El As de Espadas.

Capitulo Veintiséis: Futuro.

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Sábado 1200 horas día veinte

Descanso Misión MI04/19HR

Tulum, Quintana Roo, México

Abro los ojos ya que escucho como la puerta de la habitación es abierta y unos pequeños pasos se acercan a la cama, reconozco las pequeñas pisadas.

Opto por seguir acorrucada con Iván y él sonríe con los ojos cerrados.

Los dos sabemos quién es y su infantil risa traviesa lo delata, se sube a los pies de la cama y salta encima de nosotros.

—Despierta An sorpresa ya llegué.

Finjimos seguir dormidos y se mete entre Iván y yo.

Abro los ojos y le beso toda la cara.

Su risa es contagiosa e Iván le hace cosquillas.

—Me despertaste y ahora lo pagarás —. Iván no le da tregua con las cosquillas.

Se detiene por que Nick ya está rojo como tomate.

Se endereza y pasa sus pequeños brazos por mi cuello y me abraza muy fuerte.

—Te extrañe An.

—Yo también mi amor.

—¿Me llevaras al mar a buscar el tesoro perdido que los piratas dejaron ahí? — . Me pregunta con mucha emoción.

—Si, es más te llevaremos a un barco pirata —. Le dice Iván muy serio.

A Nick le encantan los piratas y me conmueve que Iván le dé gusto en todo a Nick.

Iván pide room service y pone una película para Nick en lo que nos duchamos y nos arreglamos.

Estando listos bajamos al lobby mientras caminamos Iván viene en el teléfono.

—Ok en dos horas nos vamos el espectáculo, es a las 1830 horas y termina a las 20:30 horas.

¿Estas listo para ver a los piratas? —. Dice Iván cargando a Nick sobre sus hombros.

—Si —. Grita con emoción mientras caminamos hacia el lobby.

—Mamá mira soy un gigante —. Dice Nick viendo a Hailee mi cuñada.

Me acerco a ella y la abrazo, pregunto por mis hermanos ya que no los veo cerca de aquí.

—Le dije a Emeth que lo vigilará, pero de seguro averiguo tu habitación y lo dejo ahí, apuesto lo que sea a que se fue a la alberca —. Contesta con una fingida indignación.

—No te preocupes, ¿me prestas a Nick hoy por la noche? Iván le dijo que lo llevaríamos a ver a los piratas y salimos en dos horas.

—Si por favor, quiero acostarme y levantar los pies. Esto del embarazo es agotador.

—¿Cuántas semanas tienes ya?

—34 pero siento que en cualquier momento voy a reventar y el calor no ayuda, déjame te preparo una mochila para Nick. ¿A qué hora vuelven?

—Cerca de medianoche, pero si quieres que duerma con nosotros, ya mañana después del desayuno te vemos en la playa.

—Gracias eres la mejor cuñada.