Capítulo 13

43 4 4
                                    

Abrí la puerta de mi auto destilando rabia; Mi cabeza dolía, tenía unas terribles ganas de vomitar cada que recordaba la intención en sus ojos de querer acercarse a mi. Tomé una profunda respiración y comencé a conducir en dirección a mi casa, mi teléfono comenzó a sonar pero no conteste, pasaron unos minutos hasta que llegue a casa, me estacione y baje del auto. Mi padre no estaba así que entre y subí las escaleras con urgencia en dirección a mi habitación, me di una ducha rápida y tome una Aspirina para intentar calmar el dolor de cabeza, tomé el uniforme y me lo coloque con rapidez mientras que mi teléfono seguía sonando pero lo ignore.

Cuando me termine de arreglar tome mi mochila junto con mi teléfono y baje a la cocina, me comí unos de los sándwich que mi hermana siempre prepará cuando está molesta y volví a salir de la casa. Lance más cosas en el asiento del copiloto cuando me senté en el del conductor, mi mente recopilaba las pocas cosas que recordaba de anoche; Yo jugando beber pong, yo besando y manoseando a Ellie en medio de una sala llena de personas, en la habitación, las botellas, los muffins, la música, las chicas a mi alrededor.

Me golpee mentalmente cuando me di cuenta de que estaba distraído. Iba a llegar más tarde si no me apresuraba, encendí el auto y comencé a conducir hacia mi instituto, lo último que necesitaba era una infracción por llegar tarde o un accidente por no prestar atención a la carretera.

[...]

Me detuve frente al instituto y baje del auto con mis cosas no sin antes tomar mis gafas oscuras, me las puse cuando el sol me dió contra la cara logrando que soltará un gruñido de dolor por la punzada en mi cabeza. Parece que la pastilla no hizo nada. Camine hasta llegar a las puertas de cristal de la fachada de piedra, me hicieron el debido procedimiento para poder entrar, y para mí suerte no me dijeron nada por llegar tarde, camine por el pasillo buscando el salón donde tocaba mi clase correspondiente.

Cuando iba llegando a el una morena y una castaña me saludaron con un beso en la mejilla cada una y yo estaba tan confundido que no entendí nada cuando la morena habló;

- Estuvo increíble.- Dijo con voz melosa y la castaña asintió dándole la razón. Yo solo pude asentir y apartarme para entrar al salón.

¿Hice un trío anoche? ¿Qué puta droga me metí como para no recordarlo?

Al entrar al salón la profesora no estaba, se encontraban la mayoría de los alumnos en sus asientos pero aún así faltaban. Supongo que no fui el único que se fue de fiesta anoche.

Subí los escalones para sentarme en mi mesa, aquella que estaba en la última sección donde solo yo me sentaba porque los demás ya tenían su pareja de pupitre, pero este año parecía que mi suerte empeoraba al ver que había una chica sentada en mi silla. A medida que me acercaba me di cuenta de que estaba hablando por teléfono, su voz se me hacía conocida al igual que su cabello, pero me dolía la cabeza como para intentar recordarlo.

Deje caer mi bolso sobre la mesa logrando que dejará de hablar por teléfono y su atención se posará en mí. Mi entrecejo se frunció al ver quién era, esto tenía que ser una broma ¿Verdad? ¿Seguía borracho y me la estaba imaginando?

- ¿Otra vez tú?.- Me quejé al ver que si era real.

- Ash. El amargado.- Me contestó con su voz cargada de molestia.

Luego de eso se dió la vuelta y volvió su atención al teléfono ignorandome, rodé mis ojos y me senté a su lado, no me iba a mover está siempre había sido mi silla.

- ¿Te vas a sentar aquí?.- Me preguntó tapando el micrófono con su mano. Sus ojos verdes me observaban con molestia.

- Si.- Respondí con sequedad para que dejara de molestarme.

El encanto de LinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora