Capitulo 20: ¿Que Vas A Hacer?

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Llegue a la habitación de Amy, no se como, no me acuerdo, golpee la puerta y me abre.

-Cyn, cariño

Su cara fue de sorpresa.

Entre dos pasos y me tire a sus brazos llorando. Cerró la puerta como pudo y me alzó en sus brazos, me llevó a la cama y me senté en su regazo, no podía parar de llorar.

-¿Fue Andrew no? Contestame por favor, Cyn ¿fue él?

Yo no podía hablar, no podía emitir ningún sonido, solo asentí y me escondí en su cuello.

-Cyn, ¿donde esta? ¿En tu casa?

Asentí.

Me abrazaba y me daba tanta protección, sé que en sus brazos nunca me pasaría nada malo.

Me mueve y gruñi, me dolía un poco el abdomen.

-Dime ahora, la dirección de tu casa -se levantó y puso los zapatos.

-No, por favor, no me hables así

-disculpame, no puedo dejar esto así, no dejaré que te haga esto - se arrodilla ante mi. -Por favor

Sus ojos están llorosos.

-No te lo diré - dije mientras seguía llorando.

Se puso a llorar ella también y me reviso el cuerpo, no proteste ante eso.

-Joder, si me duele a mi, no me quiero imaginar a ti -me dice con lágrimas cayendo por su mejilla.

Me mira con pena en los ojos y yo ya me iba calmando.

-Perdón, perdoname por favor -me rogaba de rodillas en el piso abrazando mis piernas.

-Pero tú no has hecho nada...

La intente levantar pero no tenía fuerza.

-Justamente por eso, si lo tengo enfrente a ese hijo de puta lo mato -decía mientras se secaba las lágrimas

-No es tu culpa Amy...

-Joder, se levanta y golpea el ropero con tanta fuerza que lo rompe.

Ni se inmuta ante ese dolor que me levanto y la abrazo.

-por favor, no hagas eso, por favor, por favor

-No es justo que hayas pasado por eso, dime donde está el bastardo que voy y lo mató, cariño, por favor, por lo que mas quieras, dímelo

-Tú! Tú eres lo que más quiero y no voy a dejar que te pase nada -le digo

Me siento en el piso y abrazo mis piernas.

-Y tu eres lo que más quiero y no puedo dejar que quede así, por favor, dímelo

Entiendo como se siente, pero no puedo dejar que haga alguna tontería.

-Cálmate -le digo suavemente

Se tira al piso y mira el techo.

-Perdón, tienes razón -dice- ¿me cuentas que paso?

Se lo relate mientras me abrazaba.

-Hijo de puta -es lo único que dice.

Se fue a cargar la tina, y me llevó en sus brazos hasta el baño, me sacó toda la ropa y me ayudó a meterme con cuidado.

-¿Como te sientes?

-Ahora mucho mejor -digo con los ojos cerrados.

-¿Puedo llevarte al hospital? No quiero que nada malo te pase

-No. Estoy bien, no te preocupes - acaricie su rostro.

-No voy a dejar que nada malo más te llegue a pasar ¿okay?

-Okay...

Sabía que eso era difícil, una vez que se vaya no se cuanto tiempo más estaremos separadas y eso me dolía.

Me quedé ahí relajada, y Amy fue a comprar unos cafés de una tienda que quedaba a lado del hotel.

Antes de que llegue, salí de la tina, me quedé en la bata de toalla y me peine el cuello, observé mi cuello, tenía la marca de sus manos.

Me acordé de la fiesta y comencé a desesperarme. Me puse mi ropa interior y elegí mi ropa.

-¿Amor que haces? -pregunta Amy con los cafés.

-Tenemos que ir a la fiesta, comienza en una hora.

-no puedes ir, tienes que descansar

-No. Vamos a ir, la fiesta es para mi, Joe la hace porque me aprecia, y les hable tanto de ustedes que desea que sean parte, no voy a decepcionar a mi jefe quien confia en mi.

-Pero ya no necesitarás ese trabajo una vez que dejes a Andrew puedes venir a vivir conmigo

-Mmm, eso lo veremos luego, ahora tengo que elegir una ropa entre la poca que traje.

-Bueno, yo apoyo lo que tu digas

Me vio el abdomen, el cual tenía un moretón, pero no dijo nada, y eso me complace ya que no quiero ir al doctor.

Decidí ponerme un pantalón de vestir rojo, con una camisa blanca, muy elegante, y unos tacones negros, utilice mucho maquillaje en mi rostro para ocultar que estuve llorando, y con la ayuda de Amy también me lo puse en el cuello hasta que las marcas quedaron casi invisibles.

Estaba muerta de cansancio y sentía mucho dolor, así que de camino me compre una remedio para el dolor muscular.

Bajamos del auto y observe a Amy de pies a cabeza, se veía hermosa, se lo iba a decir pero Joe salió y me no pude hacerlo.

Entramos y nos dieron la bienvenida, todos hablaban con Amy, era el centro de atención, yo en cambio fui a hablar con Joe, quien se dio cuenta de que no estaba bien y le comenté que con Andrew las cosas no van bien, el aparte de ser una figura partenal es un amigo para mi.

-Cualquier cosa que necesites Cynthia, eres bienvenida en mi casa, mi esposa te adora y no tendrá problema alguno.

Obviamente no le conté nada de lo que pasó hoy.

Bebí unas copas más de champagne para ver si eso me ayudaba a sentir menos dolor.

Yo ya estaba algo tomada, pero di mi discurso.

-Agradezco la oportunidad que me dieron y la confianza, no pude elegir un mejor lugar que la casa de los Lambert, donde me trataron como una hija más y no hubo un momento donde no me haya sentido bienvenida y parte de la familia. Como todos ya se dieron cuenta vino la Amy Lambert, quien hizo que mis días fueran mucho más llevaderos y me enseñó un montón sobre flores y su huerta, esa mujer, señoras y señores, en pocas palabras, es una genia... Gracias por escucharme

Me aplaudieron y luego nos pusimos a comer, deje a Amy ser el centro de atención y me aleje, pero la veía desde lejos y se veía tan bien, me siento muy afortunada de que me quiera.

Creo que no la merezco ni un poco.

Los Designios de la VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora