Capitulo Catorce: Mr. e Mrs. Moore.

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Viernes 0800 horas día once.
Misión MI04/19HR.
Forte dei Marmi, Italia.



Comenzamos el día con el entrenamiento básico y después de comer nos reunimos para aclarar los últimos puntos de la misión.

Camargo entrega los vestuarios de cada uno junto con las identificaciones y los pequeños cambios de apariencia que nos haremos, así como los maletines de dinero para la compra de víctimas.

En el equipo de meseros estamos Decir, Valencia, Abella y yo.

Afuera estarán Wen y Zaho con las cámaras y serán nuestros ojos.

Heiden, Rizzuto, Vucic y Harris estarán con francos vigilando a la distancia para seguir la ruta de las personas que se venderán.

Moore, Zajarova y Markelov irán de seguridad de cada pareja del equipo.

Zhao entrega los GPS que cada uno llevaremos, así como los micrófonos que tendremos que llevar y poner en distintas áreas, así como minicámaras de seguridad.

Todavía no se ha revelado nada acerca de la nueva droga, no sabemos si la van a usar en las víctimas para demostrar sus efectos, pero hay que estar alerta.

No sé a registrado movimiento cerca al lugar del evento así que creemos que los llevarán ese día temprano ya que se estima que son alrededor de ochenta personas.

Estudiamos los perfiles y nos concentramos en el contrabandista de diamantes Turín.

Sus principales fuentes de ingreso de diamantes son cuatro minas, los trabajadores de ellas son menores de edad que son raptados o bien que sus propias familias venden, son niños que deberían de estar jugando no trabajando.
Cataca, Angola
Venetia, Sudáfrica
Jwaneng y Orapa, Botswana.

Los diamantes extraídos ilegalmente son vendidos a los distintos líderes de mafias entre ellos los hermanos Riina, comerciantes y políticos.

Según la información obtenida viene con una importante carga para vender durante la cena así que trataremos de concretar una venta para así poder tener pruebas y encarcelarlo.

La junta se da por concluida y nos piden que descansemos ya que empezamos actividades mañana a las 1000 horas.

La entrada del personal de servicio es a las 1800 horas ya que se citó a los invitados a las 2000 horas.

Me dirijo a la habitación de Dante ya que estoy muy caliente. Me he vuelto muy insaciable estos últimos días.

Abro la puerta, pero me detengo en seco cuando veo un sexy vestido negro largo sobre la cama.
Me quedó estática en el marco de la puerta Dante llega y me abraza por detrás.

Se acerca a mi oreja izquierda y susurra. —Ponte eso te tengo una sorpresa salimos de aquí a las 1900 horas. Yo me arreglo en la habitación de al lado, dentro de la caja roja están los zapatos y en la negra lo que llevaras debajo del vestido —. Besa mi punto favorito detrás de la oreja, se separa, azota mi trasero y se va.

Tengo dos horas para estar lista así que voy a la ducha, salgo, seco mi cabello, lo ondulo, me maquillo, me coloco la tanga y el corsé es de color negro con encaje y transparencias.
Los tacones son de tiras finas y tacón de aguja en color negro.
La cartera es de mano también en color negro.

Me paro frente al espejo y me admiro en ropa interior y tacones.
Me siento muy sexy y más caliente de lo normal.
Faltan treinta minutos para las 1900 horas así que dedico veinte minutos a tocarme a mí misma.
Satisfecha coloco el vestido y vuelvo a admirarme.

Tocan la puerta dos veces y me encaminó a abrirla.

—Wow estas hermosa Ángela —. Dice sorprendido Iván y carraspea. —Venía a invitarte a ver películas, pero creo que ya tienes planes, que te diviertas esta noche, Permíteme acompañarte abajo.

Me tiende su brazo y lo tomo agradecida. Me acompaña hasta el auto, y se despide con un beso en mi mejilla. —Te quiero, Diviértete por favor, te veo mañana —.

—Yo más Iván, hasta mañana.

Se va y Dante se acerca hacia mí, me toma de la cintura y me besa. —Hoy te voy a sorprender y sé que te va a gustar —.

Abre la puerta para mí, rodea el auto, entra en él y arranca.

Durante el camino disfrutamos del silencio, el entrelaza nuestros dedos y besa el dorso de mi mano mientras no quita los ojos del camino. Lleva puesto un traje negro con camisa negra la corbata es de color rojo sangre.

Llegamos al puerto donde un gran yate está aparcado, nos estacionamos y antes de bajar del auto me entrega una pequeña caja de terciopelo.

—Y esto? —. Pregunto con calma ya que la caja es pequeña.

—Ábrela —. Abro la caja y en ella hay un collar con un dije de una luna en cuarto menguante. —Gracias es hermoso. — Lo rodeo en un abrazo y le doy muchos besos por el rostro.

—voltéate para ponértelo.

Me pone el collar y me da un beso en el hombro, sale del auto y abre la puerta para mí, me tiende su brazo y avanzamos al muelle.

El yate es enorme y se ve que hay movimiento de personas.

Subimos a él y en la proa hay cinco mesas para dos personas cada una, músicos en vivo y meseros.

Nos dirigen a nuestra mesa y es la que está ubicada del lado de estribor.

El ambiente es muy romántico, nosotros somos la pareja más joven abordo.

La música es romántica y me siento feliz nunca nadie había hecho esto por mí.

Nos ofrecen de tomar y nos decidimos por vino. Platicamos de las locuras de la adolescencia.

El Yate zarpa y empiezan a traer la cena, empezamos por una crema que está deliciosa.

La cena sigue su rumbo con los demás platillos y entre risas comemos.

—¿Así que estrellaste el auto de colección de tu padre? ¿Estrellaste un Mustang Shelby del 68? —. Pregunto incrédula.

—Si. Acepta orgulloso

—¿Y que te hizo tu padre? Yo te hubiera matado.

—Me castigo por todo un año e hizo que pagará por los daños. Y dedique todos los fines de semana de ese año en reconstruir otro.

—Así que a los 18 fuiste mecánico después de tu etapa de rebelde.

—Si a los 17 me expulsaron de la academia por un año, papá se lo tomó con calma y lo vio como la oportunidad de poder convivir los tres por un año sin interrupciones, pero digamos que a mí me gustaba salir y embriagarme mucho a esa edad. Luego choque el auto y le baje a la rebeldía, después de 18 meses volví a la academia y bueno ya te sabes el resto.

La platica y las risas siguen le confieso que mi mayor travesura de adolescente fue fugarme a Rosarito en Baja California un fin de semana.

—Estábamos bailando en una discoteca y la música se apagó de repente, las luces se encendieron y los policías entraron mi papá venía al frente de la comitiva.
Alex y yo no tuvimos oportunidad de correr así que se nos acabó la fiesta.

—Conoces a Hernández desde hace mucho.

—Si desde los siete años. Nuestros padres adoptivos se llevaron bien así que pasábamos juntas las navidades y años nuevos en México desde los nueve hasta los diecinueve.

Los músicos empiezan a tocar Fly me to the Moon de Frank Sinatra y mi cuerpo reacciona bailando aún sentada.

Dante me tiende la mano para bailar y la tomo con gusto. Papá y mamá solían bailarla y es de los pocos recuerdos buenos que tengo de ellos.

Dante me sorprende ya que no tenía la menor idea de que bailará tan bien. Damos vueltas por la pequeña pista llamando la atención de las demás parejas presentes. Nos dejan la pista a nosotros y disfrutan del espectáculo, los músicos siguen con you make me feel so young y nosotros nos perdemos uno en el otro, bailando y disfrutando de cada momento.

La canción termina y todos los presentes nos dedican una ronda de aplausos. Dante me besa en medio de la pista y seguimos bailando.

Horas después nos dirigimos al camarote, el cual está arreglado con velas y pétalos de rosa roja por todos lados.
En la cama hay una nota que dice:

Congratulazioni Mr. e Mrs. Moore.


—¿Señor y Señora Moore?

—Déjame soñar.




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El As de Espadas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora