Capitulo 1: La Oportunidad.

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Noviembre 2000.

Hoy me deben de confirmar mis jefes si tengo o no el permiso pagado para redactar la historia en una localidad remota a 600km de mi ciudad.

La idea se me ocurrió a mi, pensaba que se la iban a dar a otro compañero, debido a que soy mujer y pues, bueno, todos sabemos los comportamientos machistas de los hombres y como ellos siempre se tienen que quedar con todas las aventuras de la vida, mientras nosotras solo criamos a sus hijos. Pero la respuesta de mi colega y Jefe, Joe, un hombre de mediana edad, bastante conservador, pero como un padre para mi, me dijo:

-Cynthia, ve tú, no voy a dejar que nadie arruine tu idea, es más, déjamelo todo a mi, yo convenceré a los demás e intentaré lograr todos los beneficios posibles.

Se lo agradecí un montón, Joe me hizo creer que mi idea era realmente buena, así que hoy tendré la respuesta de los superiores y sabré si lo pudo lograr.

***

Entro en la oficina saludando a los compañeros con los que me cruzo, llego a mi escritorio y dejo mis cosas, me siento, reviso algunos papeles hasta que veo de reojo una figura robusta frente a mi mesa que me llama la atención, Alzó la vista y lo primero que veo es a un Joe sonriente.

Me levanto de mi silla por respeto de mi silla y lo saludo.

-Cynthia, hoy son buenos días, espero que tu esposo esté de acuerdo con esto -Frunce la ceja con una sonrisa.

-Andrew está más que de acuerdo, él no es problema -Le devuelvo la sonrisa- Disculpe por la curiosidad, pero, ¿ya te han dicho algo?

Le indago ya que no me ha dado ninguna respuesta concreta y la necesito porque la emoción me consume.

-Así es, hoy a las 10:30, en mi oficina, estará el Director y el jefe de la empresa -Se aleja con una sonrisa.

No lo voy a negar, mi corazón late a mil. Recién son las 08:45 de la mañana, no se como lograre concentrarme en todo el trabajo que tengo, pero lo intentare, debo mantener la calma.

Nunca había visto al Jefe de la empresa en persona, solo en fotos, se ve una persona muy seria. Espero no sentirme intimidada bajo su presencia, es el dueño de todo esto, por lo tanto le habrá gustado mi idea y la vea prometedora, aunque de igual manera me parece extraño que venga y no puedo dejar de pensar en eso ya que en los 3 años que estoy trabajando aquí, es la primera vez que viene.

Antes del horario que Joe me había indicado, fui al baño, a lavarme la cara, colocarme mejor el maquillaje y a arreglarme el pelo, todo lo hice por nervios, porque estaba realmente bien como me veía, era nada más porque sentía que el tiempo no pasaba.

10:20, me coloco un poco de perfume y salgo del baño, dejó nuevamente mis cosas en mi mesa.

-Suerte Scott -Me dijo Charles guiñándome un ojo.

-Muchas gracias -Le respondí y seguí mi camino a la oficina de Joe.

Todos estaban al tanto de mi proyecto, no era ningún secreto, pero también hay personas que no están de acuerdo, dicen que soy la favorita de Joe, cosa que, puede ser cierta, pero no le veo nada de malo a eso, es algo que yo no puedo evitar. Días anteriores habían llegado varios comentarios muy fuertes y fuera de lugar a mis oídos, pero decidí hacer caso omiso, ya que eso no debe ni sumar ni restar en mi vida debido a que yo no hago nada malo ni fuera de lugar.

Golpeo suavemente la puerta de Joe y espero su consentimiento para entrar. Ingreso y me indica que me siente.

-El jefe y el director aprobaron tu idea, logre los máximos beneficios posibles. Tu nunca los viste, es así? -Me pregunta y niego con la cabeza- Bueno, ellos vienen para darte apoyo, pero esperan mucho de ti, así que, espero que no nos decepciones ya que esto es algo completamente extraordinario...

Yo lo escuchaba atentamente, muy feliz por dentro, pero nos interrumpen nuevamente con golpes firmes en la puerta.

-Son ellos -Dice Joe interrumpido.

Se abrocha el saco del traje y abre la puerta, nos saludamos todos con una apretón de manos, Joe cede su silla al jefe.

Nos sentamos todos uno frente a otro, me dicen que mi idea es muy buena, que llama mucho la atención, me dijeron que aprobaron todo, hasta los presupuestos, también que ya tengo el visto bueno para contactar a alguna familia de esa localidad para llegar a cabo el proyecto. También me contaron que tienen las expectativas muy altas y que ponen mucha confianza en mí.

Les agradecí por la oportunidad y les prometí que daría lo mejor de mi.

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Los meses fueron pasando, yo ya tenía todo listo para partir, había contactado con la familia, eran unos tal Lambert Johnson, les había enviado cartas y hablado nada más una vez por teléfono con el dueño de casa. Llegaría ahí el 21 de junio y me quedaría hasta el 10 de agosto, tiempo suficiente para redactar toda la historia.

Mi esposo Andrew, no estaba tan al tanto de mi proyecto y futuro viaje de 50 días, se lo había comentado muy poco, y la verdad es que no me causaba problema, debido a que él también tiene muchos viajes de trabajo y cuando estamos juntos solo nos peleamos. Siempre, ante los demás mantenemos una imagen más que formal, varias compañeras me habían dicho que quisiera tener una relación como la mía, pero si supieran que todo es una farsa, no se como llegue a esto, es que con el tiempo las cosas fueron cambiando, y el relacionamiento se complicó; cosa que hasta ahora no podemos resolver, de igual manera espero que este tiempo separados nos beneficie para que podamos volver a ser los antes para que podamos volver a sentirnos como antes, enamorados, porque tampoco voy a mentir diciendo que lo odie toda mi vida, hubo un momento que lo amé, con toda mi alma, tanto que dolía, pero no se como esa flama se fue apagando y nos volvimos así de fríos y distantes en la soledad.

Los Designios de la VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora