CAPITULO 23 (PARTE 1)

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❝Estoy cansado,  no puedo pensar en nada y solo quiero poner mi cara en tu regazo, sentir tu mano en mi cabeza y permanecer así durante toda la eternidad❞

Franz Kafka

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El acaricia mi cabello y sé lo que sigue luego de que por primera vez confesarle eso a alguien

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El acaricia mi cabello y sé lo que sigue luego de que por primera vez confesarle eso a alguien.

—Sabes lo que sigue… debes denunciar Ashley.

Escuchar mi nombre completo suele ser un poco raro teniendo en cuenta que la mayoría del tiempo me llama pelirroja acosadora o Ash.

—No quiero someterme a preguntas, no quiero rememorar esos momentos— me niego a hablar y recordar cuando ese hombre…

—Mirame Ash— pide y yo me niego escondiendo mi cara a su pecho— No podemos dejar que ese hijo de puta se salga con la suya— levantó mi cara mirándolo y noto su mandíbula apretada— Este es el paso sera un poco difícil, luego todo se solucionara. Te lo prometo.

Promesas que nunca se cumplieron, no te culpo. Quizás el problema siempre fui yo.

—Dame un par de días, por favor. Necesito procesarlo todo— le pido esperando que acepte— Algunos días y… lo denunciare.

Es lo mejor, me repito.

Pero es demasiado difícil.

Ya no quiero que me lastime o al menos no físicamente. Pero ¿Qué importa? Ya sus marcas y las secuelas que dejó cada uno de sus toques no se pueden borrar… ya no.

—Sé que tienes miedo y es entendible, pero estaré a tu lado cada momento— asegura.

—Solo déjame esperar a... Que cumpla 18 y ahí si lo denunciare… solo faltan unos meses. No quiero que al investigar encuentren el daño que me hace mi madre y me lleven con servicios sociales… por favor— suplico.

—No Ashley. No te dejaré hacer eso.

—Pero…

—No volverás a esa maldita casa y mucho menos dejaré que te lleven con servicios sociales. Buscaremos alternativas… algún familiar que se haga cargo algunos meses.

—No lo tengo— bajo la mirada, pero recuerdo a... mi hermana— Mi hermana… olvidalo.

Se lo estúpido que suena.

—¿Tienes hermana?— pregunta y yo asiento— ¿Por qué ella no vive contigo?

—Ella... — trato de ignorar el nudo en mi garganta y empiezo a hablarle sobre Danielle.

No sé en qué momento me sentí tan segura para contarle tantas cosas sobre mí a él… quien creí que era un desconocido.

Ojalá nunca hubieras sido más que un desconocido.

Parte de una estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora