Capitulo 7: Por Más Que Quiera, No Puedo

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Pasaron dos días, Amy me ignoro por completo, se pasaba los días en el centro de la ciudad y cuando venía era solo para dormir, a sus padres les parecía normal, pero a mi me dolia, no podía dejar de pensar de ella, incluso soñaba con ella, creo que, estoy enamorada.

No me es fácil admitir eso, debido a que estoy casada, y me gusta una mujer.

No puedo evitar esto que siento, de igual manera quiero seguir con esto, quisiera poder saber que piensa Amy.

-Amy, puedes ir a cuidar a los caballos hoy? -pregunta Eddy

-Tenía planeado ir al centro, a llevar las cosas de ayer

-No te preocupes, iré yo, tengo que ir a entregar unos papeles a John

No sabía quién era John, pero me gustaba la idea de que Amy este aquí, así que buscare la opción.

Me quedé con la señora Lambert hasta el almuerzo, el tiempo con ella pasa volando, me contó que este domingo irán a misa, me invitó a ir, ya que se cumplían 4 años del fallecimiento de su hijo mayor, Abel.

-Era una mañana distinta, yo lo sentí en el aire, Abel se había mudado, tenía otros sueños, pero iba a venir a visitarnos, todos estábamos muy emocionados, decía que traía una buena noticia, de camino, le choco un camión de gran porte, lo que le causó la muerte -la señora Lambert me cuenta con lágrimas en los ojos.

Le doy un abrazo, intentando consolarla.

-Mis pésames -le digo

-¿Sabes cual era la buena noticia? Había conseguido el trabajo que tanto deseaba

Su tristeza es muy grande, pero como no entenderla, perder a un hijo ha de ser una de las cosas más duras de la vida, y por un error de alguien más,ha de ser atroz.

Prometí que iría con ella a la misa. No soy católica pero es lo mínimo que podría hacer.

Más tarde fui con Amy, a los establos, estaba alimentandolos, por ende decidí que era el momento correcto de hablar.

-Hola Amy, ¿te ayudo?

Cuando me vio pude sentir su incomodidad.

-Sí, le puedes poner de esto - Me pasa una bolsa de alimento para las vacas

Se lo pongo y vuelvo a donde está.

-Quería hablar de lo que pasó la otra noche - digo tímida

-Lo sé, bueno, perdón, fue un desliz, no se en que estaba pensando

Coloca sus manos en sus bolsillo y aleja la mirada.

-¿Fue un desliz nada más?

Me dolió aunque no tenia sentido, solo era la verdad, no se como poner mis sentimientos en palabras, me gusta esta mujer y no se que hacer al respecto.

-No lo digo de mala manera Cyn, tu estás bien, o sea, mirate, eres hermosa, ¿quien no se enamoraria de ti? -me señala disimuladamente- lo nuestro nunca funcionaria, tu eres, simplemente de otro mundo, y yo no soy nadie

-Solo soy un ser humano común y corriente, yo me he quedado pensando en lo que pasó todos estos días, y me gustó, no te lo voy a negar

Saca un cigarrillo para comenzar a fumar nuevamente.

-¿y mis padres? ¿Sabes que sería una catástrofe si se enteran, no? - da la primera calada.

Se ve tan bien simplemente siendo ella.

-Nadie tiene porque saber

La verdad estaba temblando por dentro, no puedo creer las palabras que salen de mi boca, pero es que, realmente quiero tener algo con Amy.

-Podríamos intentarlo, ver que pasa -ahora me mira

-Estoy bien con eso

*NARRA AMY*

Cynthia, desde que la vi no dejo de pensar en ella, la noche en la que nos besamos todo hizo click, estoy enamorada, no es sorpresa, hace tiempo se que me gustan las mujeres, pero por más que quiera, no puedo darme el lujo de gritarlo a los 4 vientos.

Su propuesta de intentarlo, no la pude negar, se que esto me causará más dolores que alegrias, soy mas que consciente que se ira, y yo seguiré aquí, una simple mortal, encantada por tan asombrosa belleza ¿quien desperdiciaria una oportunidad así? Solo un demente.

Así que, todos estos días, que hice lo posible para alejarme de ella no sirvieron, ya que terminé donde no quería, sabía que no me iba a poder negar.

¿Que es lo que intentariamos? Nunca podremos ser más que un secreto, algo prohibido.

La tengo frente a mí, recogiendo unas frutillas, es tan solo unos centímetros más baja que yo, pero su presencia es impotente.

Yo agarro una frutilla y la pruebo, alza una ceja mirándome. Lanzo una risa leve.

-¿Quieres probar? Están muy dulces

-¿Ah si? Dejame probarlas - Me dice relamiendose los labios.

Dios, amo cuando hace eso.

Agarro otra frutilla y se la acercó a la boca, siento su mirada en mi, en cambio yo me fijo en su boca.

-Mmmm -dice y suena muy sensual- delicioso de verdad

La veo masticar. Se ve tan adorable, la quiero besar, pero me contengo y le doy un beso en la mejilla, acto tan simple hace que se sonroje.

-Me encanta - digo y voy para otro lado

-¿Que cosa? -la escucho detrás de mi

-Cuando haces eso

-¿Que cosa? - repite confundida

-Cuando te sonrojas Cyn

-Es algo que no puedo controlar.

Vamos a la casa, y mientras caminamos entrelaza su brazo al mio, pero la hago soltarme sutilmente cuando nos acercamos más.

*NARRA CYNTHIA*

Me encanta sentir esto, se siente tan bien, siento que estoy en las nubes cuando nos tocamos o besamos, quisiera que esto sea eterno.

-Cynthia, querida, que te parece si me acompas mañana al centro? -Dice Eddy al sentarnos en la mesa.

-Sii, me encanta la idea, me servirá para poder ver como viven las personas de aquí, como hace ustedes sus trabajos -Le respondo emocionada.

Hace días estaba esperando que me invite y justo mañana comienza ya el lunes, mi tercera semana.

-Entonces debes de estar lista para las 08:00

-Perfecto señor

Después de cenar, ordenamos la casa las tres mujeres, y Eddy, que no ayuda mucho pero peor es nada, la verdad, no me molesta ayudar, es más, lo disfruto un montón.

Cuando ya estamos listos para ir a dormir, me doy una ducha, luego escucho a Amy entrar. Yo me pongo mi pijama usual y me siento en mi escritorio a escribir las actividades del día, no sé cuanto tiempo pasó, hasta que escuche 3 golpes suaves en mi puerta. Como los señores Lambert, desde que llegué no hay subido al segundo piso estoy segura que es Amy, pero por las dudas, me levanto, con el corazón latiendo a mil y una sonrisa en los labios, cual adolescente, a abrir la puerta.






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