CAPITULO 25 (PARTE 1)

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❝Recuérdame, aunque sea en un rincón y a escondidas. No me dejes ir.❞

Carlos Ruiz Zafón

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Desde que los abusos por parte de ellos empezaron, algo murió dentro de mí

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Desde que los abusos por parte de ellos empezaron, algo murió dentro de mí. 

Tal vez una rosa, al principio solo cayeron un par de pétalos apenas perceptibles, luego esta empezó a encogerse y al final se marchito.

Hay un vacío enorme, un dolor en mi pecho que se que nunca se recuperara y aunque pueda avanzar, aquel vacío no se llenará y ese dolor no cesará.

Durante la noche no pude dormir pensando en todo y a la vez en nada,  primero fue el juicio, investigue y al parecer no es necesario asistir o al menos no en todos los casos, pero sigo teniendo miedo.

—¡Ashley!— escucho los gritos de mi hermana aproximarse y solo falta un par de segundos para que ella atraviese la puerta sonriente— ¿No pudiste dormir?— pregunta preocupada y borrando su sonrisa inmediatamente.

—No— afirmó, era estupido negarlo.

Ella se acerca y se sienta en la cama a mi lado.

—Sabes que quiero ayudarte ¿no?— yo asiento sin mirarla— Primero que todo está tu salud mental, tu salud emocional y no quiero que te destruyas pensando en lo que pudo pasar. Así que mañana hablaremos de eso, por ahora alístate hoy volverás al instituto— deja un beso en mi frente, se levanta dispuesta irse pero la detengo.

—Si te conviertes en mi tutora legal, viviré contigo ¿no es así?

—Ash… buscaremos una solución. Pensaré en algo te lo prometo.

Cumpliste tu promesa, yo no te menti… porque no te prometi nada.

Sale de la habitación y se que es hora… Aqui vamos.

Media hora después estoy lista, la blusa negra permite que se vean mis cortes.

Me paro frente al espejo y analizo las marcas, Danielle vuelve a la habitación y me abraza por detrás.

—No debes avergonzarte, pero si te sientes incomoda podrías llevar una sudadera— supongo que mi mirada lo dice todo.

Ella sale de la habitación y regresa con una sudadera en sus manos, la sudadera de… Finn.

—El me pidio que te la diera si la necesitabas, el sabia que la necesitarias— es lo último que dice antes de desaparecer por la puerta—¡Te espero para que desayunes!— grita desde la cocina.

Él… 

Las palabras del otro dia me hacen dudar, ¿Él siente algo mas por mi? 

Por primera vez no me pongo a pensar sobre si le puedo gustar a alguien, lo único que me importa es… Si le gusto a él.

Parte de una estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora