El encanto de Lina

Capítulo 30

5 días después.

Por primera vez desde que acabaron las vacaciones mi vida ha ido extrañamente bien. Mis clases se volvieron interesantes, al igual que mis compañeros, he hablado a diario con Liam, ya que, por alguna razón, mi madre decidió permitir nuestra comunicación. No he tenido inconvenientes y la presión que los socios ejercían sobre mi disminuyó...

Observo como mis compañeros entran al salón, mis ojos caen en el asiento vacío junto a mí, Aleck no vino hoy, y muy a mi pesar debo admitir que se nota su ausencia, sin embargo, eso nunca lo diré en voz alta. El último en entrar es el profesor y hago una mueca cuando comienza a hablar sobre el tema.

Esta clase, específicamente, me aburre demasiado. Aleck era el que solía tomar apuntes y prestarle atención, pero mi dulce compañero me envió un mensaje esta mañana donde dejaba claro que si no prestaba atención tendríamos problemas. Aunque su amenaza no me infligía miedo, hice mi mejor esfuerzo por comprender el tema.

Dado que, en el Elite la mayoría de los trabajos eran en pareja, específicamente, con tu compañero de asiento. Estaba atada a Aleck por el resto del curso, yupi. Comienzo a escribir y hago una mueca cuando dice que tendremos un trabajo en grupos de cuatro.

—Stuart y Jouns—dice el profesor y alzo la vista hacia él, quién asiente en mi dirección y dice; —Harán equipo con Ferrel y Maxwell—maldigo en voz baja—Y su tema de investigación serán las "Organizaciones delictivas", deberán investigar cómo funcionan; su rango de poder y el impacto que tienen en la política.

Suelto un suspiro.

» La entrega de esta presentación será dentro de dos semanas, y vale el 70% de su calificación—continúa, dirigiéndose a todo el grupo—Subiré el resto de las preguntas a la plataforma de la institución.

Sin esperar afirmación retoma la clase y hago mi mayor esfuerzo por no dormirme y copiar algo de lo que este señor está escribiendo, pero mi celular vibra atrayendo mi atención. Lo coloco debajo de la mesa y abro el mensaje.

Aleck:

Dime que entendiste la clase de Bertham.

Medito que responder, pero no se me ocurre nada así que no lo hago. Pasado los primeros cinco minutos mi celular suena, pero al revisar es solo un mensaje de Saori, así que lo ignoro y vuelvo a lo mío.

[...]

Reviso mis redes sociales mientras termino de comerme una galleta y espero a que Saori llegué, mi tío insistió en venir por mí, pero me negué. No necesito que un pelirrojo de casi dos metros que llama la atención muchísimo más que yo me busque en una de las instituciones más privilegiadas, donde el 80% de los estudiantes son hijos o familiares de las personas más influyentes del país. No. Mejor no.

Doy un último mordisco y, por alguna razón, levanto el rostro hacia el estacionamiento y mi corazón se detiene al conectar mi mirada con la suya. Trago saliva y los sucesos de los días pasados chocan contra mí. Después de esa tarde en el pent-house Aleck y yo... Mmmm, digamos que ya era más sencillo existir a su alrededor. Hablábamos a menudo, tanto en el Élite como por mensaje, solían ser cosas banales, pero algunas daban paso a conversaciones profundas, esas eran la mejor parte de conversar con él.

Creo que nos volvimos amigos.

Sin embargo, no dejaba de estar nerviosa cuando se acercaba demasiado, o esos momentos en que sus ojos no se despegaban de mí y parecía estar sumergido en un mundo totalmente distinto donde solo existía yo. Pero, sobre todo, la cosa se complicaba cuando surgían las preguntas extremadamente personales, Aleck se colocaba rígido y dependiendo de su estado de ánimo respondía, yo por mi parte, prefería evitar varias de esas.