Beloved Hearts | L.H

❥ 56 [parte I]

Narrador omnisciente

5 de abril, 2022
Nueva York.

—Dame un descafeinado, por favor.

—Si claro, sería para tomar aquí o para llevar.

—Para tomar aquí.

—Bien, puede tomar asiento en unos minutos le estarán llevando su café.

Bella le dio una sonrisa amable a la chica mientras se dirigía a una de las mesas vacías del local.

Las luces del sol atravesaban los ventanales del lugar iluminando el amplio lugar blanco, con una decoración minimalista.

Bella sacó su celular para navegar un poco en sus redes sociales mientras esperaba por su café.

La primavera estaba comenzando a hacer presencia en los días y lo que había sido el invierno se habían convertido en recuerdos.

Muy bonitos. En la perspectiva de la rubia.

Durante los últimos meses Bella ha tenido una pequeña obsesión con esa aplicación llamada TikTok de la que todo el mundo hablaba desde hace un par de años.

Y ella se aseguraba que cada que quisiera entrar tenía que ser cuando no estuviera muy ocupada ya que siempre que lo hacía era muy difícil para ella dejar esa app.

¿Pero como culparla? Si cada dos segundos se aparecían más vídeos de su gusto haciéndole imposible abandonar esa red. Intentaba no reírse demasiado fuerte para no interrumpir cualquier actividad que las demás personas que se encontraban en la cafetería estuvieran haciendo.

Por el rabillo del ojo vio como un grupo de chicas se levantó de una mesa para ir en dirección a la salida y no tardó mucho en escuchar aquella campanita en la entrada avisando que alguien había entrado o en ese caso salido.

—Un café frío, por favor...

Al escuchar esa voz, Bella creyó que se trataba de alguna jugada de sus pensamientos y entonces volvió a escucharla, con cuidado quito la vista de su celular para dirigirse al mostrados donde había estado minutos antes y entonces confirmó lo que creyó.

Él en verdad estaba ahí.

Vestía una camisa blanca con unos pantalones de vestir marrones y unos converse negros. Estaba de espaldas así que en el momento que se giró con la intención de alejarse del mostrador sus miradas inevitablemente se encontraron.

Luke se quedó un poco perplejo al verla que no se movió ni un poco. Mientras que Bella estaba tratando de reaccionar y hacer cualquier otra cosa que no tuviera mucho contacto visual de intermedio.

E hizo quizás lo más insensato para la situación.

—Hola —ella lo saludó con gesto amable.

—Hola —él respondió de la misma manera.

—¿Esperas tú café?

—Sí, necesito algo para recuperar energías, ¿tú?

—Hago lo mismo. No tenía idea de que tú y los chicos estuvieran en Nueva York.