Llegue a la habitación de Amy, no se como, no me acuerdo, golpee la puerta y me abre.
-Cyn, cariño
Su cara fue de sorpresa.
Entre dos pasos y me tire a sus brazos llorando. Cerró la puerta como pudo y me alzó en sus brazos, me llevó a la cama y me senté en su regazo, no podía parar de llorar.
-¿Fue Andrew no? Contestame por favor, Cyn ¿fue él?
Yo no podía hablar, no podía emitir ningún sonido, solo asentí y me escondí en su cuello.
-Cyn, ¿donde esta? ¿En tu casa?
Asentí.
Me abrazaba y me daba tanta protección, sé que en sus brazos nunca me pasaría nada malo.
Me mueve y gruñi, me dolía un poco el abdomen.
-Dime ahora, la dirección de tu casa -se levantó y puso los zapatos.
-No, por favor, no me hables así
-disculpame, no puedo dejar esto así, no dejaré que te haga esto - se arrodilla ante mi. -Por favor
Sus ojos están llorosos.
-No te lo diré - dije mientras seguía llorando.
Se puso a llorar ella también y me reviso el cuerpo, no proteste ante eso.
-Joder, si me duele a mi, no me quiero imaginar a ti -me dice con lágrimas cayendo por su mejilla.
Me mira con pena en los ojos y yo ya me iba calmando.
-Perdón, perdoname por favor -me rogaba de rodillas en el piso abrazando mis piernas.
-Pero tú no has hecho nada...
La intente levantar pero no tenía fuerza.
-Justamente por eso, si lo tengo enfrente a ese hijo de puta lo mato -decía mientras se secaba las lágrimas
-No es tu culpa Amy...
-Joder, se levanta y golpea el ropero con tanta fuerza que lo rompe.
Ni se inmuta ante ese dolor que me levanto y la abrazo.
-por favor, no hagas eso, por favor, por favor
-No es justo que hayas pasado por eso, dime donde está el bastardo que voy y lo mató, cariño, por favor, por lo que mas quieras, dímelo
-Tú! Tú eres lo que más quiero y no voy a dejar que te pase nada -le digo
Me siento en el piso y abrazo mis piernas.
-Y tu eres lo que más quiero y no puedo dejar que quede así, por favor, dímelo
Entiendo como se siente, pero no puedo dejar que haga alguna tontería.
-Cálmate -le digo suavemente
Se tira al piso y mira el techo.
-Perdón, tienes razón -dice- ¿me cuentas que paso?
Se lo relate mientras me abrazaba.
-Hijo de puta -es lo único que dice.
Se fue a cargar la tina, y me llevó en sus brazos hasta el baño, me sacó toda la ropa y me ayudó a meterme con cuidado.
-¿Como te sientes?
-Ahora mucho mejor -digo con los ojos cerrados.
-¿Puedo llevarte al hospital? No quiero que nada malo te pase
-No. Estoy bien, no te preocupes - acaricie su rostro.
-No voy a dejar que nada malo más te llegue a pasar ¿okay?
-Okay...
Sabía que eso era difícil, una vez que se vaya no se cuanto tiempo más estaremos separadas y eso me dolía.
Me quedé ahí relajada, y Amy fue a comprar unos cafés de una tienda que quedaba a lado del hotel.
Antes de que llegue, salí de la tina, me quedé en la bata de toalla y me peine el cuello, observé mi cuello, tenía la marca de sus manos.
Me acordé de la fiesta y comencé a desesperarme. Me puse mi ropa interior y elegí mi ropa.
-¿Amor que haces? -pregunta Amy con los cafés.
-Tenemos que ir a la fiesta, comienza en una hora.
-no puedes ir, tienes que descansar
-No. Vamos a ir, la fiesta es para mi, Joe la hace porque me aprecia, y les hable tanto de ustedes que desea que sean parte, no voy a decepcionar a mi jefe quien confia en mi.
-Pero ya no necesitarás ese trabajo una vez que dejes a Andrew puedes venir a vivir conmigo
-Mmm, eso lo veremos luego, ahora tengo que elegir una ropa entre la poca que traje.
-Bueno, yo apoyo lo que tu digas
Me vio el abdomen, el cual tenía un moretón, pero no dijo nada, y eso me complace ya que no quiero ir al doctor.
Decidí ponerme un pantalón de vestir rojo, con una camisa blanca, muy elegante, y unos tacones negros, utilice mucho maquillaje en mi rostro para ocultar que estuve llorando, y con la ayuda de Amy también me lo puse en el cuello hasta que las marcas quedaron casi invisibles.
Estaba muerta de cansancio y sentía mucho dolor, así que de camino me compre una remedio para el dolor muscular.
Bajamos del auto y observe a Amy de pies a cabeza, se veía hermosa, se lo iba a decir pero Joe salió y me no pude hacerlo.
Entramos y nos dieron la bienvenida, todos hablaban con Amy, era el centro de atención, yo en cambio fui a hablar con Joe, quien se dio cuenta de que no estaba bien y le comenté que con Andrew las cosas no van bien, el aparte de ser una figura partenal es un amigo para mi.
-Cualquier cosa que necesites Cynthia, eres bienvenida en mi casa, mi esposa te adora y no tendrá problema alguno.
Obviamente no le conté nada de lo que pasó hoy.
Bebí unas copas más de champagne para ver si eso me ayudaba a sentir menos dolor.
Yo ya estaba algo tomada, pero di mi discurso.
-Agradezco la oportunidad que me dieron y la confianza, no pude elegir un mejor lugar que la casa de los Lambert, donde me trataron como una hija más y no hubo un momento donde no me haya sentido bienvenida y parte de la familia. Como todos ya se dieron cuenta vino la Amy Lambert, quien hizo que mis días fueran mucho más llevaderos y me enseñó un montón sobre flores y su huerta, esa mujer, señoras y señores, en pocas palabras, es una genia... Gracias por escucharme
Me aplaudieron y luego nos pusimos a comer, deje a Amy ser el centro de atención y me aleje, pero la veía desde lejos y se veía tan bien, me siento muy afortunada de que me quiera.
Creo que no la merezco ni un poco.
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Los Designios de la Vida
RomantizmUna fría mañana, mirando mi ventana mientras desayunaba se me cruzó por la cabeza la idea, nunca pensé que esto sería el desenlace de toda la aventura planeada con tanta ingenuidad. Jamás en la vida pensé que me iba a ser posible enamorarme de algu...