❝Te me apareciste como un último salvavidas lanzado en medio de una vida que a partir de entonces estaba vacía. Me agarré a él con todas mis fuerzas y voluntariamente cerré los ojos a todo lo que podía poner en peligro esta última esperanza❞
Maria Casares a Albert Camus
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Hace días estaba pensando en el juicio y la posibilidad de que el juez falle a favor de Bruno.
Me planteé un millón de posibilidades y llegué a la conclusión de que si alguien usara su testimonio a nuestro favor, tal vez ganaríamos.
Mi pecho se comprimía ante esa posibilidad y… Su riesgo.
Mamá.
Hace mucho tiempo que no la veía y ella sería la única que podría ayudar y… Eso incluye colaborar con la justicia y también declararse culpable respecto a que ella siempre lo permitía, quizás me ayude, aunque es casi imposible, quisiera intentarlo. El problema es que no me dejaran ir a buscarla.
La posibilidad de que vaya y la encuentre en esa casa es -1%, pero ¿Qué pierdo con intentar? Nada.
Todo.
Danielle abre la puerta y entra inmediatamente.
—¿Que haces?— pregunta intentando ver los dibujos en mi libreta.
—Nada— la cierro inmediatamente para que no vea que en realidad estoy escribiendo notas… notas de cómo me siento y para ser sinceros, no me siento nada bien.
No dice nada más y extiende su mano hacia mi.
Recibo la pastilla que me ofrece y luego tomó el vaso de agua.
—Acaso no crees que puedo hacerlo sola— cuestiono al ver como cada dia desde hace meses empezó hace lo mismo.
—Si, puedes hacerlo tú sola, pero me aseguro— sonríe— No me mires así, lo hago por tu bien— ruedo los ojos y meto la pequeña pastilla en mi boca y tomo un poco de agua.
—Ya está— abro la boca y ella parece no ver nada raro. Sale de la habitación y cuando me aseguro que no volverá la sacó de mi boca y me encierro en el baño.
La tiro en la taza y presiono el botón, sé que esto no está bien, pero ya no quiero tomar pastillas.
Antidepresivos… Los tomé durante un tiempo y luego de eso fingí tomarlos.
No me deje ayudar y tal vez logre sentirme mejor, pero ¿a qué costo?
Reemplazando y no era justo, nada de esto lo era.
Miedo... ¿Algún día podré vivir sin miedo?
Lo más probable es que si, tengo una salida y la tomaré. Ellos me ofrecieron una mano y aunque está costando más de lo que pensé, la tomaré. Lo primero será buscar a mamá… luego de esto sera la ultima vez que la vere.
