Capítulo 44

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Volví :D
PERDÓN POR DESAPARECER PERO ESPERO QUE OS GUSTE ESTE CAPÍTULO

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Para Hoseok, el tener que cumplir con las exigencias de su padre era casi como una dictadura.

Desde que lo habían expulsado de su instituto, los ojos de su padre parecían estar completamente sobre él, como si quisiera seccionarse de que Hoseok no hiciera nada fuera de lo normal.

Como si se creyera un buen padre.

Por ello, sus rutinas se habían convertido en un monótono ida y vuelta a su instituto donde, de vez en cuando, podía escapar en los recreos.

Por mucho que el señor Jung quisiera aparentar ser un padre preocupado por el futuro de su hijo, le importaba lo suficientemente poco como para realmente detenerse a observar lo que hacía. Si llegaba tarde a casa, por ejemplo, valía con mentir diciendo que las actividades del club se alargaron, a pesar de que ese día no hubiera club, y a pesar de que su padre lo supiera.

Ninguno mentiría diciendo que les importaba algo: Mientras Hoseok no se metiera en problemas y sacara el curso sin dificultad, el hombre no tenía la intención ni de mirar en su dirección, y ese era el primer extremo de su vida:

Frío como un glacial, distante como una estrella.

En su maqueta del universo, Hoseok habría puesto a su padre lo más lejos posible de él. En otra galaxia. En otro universo. Siendo el sol de otro sistema solar donde sólo había un planeta: Su madre.

-¡Hoseok, ven a saludar! -Exclama desde la cocina, enfrascada en la que sea que fuera su receta de ese día.

Con un bufido se acercó a la estancia, dejando un beso en la mejilla de su madre.

-¿Cómo ha ido tu día, cariño? ¿Muchos deberes? ¿Exámentes? ¿Has quedado con tus amigos? ¡Puedes decirles que vengan a casa la próxima vez! Sabes que no me gusta que andes en la calle por la noche -La mujer lo mira con suma atención, inclinándose sobre él hasta el punto de invadir su espacio personal de forma incómoda-. ¿Saldrás mañana también? ¿Necesitas algo de dinero?

-He quedado con Jimin mañana en la noche-miente, recordando que Henrry le contó de una reunión que harían los de la pandilla la noche siguiente-. Probablemente duerma en su casa.

-¡Claro, claro! ¡Dile que venga algún día! Hace tiempo que no se pasa por aquí, me voy a hacer vieja esperándolo -Ríe y deja un beso sobre la nariz de su hijo antes de enderezarse y seguir cocinando.

El segundo extremo en su vida era su madre:

Cálida como el sol, pero demasiado pequeña.

Siguiendo su pobre filosofía planetaria, su madre es un minúsculo planeta que da vueltas alrededor de un tonto sol con llamas apagadas, en busca de complacerlo eternamente.

Era tonta.

Su madre había sido tonto desde que tiene 12 años, desde que, por primera vez, entendío que su padre no es un sol, sino un asteroide destructivo con conplejo de estrella.

-No olvides bañarte, Hoseokie, ¡y date prisa que ya vamos a cenar!

Escuchó la voz de su madre antes de cerrar la puerta de su habitación, dejando su mochila en el suelo y yendo directamente a su escritorio, encendiendo el equipo de videojuegos que tenía para jugar algunas partidas con tal de matar el tiempo.

A través de las finas paredes podía escuchar a su madre hablar sin parar, sin obtener respuesta de su esposo. Eran dos polos opuestos. Su matrimonio, de no ser por la estupidez de la mujer, probablemente se habría ido a pique hace años.

Gitty [myg + pjm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora