada en un auto con un calor extremo y autos pitando cada dos segundos. Se volvería loca si no avanzaban rápidamente.

Bella amaba la cuidad de Los Ángeles pero esto era algo que sin duda odiaba de ella, ella estaba de paso por su cuidad de regreso a su hotel donde se quedaría por esa noche ya que tenía que regresar a Nueva York, su nuevo hogar.

Había ido a ver a sus padres y a sus hermanos en Santa Mónica, pues Taylor tenía una noticia que dar.

La noticia era que se casaría con Stella en el verano o eso es lo que tienen planeado en el momento pero no es nada seguro aún. Bella estaba más que feliz por su hermano, al parecer su corazón no se había equivocado y había encontrado a la persona correcta.

Mientras que ella se había dado por vencida por segunda vez, se había convencido a ella misma de que el amor no era algo que formaría parte de su vida y se a estado concentrando más en su carrera que va en ascenso.

Había logrado pasar el semáforo verde y pudo ir por la carretera con más facilidad a los pocos metros vio su lugar favorito para tomar jugos y la verdad es que necesitaba uno en ese momento.

Se estacionó frente a él lugar, al bajar tomo sus gafas de sol, su móvil y su cartera entro a el lugar y escuchó la campanita que estaba en la puerta haciéndole saber a las personas que trabajan ahí que alguien nuevo había entrado, ella se dirigió a la barra para dar su orden y al hacerlo le regaló una sonrisa a la chica que la atendería.

—Buenas tardes bienvenida, ¿en qué pudo ayudarte?

—Quisiera un jugo de sandía con extra de hielo.

—Por supuesto, en seguida se lo entregan, serían dos dólares.

Bella saco los billetes de su cartera para dárselos a la chica y después de eso espero pacientemente por su jugo qué tan solo tardo unos pocos minutos.

—Gracias —dijo la rubia mientras sostenía su jugo.

—De nada, gracias por su compra y que disfruté de su jugo.

Bella le sonrió por última vez a la chica y se dio la vuelta con la intención de salir del local al abrir la puerta su celular vibró así que lo tomo la ver la pantalla y en ese momento sintió como su hombro se estrellaba contra algo o más bien contra alguien.

—Lo lamento —murmuró ella mientras le quitaba la vista a su celular y veía en dirección a la persona que estaba frente a ella.

Y cuando vio de quién se trataba se quedó en shock por unos segundos, observo detenidamente y después de eso sonrió.

—Esto de chocar con las personas es algo muy regular contigo, ¿no es así? —ella negó un poco divertida—. Hola.

—Hola de nuevo.

El moreno se acercó a ella y no dudo en abrazarla, la última vez que se habían visto había sido en su cumpleaños número 25 el cuál fue hace dos meses.

—Soy yo o cada vez te pones más hermosa —ella negó un poco y paso su mano por el cabello del chico.

—Los rizos definitivamente son lo tuyo. Que lindo es volver a verte Cal.

—Digo lo mismo, hace demasiado que no te veo y menos aquí en las calles de los ángeles —la rubia frunció un poco los labios.

—Mmm...hace casi cuatro meses que me mudé a Nueva York, creo que la última vez que nos vimos no lo mencioné.

Beloved Hearts | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora