Capitulo 11: ANDREW.

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Ya era mi quinta semana, no tenia mucho que escribir, podría irme sin ningún problema, pero estoy con Amy y la paso genial, durante las noches, dormimos juntas, siento que duermo en las nubes.

Siento que nuestro amor es muy normal, nada de otro mundo, nos complementamos de una manera impresionante, todo lo que me falta lo tiene ella, y todo lo que a ella le falta, lo tengo yo.

Estábamos desayunando los cuatro juntos, nos estábamos riendo de un chiste del señor Eddy.

-Ojala me den un dolar por cada vez que lo cuentas -Le dice la señora Lambert.

-Ay dulzura, así te conquiste - dice el hombre mayor.

Ella ríe y mira a otro lado.

Yo estaba acariciando la pierna de Amy debajo de la mesa, como era costumbre, nadie se daría cuenta.

En eso suena el teléfono de la casa.

-Voy yo -dice Amy.

Se levanta de la mesa después de dar un bocado de sus waffles.

Seguimos hablando, le comenté a la señora Lambert sobre una película que me encanta.

*NARRA AMY*

-Buen día, familia Lambert

-Buenos días señora, ¿se encuentra Cynthia Scott?

Una voz masculina pregunta por Cynthia.

-Si, por supuesto, ¿con quien tengo el gusto?

-Soy Andrew, su esposo

Al escuchar esa palabra, sentí un frío recorrerme el cuerpo, no pude decir ni una palabra.

-¿Hay alguien ahí? -dice la voz desde el otro lado.

Carraspeo mi garganta.

-Sí, aguardeme un momento por favor

Intente recomponer mi postura, sentí que se me cayó el mundo a los pies. La boca la tenía completamente seca, espero que esto sea una broma, quiero creer que es una broma.

Fui a la cocina y sin mirarla se lo dije.

-Cynthia, es para ti, es Andrew, tu esposo -me senté.

-Oh, que extraño - Actúa como si nada.

Se levanta y se va, en cambio yo me quedo ahí, con el corazón a los pies y varios sentimientos encontrados pero no podía demostrarlo frente a mis padres.

-Madre muchas gracias, estaba delicioso, ahora iré a trabajar

Recojo mis platos, lo dejo para lavar y salgo afuera.

Me pongo a fumar como una condenada, siento que se me rompió el corazón en mil pedazos.

Desde el principio sabía que esto no iba a terminar bien, todo era muy bonito para ser real, me siento usada.

Veía borroso, no se porque me duele tanto, de igual manera como pude creer que una mujer tan hermosa como Cynthia no estaría casada, más aún siendo una mujer de ciudad.

Fui a cortar unas flores y terminé cortandome la mano sin querer, joder, no paraba de sangrar pero no me dolia.

Aguante un momento más, hasta que la cantidad de sangre me asustó y tuve que taparlo con un pañuelo que tengo.

Voy a la casa, para mostrárselo a mi madre, en el camino veo a Cynthia, quien viene hacia mí.

-Amy

-Ahora no. -digo seca caminando aún más rápido dejandola atrás.

Ni siquiera la mire, estoy muy enojada.

Entro a la casa, voy en busca de mi madre.

-Mamá, joder, mira lo que me ha pasado

-Santo Dios, hija

Saca el pañuelo ya repleto de sangre.

-Quería cortar las flores y... -No pude terminar.

Me desmorone, se me cayeron unas lágrimas que mi madre espero las confunda por dolor, pero es mi corazon roto.

-Tendre que coserlo, mantenlo alto -me ordena y sale de la cocina.

-¿Que pasó? Hay sangre en el piso -Cynthia entra confundida.

La ignoro y siento que se acerca.

-Amy, ¿estas bien? - se ve muy preocupada

Seco mis lágrimas con la otra mano. Fue un desliz.

-Cynthia, por favor -digo de mal humor.

-Cariño, no es lo que tu crees -dice con calma

-No es el momento.

Entra mi madre.

-Cynthia, por todos los cielos, que bueno que estas aquí -mi madre se acerca a mi. -¿Puedes ayudarme por favor?

-Por supuesto señora Lambert

Mi madre había hecho un curso de enfermería cuando yo era pequeña, y no es la primera vez que cose un corte, aunque eso no quitaba el hecho de que doliera como el demonio

Ante el dolor que no podía evitar sentir, Cynthia toma mi mano y la sujeto con fuerza, solo quiero que esto termine e ir a fumar afuera, Dios, era todo lo que quería.

-Ya está hija, ya sabes como cuidarlo

-Gracias madre

Voy afuera, me siento en las escaleras de la entrada de la casa y me pongo a fumar, mirando a lo lejos, quiero huir.

-Amy, ¿podemos hablar un segundo?

Cynthia se sienta a mí lado e intento relajarme.

-¿Por qué no me habías contado de él? -le digo directamente.

-Quería hacerlo, pero no sé dio el momento, no quería que te enteres de esta manera, nunca fue mi intención lastimarte

-¿Y que pretendías mujer? ¿Que soy yo? No tienes idea de cómo me siento, yo, yo de verdad pensé que esto iba a ser diferente, pero fui una tonta

-Perdoname por favor, no sabes como lo siento

-Solo te pido por favor, de la manera más respetuosa que te alejes de mi -me levanto- Dile a mi madre que vendré luego

No me detuvo, eso me favoreció.

Camine unos kilómetros, sabía que terminaría ahí. Me siento tan dolida y lastimada que solo quiero ahogar mis penas.

Toque la puerta de casa y al verme sonrió.

-Pasa Amy, cuanto tiempo, pensé que nunca volverías

Al entrar y pasar a su lado su perfume de flores inundó mis fosas nasales.

-¿Está tu esposo? -digo no muy fuerte

-Mmm -se hace la pensativa- Por suerte no, sería una lástima si estaba

La beso, si, después de meses vuelvo a ella como siempre, mi amor adolescente a quien nunca pude dejar ir, pero también se caso, igual que importa, siempre soy la segunda opción de todas.

*NARRA CYNTHIA*

Hoy fue el peor día, Andrew lo arruinó, pero es mi culpa, lo sé, todo es mi culpa, por ser una tonta y enamorarme de Amy, no se como llegue a esto, solo se que no puedo parar de llorar, no se que hacer, porque no quiero que esto que tengo con Amy se acabe, la quiero un montón, estoy muy enamorada.

Los Designios de la VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora