Beloved Hearts | L.H

❥ 47

Narrador omnisciente

El esperado último día de la semana de la moda en Nueva York.

Bella estaba siendo maquillada por última vez en la noche, este era el cierre y había tenido el honor de cerrar la pasarela.

Y de portar el vestido más hermoso de toda la colección si duda alguna.

Se sentía nerviosa, no importaba cuando tiempo llevara caminando en pasarelas para personas bastante duras, no dejaría de sentir ese abrumador nerviosismo.

Le consolaba un poco el hecho de que Austin había podido asistir, pero también sabía que tendría que despedirse de él.

Ya que después de que la pasarela terminara él tenía que ir al aeropuerto y tomar su vuelo con destino a Londres.

—¡5 minutos Bella!

Ella tomó respiro profundo relajando su cuerpo. Terminaron de hacer los retoques en el maquillaje, ropa y cabello al igual que los zapatos para no tener algún inconveniente.

Al ponerse de pie no tuvo que pasar más que un par de minutos para que estuviera en la pasarela dando lo mejor de sí misma y entre todas las personas pudo verlo a él.

Viéndola con aquella sonrisa alentadora que tanto le gustaba y tranquilizaba, tuvo que luchar por no sonreír totalmente enamorada.

Fue bastante complicado, más de lo que ella creía. Pero pudo lograrlo.

—¿Cómo pudo describirte lo hermosa que te veías ahí? —la encantadora voz del chico se hizo presente haciendo que una sonrisa se dibujara en el rostro de la rubia.

—¿Qué tan bien crees que lo hice?

—Yo diría que más que bien, lo hiciste perfecto.

—Como quisiera que te quedaras un poco más...

—Yo también quisiera hacerlo, pero tengo que regresar a Londres y terminar con lo que dejé allí para poder estar disponible para la boda de Stella y Taylor, eso de no dar una fecha me aterroriza.

—Igual a mí.

Austin se quedó con la rubia unos minutos más pero tuvo que despedirse o perdería el vuelo, mañana era la Met Gala y ella solo quería que él estuviera con ella, pero sabía que tenía cosas que hacer en Inglaterra.

Al día siguiente fue como si aún estuviera preparándose para alguna pasarela, pero ahora era para uno de los eventos de moda más importantes del año.

Había planeado todo lo que usaría esa noche de manera meticulosa, sin dejar nada afuera, desde el cabello hasta el color de las uñas de los pies. Todo estaba bajo control.

Tenía que estar saliendo del departamento antes de las 7 así que había tiempo suficiente, para cada cosa que había por detallar.

Unas horas después de arduo trabajo habían conseguido la apariencia esperada y Bella estaba más que satisfecha con el resultado.

Desde chica el Met Gala era lo único que le gustaba más que a nada sobre la moda y ahora ser una de las invitadas que no podía faltar le fascinaba. Apenas podía creerlo.