Habiamos llegado al centro de paracaidismo para principiantes hace como unos quince minutos, Saori estaba más nervioso que yo y se supone que el no se iba a lanzar.
- Saori cálmate, ni siquiera te vas a arrojar tu.- Me quejé al ver cómo movía sus manos nervioso.
- Lina, esto es una mala idea, imagínate que el paracaídas esté roto, o algo salga mal y tú estés a miles de pies sobre la tierra y mueras.- Hablo ansioso.
Rodé mis ojos y abrí la puerta del complejo, ya que mi miedoso amigo me había retenido en la puerta, cuando voy a pasar, me volteo para tomar a Saori pero dos voces me hacen distraerme.
- ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favorrrrrrr! Por favorsitooooo.- La voz de una adolescente llama mi atención.
Mis ojos la ven junto a un chico que parece de mi edad, es más alto que yo, piel blanca, sus brazos son gruesos, y no logro detallar bien su rostro porque trae gafas y una gorra de béisbol.
- Lin, mejor vamonos, podemos hacer otra cosa.- Insistió por quinta vez Saori, apartando mi vista del chico entre al complejo seguida de un muy nervioso Saori, camine hasta la recepción y saludé con una sonrisa a la chica que se encontraba en ella.
- Buenos días.- Dije con mi voz entusiasta como siempre, la chica levanto la mirada y me sonrió haciendo que le devolviera el gesto. Sus ojos eran cafés, cabello oscuro y piel blanca, era linda.
- Hola, tú debes ser ¿Stuart?.- Pregunto mientras revisaba una hoja.- ¿Lina Stuart?
- Así es.
- ¿Cuántas personas van a practicarlo?.- Pregunto al ver que no venía sola.
- Solo yo.- Dije entusiasmada.
- ¡Por favorrrr aleeeeckkkkkk!.- Volví a oír la voz de la chica, gire para poder verla, era baja, cabello negro, ojos azules, nariz respingona y un buen cuerpo para su edad, la cual calculo debe de tener unos ¿15? ¿16? Diriji mi mirada a la encargada cuando la voz del chico se hizo presente. Fue frío, y seco.
- Te dije que no, Tamara.
Sentí un leve escalofrío en mi nuca, pero lo ignore, la chica se centro en unos papeles y luego dirijio su mirada hacia mi.
- Bien, ya llenaste el formulario por lo que solo tenés que firmar esto, y luego te llevaré a dónde te cambiarás y conocerás al instructor con el que te arrojaras, ¿Ok?.- Me explico.
Saori nego con la cabeza y yo asentí, pasamos a la sala de espera luego de que firmara el documento, los dos chicos que venían antes de nosotros estaban llenando los formularios, el chico seguía con las gafas de sol puestas y una mueca en su rostro al ver que la adolescente le insistía.
- Tamara ya, no me voy a arrojar contigo.- Le dijo sentándose en unas sillas algo lejos de Saori y de mi, la chica lo siguió bufando.
- Aleck, no te cuesta nada hacerlo.- «Aleck» Que nombre tan raro, ¿Quien mierda se llamaba Aleck? Aunque debo admitir que es original.
- Tamara ya.- Le respondió el tal Aleck.
- Lina deja de ser cotilla.- Me dijo Saori.
Rodé los ojos y aparte la vista de ambos chicos, luego de unos minutos el chico volvió a levantarse a entregar unos formularios de mala gana, la chica «Tamara» Tenía una sonrisa de victoria en su rostro, y era obvio que quería saltar de la emoción. La chica de la recepción entro seguida de tres hombres altos, y delgados pero aún así se podía decir que estaban lindos.
- Ellos serán sus instructores, les indicaran en dónde deben de cambiarse, y se arrojaran con ustedes.- Nos dijo la chica con una sonrisa.
- Mi nombre es Manuel, ellos son Samuel y Green.- Dijo apuntando a los dos sujetos a su lado.
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El encanto de Lina
Teen Fiction**Este es un borrador, contiene errores** Imagínate dos mundos completamente diferentes; uno es radiante, osado, rebosante de luz, alegría y diversión... En cambio el otro es un tanto más distinto; reservado,oscuro, cuidadoso y muy, pero muy, amarga...