Capitulo 9: El Problema De Amy.

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-Yo siempre quise una hija mujer, me gustaba la idea de que seríamos parecidas, que se casaría y que tendría hijos, a quien yo le explicaría como criar, pero el problema de Amy es que es un alma salvaje, le gusta llevar las riendas ella misma. Hace unos 5 años tuvo su último novio, y a mi parecer ya es hora de que se case y tenga hijos, ese es el deber de la mujer, o quien cree que le cuidara cuando sea mayor? Lastimosamente su hermano ya no está, yo se que el iba a cuidar de ella pase lo que pase, pero ahora esta tan sola

La señora hablaba mientras hacíamos los ñoquis, me puse a pensar en las cosas que decía, pero no me dio tiempo de opinar ya que se abrió la puerta de la casa y alguien sube las escaleras, obviamente es Amy. De igual manera, no sabía que opinar sobre lo que me contó.

-¿Puedes preguntarle cómo está?

-No creo que sea buena idea -le digo cortesmente

-Por favor...

Voy porque suena preocupada y no le puedo no hacer lo que me pide.

Me lavo las manos y sacó el delantal de cocina, subo lentamente las escaleras.

Golpeó su puerta con suavidad.

-Ahora no Cynthia

Que me diga Cynthia y no Cyn me indica que no esta de buen humor.

-Amy, por favor... Abreme

-Dios, ¿que? - dice de mal humor

Abre la puerta y la veo con ojeras, pero se ve bien, es más, huele muy bien, como si se hubiese tomado una ducha.

-¿Estas bien? -le tocó el rostro

Se muestra indiferente, pero no sé aleja, le doy un beso, pero no responde.

-Sí, estoy bien -Se aleja y acomoda algunas cosas.

-¿Donde estuviste? Me tenías preocupada -le confieso.

-Cynthia, estuve en el centro, no quería venir aquí... Por favor, hablemos de otra cosa, ¿necesitas algo?

Que se haya alejado me dolió un montón.

-No, no necesito nada, solo quería saber si estas bien

-Estoy perfectamente bien, me cambiare de ropa para ir a trabajar

Salí y baje, sabía que no era buena idea.

Me puse un poco de mal humor, pero no lo demostré, no iba a ser como Amy y rematar mis problemas por alguien más.

***

El día pasó lento, al igual que la noche, terminé de escribir y encontré el teléfono que Andrew me había dado para que lo llame, pero lo habia ignorado. Tres golpes suaves en mi puerta me avisan que es Amy. Guardo el teléfono y abro la puerta.

-¿Sí?

-¿Puedo pasar?

Tiene una cara de cachorro regañado que no le puedo decir que no, la dejo pasar y cierra la puerta detrás de ella.

-¿Podemos dormir juntas?

Ahora es ella quien lo pide.

-Sí

Me acuesto y siento a Amy acostarse a mi lado, apaga la lampara. Me acomodo y le doy la espalda, estoy un poco molesta por lo de hoy.

Pasan unos minutos, casi caí dormida cuando sentí su brazo por mi cintura, abrazándome y su cuerpo pegado al mío.

-Perdón, no debí tratarte así, no se porque le hice, perdón

Me daba besos tiernos en los hombros.

-Amy, no puedes simplemente desaparecer, tus padres se preocupan -le digo.

-Ellos saben que estoy bien Cyn

-Está bien, no me pidas perdón

No podía recriminarle nada, su disculpa fue más que suficiente, yo agarre su mano que estaba en mi vientre y entrelace nuestros dedos.

Quería besarla demasiado, pero tenía que ser fuerte, quedé en esa posición hasta que me dormí.

***

*NARRA AMY*

La discusión ayer con mi madre fue muy fuerte y solo me fui de la casa porque no quería pelear con ella frente a Cyn, no iba a poder controlarlo y luego me iba a arrepentir.

Fui al centro, a beber con mi mejor amigo Sam, él es gay, y sabe que me gustan las mujeres, por ende, es una de las únicas personas con la cual puedo ser quien soy, bebimos un poco y luego fui a dormir en su casa, ya que le había contado de la pelea con mi madre, pero obvie a Cynthia, ni la mencioné.

*NARRA CYNTHIA*

Todo volvió a la normalidad, de día trabajaba con la familia y de noche venía Amy, nos besabamos como si fuese el fin del mundo, no nos tocábamos otra parte que no sea la espalda, vientre, piernas o cuello, era como que no teníamos prisa. Es como que esto es más que deseo, porque cuando estamos juntas todo se siente más ligero y llevadero, cuando reímos, cuando nos agarramos de las manos, cuando bromeamos. La culpa también se me hace presente, hay momentos en los cuales no se porque hago esto, así que me decidí en contarle sobre Andrew estos días, pero no me animo, no quiero arruinar esto que tenemos.

Estaba en el establo con Eddy, sacamos a unos caballos para pasearlos, le comenté que yo no sabia cabalgarlos y me dijo que me enseñaría, eso me puso muy feliz.

Hoy se cumplen 26 días desde que estoy aquí, así que decidí llamar a Andrew desde el teléfono que me dio, en caso de que no funcione usaré el teléfono de la casa.

Avise a la señora Lambert que llamaria a mi jefe, me aleje un poco de la casa para mas privacidad y marque el número de mi esposo, esto de los celulares es muy extraño para mi.

-Hola Cynthia?

Escuchar la voz de Andrew después de tantos días me tenso.

-Hola An, si, soy yo. ¿Que tal todo?

-Joder mujer, con que te dignas a llamar -suena enojado

-Perdón, ya sabes, estoy aquí con mucho trabajo...

Le conté a grandes rasgos como paso mis días.

-Entiendo, y ya terminaste? ¿Ya vendrás?

-No, aún me quedaré unos días

-Te extraño

No sabía que decir, sonó honesto, o es simplemente la culpa que siento lo que me nubla.

-Yo también bebé -le mentí

-Llamame más seguido ¿si?

-Si

-Bueno, tengo que entrar a una reunión, hablamos

-Adiós...

Le corto y se me cayeron unas lágrimas de los ojos, soy la peor, de verdad.

La culpa me carcomia por dentro, no se que hacer.

Los Designios de la VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora