Capítulo 39

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Jimin camina con seguridad a través de las calles oscuras de la ciudad

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Jimin camina con seguridad a través de las calles oscuras de la ciudad. Voltea para ver a su amigo sobre su hombro de vez en cuando, asegurándose de que está siendo seguido.

No habían intercambiado palabras desde que salieron de la cancha. El rubio prefirió darle a Gi un tiempo, pues parecía repentinamente sumergido en su mente. Se preguntó qué pensaba con tanta determinación como para no prestarle siquiera atención a su entorno, pero no le preguntó.

Se concentró en llegar a donde prometió, caminando con tranquilidad. Conocía bien esas calles, no eran realmente peligrosas si sabías por dónde ir, así que no se preocupó de más. Miró a su alrededor y sonrió amplio antes de voltear a ver a su desconcentrado amigo. Tomó su mano para llamar su atención, consiguiendolo al intente, y tiró de él hacia el callejón que había visitado varias veces. Tenía fé en que habría unos gatos al menos, ya que solían reunirse por las noches según Gitty le explicó en una ocasión.

Pensando en él: Esperaba poder presentarselo a Gi, ya que estaba seguro de que ambos se llevarían muy bien. Vamos, ¡tienen la misma personalidad arisca! Sólo que uno es más bien grosero y el otro un poco más… adorable.

Bueno, tímido sería una mejor palabra, pero no importaba en realidad.

—Ven, vamos —Jala de él y se detiene sonriente frente a la callejuela—. Aquí suelen venir muchos gatos, así que pensé que te gustaría.

—¿Sí? Hay bastantes puntos donde los gatos suelen juntarse.

—¿Cómo pandillas? —Jimin lo mira con una ceja enarcada con diversión.

—Sí, básicamente como pandillas felinas —Se encoge de hombros.

—¡Gatitos mafiosos! —Bromea, soltando una carcajada que resuena en el silencio de la noche—. Y... —Alargó la letra para dar expectación justo antes de detenerse frente a una callejuela—. ¡Aquí es!

Gi mira el lugar sorprendido: Bien, él es consciente de que ya ha estado aquí con Jimin, pero por supuesto este no lo sabe. No lo sabe porque era un gato, y ahora humano, y también coincidieron en aquella ocasión en la que Jimin lo vio el primer día de clases.

Pero es un experto en guardar verdades, y esas serían las que mantendría para sí mismo.

Se concentra en el tacto de Jimin, que aún no suelta su mano. Se siente extraño: No es como eso que siempre dicen en las novelas que su hermano lee de “se sentía como si estuvieran hechos el uno para el otro, encajando perfectamente”, pero se siente correcto, cálido. Seguro.

Eso es mucho mejor que sentirse como piezas de puzzle encajando, porque las piezas se separan cuando el rompecabezas ya está armado y, sin embargo, el tacto de Jimin, siendo tan firme, le daba la sensación que permaneces justo ahí por mucho tiempo.

Es un buen amigo, se dice, excusando esa comodidad ante cualquiera que no sea su familia o Namjoon con ello.

—Esto parece una cita —Piensa en voz alta, sorprendiendose a sí mismo por sus repentinas palabras.

Gitty [myg + pjm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora