Gitty [myg + pjm]

Capítulo 8

Capítulo 8

Avanzó con paso lento, moviendo su cabeza mientras tarareaba una canción que no podía sacar de su cabeza, y de mientras aprovechaba para pensar en que podría decir mañana en su presentación. No le parecía mala idea hacer eso para que el chico nuevo los pudiera conocer, o al menos saber un poco más sobre cada uno de sus nuevos compañeros.

Después de todo, Jimin supuso que no debía ser fácil iniciar en un nuevo colegio donde no conoces a nadie.

Y siguiendo el hilo de pensamientos que involucraban al pelinegro que se presentó como "Gi" esa misma mañana, acabó pensando en lo misterioso que era. O quizás sólo era Jimin siendo muy dramático, pero como poco curioso si era. Se notaba que era tímido. Mucho. Sabiendo lo idiotas que sus compañeros podían ser, el rubio rezaba porque no tuviera que soportar ninguna palabra hiriente, pues no parecía alguien malo.

Continuó caminando, sumergido en sus pensamientos, pero, minutos después, estando a punto de girar en una esquina, unos maullidos provenientes de un callejón a unos metros de él lo detuvieron. Frunció el ceño, mirando en esa dirección, justo a tiempo para ver a una gatita bien cuidada y de pelaje blanco entraba a esa callejuela.

"No creo que pase nada por perder unos minutos..." Pensó, así que avanzó hacia el lugar. No era común ver a un animal obviamente no abandonado ir a un lugar oscuro donde seguramente había otros animales, quizás peligrosos. A no ser que estuviera perdida, por supuesto.

Estaba a punto de ingresar, pero algo lo detuvo: La sombra de una persona.

Asomó su cabeza por uno de los muros, sin querer llamar la atención; sin embargo, no esperó encontrar ahí a una pequeña reunión de felinos, y a quien le pertenecía aquella sombra. El callejón estaba iluminado por un poste de luz que irradiaba destellos anaranjados, dando un tono cálido a la fría noche.

Jimin contó unos 5 gatos desde dónde estaba. Y el chico que estaba sentado de piernas cruzadas contra uno de los muros del callejón era un joven de su edad, más o menos.

A pesar de tener la capucha de su sudadera puerta (la cual caía por su hombro descuidadamente) era bastante llamativo: Cabello completamente negro, como la noche, y piel lechosa y bien cuidada. Vestía unos pantalones baqueros con roturasen las rodillas y una camiseta blanca, llevaba un barbijo negro colocado bajo su mentón y sus manos se encontraban semi cubiertas por las mangas de su suéter. A su lado estaba lo que asumió era su mochila, y el rubio se fijó en que llevaba diferentes decoraciones de gatos: Unos pines, costuras, incluso un llavero enganchado a la cremallera de la mochila.

Estaba a punto de dar un paso más para llamar la atención del desconocido, aunque de le hacía familiar, pero entonces murió; si, efectivamente, murió, falleció por un ataque al corazón porque, por todos los dioses: LA SONRISA DE ESE CHICO ERA LO MÁS ADORABLE DEL MUNDO.

Fue una mueca de alegría amplia, mostrando sus encías y sus pequeños y blanquecinos dientes, acompañado con el radiante brillo de sus ojos, fue algo que Jimin no pudo soportar, simple. Y su ternura aumentó al darse cuenta de la razón de esa sonrisa: Dos crías de gato, de no más de un año de edad, jugando entre ellas, revolcándose en el suelo.

K.O.

Permaneció un par de minutos más, ambos en completo silencio, y Jimin observaba con fascinación como los mininos ronroneaban, restregándose contra el pelinegro, cosas que, a esa distancia, el rubio no podía entender. Decidió después de un rato que sería mejor dejar al chico en compañía de los animales, pues éste parecía demasiado entretenido acariciándolos, así que de forma sigilosa salió del callejón y volvió a caminar.

🌺

Llegó a su casa siendo casi las 00, y cuando abrió la puerta de su departamento, lo más cuidadosamente que pudo, alguien encendió la luz y casi saltó sobre él.

-¡Park Jimin, ¿dónde estabas a estas horas?! -Jihoon lo tomó por los hombros, mirándolo con mucha preocupación-. ¡Dios, estaba aterrado porque no volvías!

-Lo siento -Se disculpó, soltándose del agarre de su padre con delicadeza-. Me entretuve un rato más con Hoseok hyung.

Mintió, claro que mintió, ¿qué iba a decirle al paranoico de su padre? "Me entretuve mirando a un chico en un callejón". Seguramente haría mucho escándalo y le diría lo de siempre, así que pasando. Estaba demasiado cansado para tener que aguantar los sermones de su padre.

-Podrías haber llamado -Frunció el ceño, soltando un suspiro un poco más aliviado-. Ve a dormir ¿sí? Mañana lo hablamos...

Y al parecer Jihoon tampoco tenía cabeza para discusiones. Jimin asintió en silencio y cerró la puerta de su habitación, cerrando los ojos. Se recostó en su cama después de sacarse la ropa y rezó porqué mañana no fuera un dia muy malo.

Abrió los ojos lo que le parecieron segundos después, sintiendo la luz del sol colarse por la ventana de su pieza. Con los ojos entrecerrados miró la hora en el reloj sobre su mesita de noche, el cual indicaba poco más de las siete. Opinó, siendo que empezaba el colegio a las 8 y media, que no pasaría nada por volver a dormirse un ratito, así que eso se dispuso a hacer. Era un fan activo de dormir, ¿Quién puede culparlo?

La puerta de la habitación se abrió sin cuidado, y unos pasos apresurados se acercaron a él para sacudirlo con fuerza.

-Jimin, despierta, vamos -Era, como no, su padre-. Jimin, si no vas a quedarte dormido y llegarás tarde al instituto. Vamos... -Sonaba exasperado, así que, con cara de asco hacia todo lo que le rodeaba, abrió los ojos-. Me han llamado del trabajo por algo urgente, así que tengo que salir ahora. No vuelvas a dormirte, ¿entendido?

-Sííí -Alargó de mala gana. Cuando su padre salió de la habitación Jimin tomó la voluntad de levantarse al fin.

Fue a asearse y a vestirse, luego dirigiéndose a la cocina a ver que podía desayunar, y una vez estuvo todo listo, sólo le faltó organizar su mochila y esperar a que fuera buena hora para salir.

Bueno, adivinen a quien le dieron positivo en CoVID ùnú

Estoy acá, confinada en mi cuarto, chill.

Si me muero, háganme famosa xfa :(

Sobreviviré, espero. Soy joven y justo cuando más cerca estoy de la muerte, más viva me siento.

Bueno, me duele la cabeza así que hasta aquí llego.

Perdón cualquier falta de ortografía.