Capitulo 33: ¿Quieres Ser Mi Novia?

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Ya está oscureciento y no hay nadie, asi que aproveche y le di un beso en la mejilla.

-Esto es hermoso -le digo admirando la belleza de la naturaleza.

-Yo renunciaria a todas las bellezas de la naturaleza con tal de seguir viéndote a ti, para mi, tu eres más hermosa que todo esto

Giro mi cabeza para darme cuenta que todo este momento me estuvo mirando a mi.

-Es lo más lindo que me han dicho en la vida.

Mis ojos ya se llenaron de lágrimas.

-Amy, después de todo lo que ha pasado estos meses, te tengo que confesar que jamás había pensado que en mi viaje de trabajo podia conocer a una persona tan maravillosa como tú, alguien que me quiera y me ayude a crecer, que me de un buen trato, me enamoré sin darme cuenta y no me arrepiento, es más estoy agradecida y espero seguir estando contigo mucho más tiempo, por eso, te cite hoy aqui, para preguntarte, si me consederias el honor de ser tu novia?

Yo no soy de llorar, es más la última vez que me acuerdo hacerlo fue cuando Andrew golpeo a Cyn, hace meses, pero no me contuve y me desplome.

-Sí -respondí con alegria.

Secó mis lágrimas con sus pulgares y me beso.

Puse mis manos en su cintura continuando el beso, cuando nos separamos seguimos abrazadas unos minutos.

-Me haces muy feliz... Te amo tanto -le doy un beso en la frente.

Oscureció totalmente y volvimos a su casa.

Agarré su mano todo el camino, nada más lo soltaba en casos necesarios, pero me explota de amor el corazón, me siento en paz cuando estoy con ella y no necesito nada más.

Quisiera encontrar una manera de poder demostrarle cuanto la amo, pero lo que siento es inexplicable, no se como ponerlo en actos o palabras.

Apenas cruzamos la puerta nos pusimos a besarnos desesperadamente, nos tocábamos sobre la ropa, gemimos, Cyn me muerde el pecho y yo gimo.

La alzó en mis brazos, con sus piernas a cada lado y la subo a mi habitación, la bajó y la pego a la pared, agarro sus muñecas y la pego a la pared encima de su cabeza.

-Mmm -gime rozando su estomago con el mío.

-Te amo, te amo, te amo -digo besándola.

Sus ojos cerrados y su cabeza hacia atrás me indican que esta disfrutando esto.

Le encanta cuando yo tomo el control.

Me detuve por completo, nos calma os y le saque el vestido con lentitud, admirando cada centímetro de su piel.

-Mirate, ¿eres mía? -digo asombrada ante su belleza.

No importa cuánto tiempo pase, no puedo creerlo.

Me agarra de las mejillas haciéndome mirarla a los ojos.

-Soy tuya y no quiero ser de nadie más, nunca.

Nos dimos un beso tierno y la noche tomó un rumbo más romántico, pero de igual manera muy pasional.

***NARRA CYNTHIA***

La semana fue increíble, llegaba a casa y Amy tenía preparada la cena, por más que no debía hacerlo, me insistía que era para hacer algo.

A la vuelta de mi trabajo, me pasaba abrazada a ella, ya sea viendo películas, escuchando música o leyendo, desde que iba al trabajo solo quería volver a casa para estar en paz con la mujer que amo.

También fuimos al teatro y la pasamos genial.

El viernes, después de que volví de mi trabajo, decidí descansar, ya que en la madrugada ya viajaremos.

Pero no todo salió a la perfección, porque fui tonta y le conté a Emma que esta madrugada viajo, y ella decidió aparecer en la puerta de mi casa con John y una botella de champagne.

En medio de mi cena con Amy, el ambiente se tensó, les convencí de que la invité y llegó aquí hace unos días, pero esta noche pasará aquí para no ir hasta su supuesto hotel.

Emma es una persona demasiado extrovertida y fiestera, cosa que me gusta, pero no ahora, no con Amy aquí.

Le presento a Amy, y se dan un beso en la mejilla.

-Un gusto -dice Amy de manera cortes.

Ella está en pijamas, y la conozco tan bien que se lo incómoda que está.

-Amy... He escuchado hablar de ti un montón, encantada -le da una sonrisa.

John quién ya lo conoce le saluda con un beso.

Nos sentamos todos en la sala, prendemos el televisor nada más para escuchar ruido y comenzamos a beber.

Emma abre la botella y el corcho cae sobre Amy.

-Uy, ¿sabes que dicen que cae hacia quien se va a casar? - hace una cara pícara.

La noche transcurrió lenta, pero por suerte, después de que se haya acabado la botella de Emma y un vino mío, decidieron retirarse, despidiéndose con un abrazo largo.

Los vi subirse a un taxi y suspiré.

-Que mal momento para aparecer en mi casa -digo cansada.

-Emma es muy agradable, yo me divertí -dice y me abraza por la cintura.

-¿Ah si? -agarro sus brazos.

-Sí, después de perder la vergüenza de que me vieran en mis pijamas -ríe

-Han tenido el honor de hacerlo -dice de manera poética.

Reímos ante eso.

Antes de acostarnos, nos aseguramos de que todas las maletas ya estén listas.

Son las 22:45, y tenemos que salir a las 05:00 del día siguiente.

No pude dormir casi, estaba demasiado emocionada, y por ende Amy tampoco durmió.

No paraba de hablar de todo lo que haríamos allá.

Entraríamos al mar, subiremos montañas, andaremos en bicicleta, recorreremos...

-Cariño, escucha, yo adoro escucharte hablar y me pone contenta lo emocionada que estás, pero antes de acostarnos tu no paraba de bostezar y ahora tienes mucha energía ¿te encuentras bien? -dice acariciandome el pelo.

Y fue ahí cuando me puse a pensar. ¿Que pensaran mis compañeros de trabajo sobre mi? Pensaran que Amy es más que a mi amiga, lo sé, y eso por alguna extraña razón me daba miedo, pero obviamente no se lo iba a decir a Amy, no quiero que se sienta mal, y tampoco es su culpa.

-Todo bien -agarre su brazo que estaba en mi cintura con firmeza.

Ella continuó con los mimos y me dormí profundamente.

Los Designios de la VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora