❝Estoy cansado, pensé que solo necesitaba dormir una noche, pero es más que eso❞
Patrick Treadway
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Un mes y medio y aún no se ha anunciado el día del juicio.
Le he preguntado a Finn y a Danielle. Lo único que dicen es que se están recolectando pruebas.
Al parecer lo único que tenemos nosotros es mi testimonio y el de un hombre que accedió a ser testigo… Lo último que tenemos a nuestro favor son los exámenes de hace meses que me realizaron Noah y el doctor Thompson.
Mi miedo se acentúa en las técnicas que puede usar Bruno el día en que el juicio llegue, sé que él buscará la manera de librarse de esto. Solo espero que el juez falle a mi favor
Camino de lado a lado en mi habitación, sabía que no todo es tan fácil. Danielle aún no ha podido terminar la documentación para ser mi tutora legal.
Ella me mintió, era obvio que no sería tan fácil. Hace días me dijo que necesitaba una razón del porque ella quiere acceder a mi custodia y aunque ha dado motivos no ha logrado nada y sé que ella está igual de estresada que yo.
Muerdo mi uña por el nerviosismo.
Danielle prometió que antes de mi cumpleaños Bruno estaría tras las rejas.
Faltan dos meses y veo eso lejano.
Lo siento, yo solo quería terminar con todo esa mierda rápido, no quería seguir pensando en que él podría dañar a alguien más, por eso lo hice.
Cierro la puerta de la habitación y busco la cuchilla en la cómoda.
Me siento en la cama y subo hasta mis caderas la sudadera.
No quería que el llevar siempre pantalones levantara sospechas así que usaba la sudadera de Finn que cubría más abajo de mis muslos.
Solo respira, me repito. Le hice una promesa, no puedo fallarle. No a mi hermana.
Las pesadillas, los recuerdos, mi maldito subconsciente que solo me traiciona rememorando con detalles cada maldita cosa.
—Eso no ayuda solo me hara mas daño— susurro cerrando los ojos fuertemente— No debo hacerme daño. Solo una vez más… Una maldita vez no es nada.
Paso una vez la cuchilla, con una sola vez no basta. La paso repetitivamente en un impulso.
Paro cuando el color rojo decora mis piernas, suelto la cuchilla al piso.
—¡No!— grito de frustración.
Entro al baño y me paro frente al espejo.
¿Sabes cuando te das cuenta que estas realmente mal?