Capítulo 2

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Minutos después de que Saori me llamará me levanté de mala gana de la cama para ir a bañarme. Me di una larga ducha dejando que el agua cayera sobre mi cabello y mi cuerpo, intentado que está borrará la resaca. Salí del baño con una toalla alrededor de mi cuerpo y una en mi cabello; tomé el conjunto de ropa interior y me lo puse para luego volver a ponerme la toalla, camine hasta mi enorme e innecesario armario para sacar unos shorts de blue jeans y una camiseta blanca de tirantes, cuando estaba apunto de peinar mi cabello, la puerta de mi habitación se abrió de manera estruendosa haciendo que mi dolor de cabeza aumentará.

-¡BUENAS!.- Más el grito de Saori era obvio que hoy mi dolor no se iría.

- Cállate.- le grite furiosa lanzandole la toalla de baño húmeda dando directo en su cabeza.

- Uy, alguien se despertó de mal humor.- Dijo con burla mientras se quitaba la toalla de su cara.

- Que te calles.

- Bien, bien, ten.- Me tendió una pastilla.- Para la resaca.- Sonrió.

- Por eso te amo.- Le dije con una sonrisa.

- Hace dos minutos me gritaste que me callara y me arrojaste una toalla en la cabeza.

- Es que hace dos minutos eras insoportable.- Dije tomandome la pastilla con un vaso de agua que había sobre la mesa de noche.

- Gracias.

- Por nada, ¿Que haremos hoy?.- preguntó tirándose en mi cama, comencé a peinar mi cabello, estaba más largo.- ¿Esta más largo no?.- Dijo Saori con la vista en su teléfono.

- Si, creo que lo cortaré.- Dije sin pensar y los ojos negros de Saori dejaron su teléfono para chocar con mis ojos verdes.

- ¿Estás loca?.- Dijo con una voz exageradamente chillona.- No te lo vas a cortar, tu eres lava, si te cortas tu cabello dejaras de ser lava porque ya no caerá como si fuera lava saliendo de un volcán, no te lo vas a cortar porque no te lo voy a permitir.- Dijo dando un argumento bastante estúpido.

- Eso es estúpido, o sea ¿Qué mi cabeza es un volcán? ¿Me llamaste volcán?.- Le pregunté con finjida molestia.

- No, te llamé lava, no volcán.- Dijo soltando una carcajada.- Solo no te lo cortés Lina, tu cabello es tu marca, pero ignorando ese tema ¿Que haremos hoy?.- volvió a preguntar.

- Nada.- Dije haciendo una trenza en mi cabello para luego acostarme a su lado.

- ¿Cómo que nada? ¿La bebida te trastorno la cabeza?

- No, es solo que no se que haremos.

- Bueno, sabes que mis padres tienen pensado ir a Aspen este año, dijeron que era momento de pasar más tiempo juntos y todo eso.- Dijo soltando un bufido.

- Eso es bueno creo.- Mientras el bombillo en mi cabeza se encendió.- ¡Ya se que haremos hoy!.- Grite entusiasmada por la idea, pero de repente me arrepentí al sentir la punzada en mi cabeza otra vez.

- ¿Mala idea gritar?.- El tono de burla en su voz era más que claro.

- Ya cállate, ven.- le dije levantándome.- Espera, ¿Quien te abrió?.- Le pregunté.

- Sue.- Dijo sin importancia.

- ¿Mi madre? ¿Liam?

- No están, Liam se fue a la casa de un amigo, y tu madre...

- En la oficina.- Termine por el.

- Exacto.- Saori me miró con atención esperando a que dijera algo referente a ese tema, pero simplemente no me importo.

- Vamos.- Le dije levantandome de la cama con la energía y el entusiasmo recorriendo mi cuerpo.

Salí de mi habitación hasta llegar a la cocina seguida de Saori, Sue ya debía de estar camino a su reunión en el asilo, así que tome una manzana mientras planeaba como haría lo que tenía en mente.

- ¿En qué piensas?.- Dijo el chico con rasgos asiáticos sentándose frente a la isla.

- En qué quiero un parque acuático.- dije con una sonrisa torcida.

- Oh no, Lina.

- ¿Que?.- Dije finjiendo inocencia.

- Conozco esa cara, y cualquiera pensaría que hablas de querer ir a un parque acuático como las personas normales pero tú eres todo menos normal.- dijo negando con la cabeza.

- Y según tu ¿De que hablo?.- le pregunté.

- ¿Del 1 al 10 cuánto nos meteremos en problemas?.- Preguntó dudoso.

- Tú no te meteras en problemas, en cambio yo...- Dije divertida.- Tu solo llama a los chicos y diles que abra piscinada en la casa de Lina.

El rostro de Saori fue de duda al principio pero luego saco su teléfono escribiendole a la mayoría de los chicos del instituto. Salí de la cocina y fue directo al patio trasero, el agua de la piscina era cristalina y provocadora, camine con dirección al garage entrando en el encontré lo que necesitaba, una sonrisa apareció en mi rostro. Subí hasta mi habitación corriendo buscando mi traje de baño, Saori entro a mi cuarto con una mueca en su cara para luego decir;

- ¿Que me pondré yo?

- Creo que dejaste uno de tus shorts de playa la última vez que viniste.- le dije entrando al baño para cambiarme. El traje de baño era sencillo de dos piezas de color negro, mi cabello rojo seguía atado con la coleta que llegaba un poco más abajo de mi cintura, el traje de baño me quedaba perfecto, las pequeñas pecas en mi rostro eran casi imperceptibles, mis ojos verdes estaban brillosos, y mi piel estaba algo bronceada, mi nariz era algo respingona, mis cejas eran pobladas y mis pestañas eran pocas pero existían.

Me coloque un vestido transparente y salí en dirección al garage, llamando a Saori en el camino, cuando llegamos a el tome una de las cajas pero como siempre no calcule que pesaria tanto y termine cayendo al suelo con todo y caja.

- ¡Auch!.- solté un quejido cuando mi trasero tocó el suelo.

- ¡Lina!.- la voz de Saori llegó a mis oídos y a los minutos lo sentí detrás de mi.- Ven te ayudo.- Se ofreció tomando la caja.

- Gracias.- le agradecí limpiando mi vestido.

- ¿Que es...- Se callo cuando vio lo que había dentro de la caja.- Nos meteremos en problemas.

- La vida se hizo para divertirse, que la sociedad impusiera límites para hacerla "correcta" no significa que nosotros debamos seguir esos límites.- Le dije con seriedad.- Vamos.- Sonreí.

El encanto de LinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora