El As de Espadas.

Capitulo cuarenta y cuatro: Falta de Carácter.

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Jᴜᴇᴠᴇs 2330 ʜᴏʀᴀs ᴅɪ́ᴀ ᴅᴏs.

Mɪsɪᴏ́ɴ MI05/19HR/H

Sᴀʟᴇᴍɪ, Sɪᴄɪʟɪᴀ, Iᴛᴀʟɪᴀ.

Estamos alrededor de una bodega apartada, está en un lugar sin iluminación y rodeado de árboles facilitando el poder ocultarnos con los francos a distancia, el clima a pesar de que es verano no es insoportable por el calor, la noche es fresca y se puede escuchar el cantar de los grillos.

No hay seguridad que nos alerte o indique que falta poco o mucho, así que esperaremos ya que las entregas por lo general son de noche o por la madrugada así que no sabemos cuánto tiempo estaremos aquí.

Wen, Zaho y Greene son nuestros ojos y tienen un perímetro de 10 km a la redonda.

Reportan cada movimiento, que ocurre en el perímetro desde alguien que sale de su casa, los que llegan a sus hogares y hasta los que se asoman por las ventanas.

Pasan cerca de dos horas sin novedad relevante hasta que Zaho interrumpe el silencio.

—Auto deportivo color blanco custodiado por dos camionetas de lujo en color negro entrando al perímetro zona sur—.

-—Camioneta de lujo color blanco custodiada por dos motocicletas entrando al perímetro zona norte —. Comunica Greene.

—Listos nadie se mueve ni nadie dispara hasta que termine la transacción —. Ordena con voz firme Heiden. — Lo primordial es capturarlos vivos y después la mercancía.

Todos nos preparamos ya que cualquier cosa podría salir mal.

Los vehículos llegan a la bodega y entra cada grupo por un portón que se encuentra en lugares opuestos. Una frente a la otra.

Con antelación se pusieron varios micrófonos el hecho de que no hubiera nadie custodiando el lugar ayudó ya que las paredes son gruesas y no permitía que los micrófonos exteriores captarán el sonido.

Wen nos narra la situación.

— Se confirma identidad de Antonello Riina y Gio Frabotta al frente de la entrega.

—Se están saludando.

—Frabotta está muy feliz.

—Riina luce molesto.

—Frabotta exige la mercancía.

—Riina enseña la mercancía.

—Frabotta hace malos chistes y se está burlando de él.

—Riina lo está amenazando.

—Frabotta regresa la amenaza.

— Están discutiendo por la hermana pequeña.

— Frabotta le recuerda el asesinato de su madre.

—Sacaron sus armas.

El sonido de disparos nos alerta y el grupo espera la indicación de Heiden.

Decir y yo nos quedamos en nuestras posiciones y Heiden da la indicación de que esperen a que entre ellos se den de baja.

Sale la camioneta blanca de lujo a gran velocidad terminando con la batida.

Decir dispara al vehículo impactando en el vidrio trasero, pero no se detiene el vehículo.

—Ahora —. Entran los demás comandados por Heiden y los disparos vuelven a inundar el área.