Capítulo 32

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Capítulo 32 

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Capítulo 32 

—Uno. 

Yoongi miró las manos de su acompañante, comprobando que efectivamente sólo quedaba una carta en ellas. 

—Estás haciendo trampa —sentenció sin aceptar la derrota. 

—¡No seas un mal perdedor! —Namjoon lo acusó con el ceño fruncido. 

—No soy un mal perdedor, ¡eres tú el que juega sucio! —se quejó. 

—Hemos jugado 5 partidas porque siempre que gano dices que hago trampa, ¡eres un mal perdedor, acéptalo!  

—Paso de jugar contigo, no sabes aceptar que no sabes jugar y mientes —Yoongi se levantó del suelo donde estaba sentado, escuchando a su tutor reírse. 

Vamos, se conocían de toda la vida: Yoongi sabía que Namjoon es un genio académico, pero sus habilidades en cosas simples como los juegos de carta son muy reducidas. 

Sí, sabe calcular multiplicaciones de 3 dígitos de memoria, pero no sabe que en el Uno no puedes poner una carta verde sobre una amarilla: Sabe muchas cosas que la gente no sabe, pero no sabe muchas cosas que la gente normal sabe. 

De él aprendió muchas cosas, pero, a pesar de que amaba a Namjoon como a su propio padre, agradecía que sus padres adoptivos se hubieran tomado el tiempo de educarlo como un niño normal aparte de como un prodigio académico –por culpa de Namjoon en su afán de ser un estricto profesor para Gi. -  

Porque Namjoon fue de quien aprendió muchas cosas durante su tardía infancia y su adolescencia; ese estricto profesor que lo educó para guardar un gran y peligroso secreto. Kim Namjoon hizo que quisiera conocer el mundo, a los humanos, que quisiera perdonar todo el dolor que sentía.  

Pero el mundo insistía en recordarle que todo ahí fuera era horrible mientras tuviera dos piernas y piel en vez de pelaje. Entre perdidas, duelos, rupturas y muchas batallas contra sus propios demonios, el mundo se aseguró de recordarle que no había nada que valiese la pena en ese mundo para Min Yoongi.  

—¿A dónde vas, Gi? ¡No te enfades!  

—¡Voy a dar un paseo! ¡Los gatos no son unos tramposos! —Le sacó la lengua saliendo del salón justo cuando entraba Jungkook. 

—¿Va de nuevo a encerrarse en su habitación? Me preocupa lo que hace ahí tanto tiempo, no debimos haberle puesto pestillo a su puerta... —se dejó caer en el sofá, mirando al profesor que recogía las cartas tiradas y sacaba de debajo de la mesa las que había escondido para ganar: Al final si era un tramposo.  

—Es un adolescente, Kook. Necesita privacidad. 

—¡Yo también lo soy y no me dejan tener pestillo! ¡Y yo ni siquiera tengo pensamientos suicidas! Me parece una injusticia. 

Gitty [myg + pjm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora