Beloved Hearts | L.H

❥ 18

Narrador omnisciente

El mes de abril había pasado tan rápido que Bella apenas había asimilado la cantidad de cosas que había hecho en esas semanas, a penas había tenido un respiro.

Luke había estado ocupado con el álbum en solitario y el del grupo, Calum de vez en cuando intento hablar con Luke sobre lo de Bella, pero no lo logró.

Mayo había iniciado y la agenda de ambos rubios estaba algo llena, Bella tenía campañas, sesiones para portadas y algunas reuniones, no había visto el calendario hasta ese momento.

—No puedo ir ese día —repitió.

—Bella, tú misma has confirmado la fecha y ahora no podemos cancelarla, pudiste anticiparnos que tenías compromiso para ese día, no podemos cancelarlo, es en dos días. Todo esta organizado y tu presencia es clave.

—Es el cumpleaños de mi hermana, no puedo faltar.

—Lo lamento mucho Bella, pero me temo que tendrás que hacerlo, estamos hablando de una entrega de premios no de una sesión de fotos.

—Lo sé perfectamente Sabrina, pero es el cumpleaños de mi hermana, no puedo decirle que no iré.

—Te comprendo Bella, sé que amas muchísimo a tu hermana, pero no hay mucho que podamos hacer, tienes que ir si o si, todo está resuelto y no podemos hablar para cancelar a dos días del evento.

Bella se pasó las manos por el rostro algo frustrada, sabía que Sabrina tenía razón y de que no podía cancelar esa aparición pública, ella entregaría el premio de una de las categorías más esperadas de la noche. Por esa misma razón la habían contactado, ya que ella era una de las modelos más famosas de los últimos años.

—Haré una llamada —le avisó la rubia a la chica que estaba sentada frente a ella.

Tomó su bolso y salió de la oficina para ir en busca de un lugar en el edificio donde pudiera hablar tranquilamente, sus zapatillas se escuchaban perfectamente, después de dar un recorrido encontró un despacho vacío, entró y cerró la puerta detrás de ella.

Sacó su celular del bolso y buscó en su lista de contactos el nombre de su hermana y al hacerlo llamó sin pensarlo y se sentó en una de las sillas que habían mientras que esperaba a ser atendida.

—Hola Bella —la voz de su hermana Jolie se escuchó al otro lado de la línea.

—Hola Jolie —se acomodó sobre la silla—. ¿Estás ocupada?

—No para nada, bueno un poco, pero nada que no pueda esperar, ¿necesitabas algo?

—Solo hablaba para saludar y ver cómo estabas.

—Estoy bastante bien y feliz porque en dos días más te veré.

—Sobre eso Jolie...creo qué hay algo que tienes que saber —habló con un tono de voz bajo.

—¿Qué debo de saber?

—Jolie, no podré ir a Los Ángeles para tu cumpleaños, en verdad que lo siento mucho y que haría hasta lo imposible por ir y estar contigo, pero esta vez no creo tener poder para mover mis cosas o dejarlas.