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Luke



Felices 25 para mí.

Michael estaba en el suelo mientras comía unas Doritos, todos estábamos haciendo lo mismo, eran las 5 de la tarde y el calor estaba de los mil infiernos.

Estábamos únicamente los cuatro, el plan era hacer algo para comer en mi casa pero el calor estaba tan insoportable que decidimos comprar Doritos y unas cervezas.

Estábamos viendo caricaturas en el suelo comeindo Doritos. Bueno este día no puede ser mejor.

—Oye hermano, lamento que nada haya resultado como queríamos —hablo Ashton quitándole la mirada a la televisión.

—No te disculpes, creo que nadie contaba con que hoy haría mucho más calor de lo acostumbrado. Pero este es un buen plan para cumpleaños.

—En serio, merecías más que unas Doritos y unas cervezas, cumplir 25 es como cumplir 18 de nuevo —habló Calum.

—¿Cumplir 18 otra vez? —cuestionó Michael—. ¿Qué eso no es cuando cumples 21?

—¡Maldición Michael no mates el momento! —farfulló el moreno y solté una risa.

—Otro día podremos hacerlo...

—A veces detesto tu conformidad con las cosas Hemmings.

Reí un poco, cerré los ojos disfrutando de la sensación de tranquilidad que todo esto me transmitía. Desde la mañana había teñido felicitaciones por parte de varios amigos, de mi familia y por supuesto de la fam.

Me sentía tan bien.

Y aunque este día lo imaginaba de una forma muy distinta estaba disfrutando pasar la tarde con ellos mientras veíamos caricaturas mientras comíamos Doritos en el suelo. Me hacía tener muchos recuerdos.

—En serio que ustedes dos son la cosa más linda que he visto en mi vida...

Abrí los ojos viendo el techo blanco de la sala de estar...hace bastante que había dejado de ponerle atención a la televisión y me había concentrado en mis pensamientos.

En Emma.

Después de ese beso, no he podido sacarla de mi cabeza en ningún momento.

En la forma incondicional en la que estado conmigo apoyándome junto con los chicos en este mes que ha sido uno de los más importantes para mí. Ella siempre estuvo presente, felicitándome.

Emma era una persona con una amistad muy incondicional de eso no me cabía duda alguna, lo supe desde ese día que la conocí en el bar.

Su espontaneidad sin duda la caracterizaba, lo fresca y trasparente que era. Haciéndome pensar en las capas que tenía para intentar ocultar.

Las horas pasaron y el calor comenzó a despedirse de la ciudad, haciendo que los chicos retornaran sus ideas, comenzaron a hacer un montón de cosas y llamaron a más de mis amigos, incluyéndola.

A las 8 de la noche, todo estaba perfectamente ambientando y Petunia estaba siendo el gran centro de atención.

Escuchaba risas por parte de mis invitados y la música que Michael se había ofrecido en seleccionar.

—Parece que ella está disfrutando toda la atención —murmuró Emma sentándose a mi lado. Me volteé para verla.

—Tienes razón ella está disfrutándolo.

—¿Y tú lo estás haciendo? —estábamos un poco alejados de la música por lo que podíamos hablar con tranquilidad.

—Lo estoy —aseguré.

—¿Ya dije lo bien que te queda el color azul? —canturreó.

—No lo creo —ella sonrió y una de sus manos fue hasta el borde de mi camisa acomodándola.

—Pues, te ves muy bien, definitivamente este color es tuyo.

—Gracias...—vi hacia mis pies—. Emma —regrese a verla—. Creo que necesito hablar contigo sobre lo qué pasó hace unas noches.

—¿Sobre el beso?

—Si sobre el beso...—murmuré—. Sabes aún no estoy bien, hay tantas cosas que necesito sanar y otras que requieren ser olvidadas. No quiero enredarte en mis problemas personales, eres una grandiosa persona y valoro demasiado la amistad que me has ofrecido estos meses, pero no creo que lo nuestro pueda pasar a ser algo más que una muy buena amistad, quizás no ahora. Así que me gustaría que solo fuéramos amigos Emma, no me gustaría hacerte ilusiones de las que quizás no tengan mucho futuro ahora. Solo quiero estar bien contigo y también conmigo. Espero que lo entiendas y también espero que todo siga igual entre nosotros.

—Luke, claro que te comprendo y respeto tu decisión y nada me gustaría más que seguir conversando tu amistad y siempre contarás conmigo sea lo que sea. Porque eso hacemos los amigos. Estaré siempre que necesites de alguien.

Le di una sonrisa, ella me la devolvió para luego acercarse y darme un abrazo. Así de fácil era hablar las cosas y dejarlas claras desde un inicio.

—¡Ustedes dos que hacen hasta allá, la fiesta es aquí! —llamó Calum haciendo señas para ir hasta donde estaban ellos.

—Es mejor que vayamos, antes de que Calum se ponga pesado —le dije poniéndome de pie.

—Tienes razón —rió un poco, imitando mi acción.

Con pasos largos llegamos hasta donde estaban y Calum no perdió el tiempo y fue a darme un abrazo mientras besaba mi mejilla.

—Felices 25, hemmo.




Continué...

Beloved Hearts | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora