Capitulo Dieciséis: Feromoni HRV

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Sábado 0800 horas día doce.

Misión MI04/19HR

Forte dei Marmi, Italia.



Vamos rumbo a la casa para dar comienzo a las actividades de la misión. Él tiene mi mano entrelazada con la suya y va besando el dorso de la mía. Vamos en un cómodo silencio y los dos tenemos una sonrisa tatuada en el rostro. Estamos a mitad de camino cuando una camioneta negra nos cierra el paso, de ella bajan cuatro tipos encapuchados con armas largas.

Todo se vuelve lento, suelta mi mano y los primeros disparos impactan con el vehículo.

Tenemos suerte de que este blindado.

Pará el carro de lado y toma una Uzi.

—Debajo de tu asiento hay una.

La tomó y bajamos del lado contrario al que están ellos.

Estamos listos para cuando cambien de cargador.

El silencio llega y salimos disparando.

Yo tomo los dos de la derecha y Dante los dos de la izquierda.

Acabamos con ellos y damos un pequeño chequeo de la zona, pero no alcanzamos a hacer un buen chequeo ya que escuchamos más disparos y nos cubrimos nuevamente.

—Vienen más, ten otro cargador.

Checo las municiones, guardo el cargador y en un movimiento arriesgado apuntó a la parrilla de la camioneta, Sale humo de ella y choca con un gran árbol.

Esperamos a que los ocupantes reaccionen, ya que no sabemos si quedaron inconscientes o solo fingen para tenernos en la mira, después de dos minutos bajan cinco tipos más con los cuales tenemos un cruce de balas y damos de baja a tres, quedan solo dos que en otro cruce de balas terminamos con ellos.

Nos revisamos mutuamente asegurándonos el no tener ninguna herida o rozón de bala, Dante luce sumamente enojado ya que se supone que nadie sabe que estamos aquí, toma mi mano y corremos al auto. Subimos con prisa, Dante acelera a fondo cuidando que nadie más nos siga y llegamos a la casa.

Moore llega gritando, exigiendo que todo el mundo haga las maletas ya que saben dónde estamos y en cualquier momento pueden venir a tendernos una emboscada.

En menos de siete minutos abandonamos la casa y nos dirigimos al segundo punto ubicada en Marina di Pietrasanta que no está muy lejos.

Llegamos y descargamos todo, en este tipo de situaciones el tiempo es vital así que estamos acostumbrados a no desempacar todo, el auto se quedó en la otra casa ya que no podíamos circular en el por su estado.

Moore nos reúne y exige información.

Markelov me abraza junto con Hernández y celebran que este bien, me preguntan por los detalles así que les explico rápido.

No sabemos quiénes eran así que Heiden, Vucic, Zajarova y Moore regresan al lugar para tratar de averiguar quiénes eran.

Dante se dirige hacia mí y Markelov sigue a mi lado.

—Cuídala con tu vida—. Moore le dice en tono serio a Iván que le contesta con fastidio.

—Desde que la conocí lo he hecho.

Dante me da un casto beso y se va.

Zajarova se despide de Alex y sigue de cerca a Moore.

Subo a la habitación para darme una ducha ya que en el tiroteo me llene de tierra, me pongo ropa deportiva ya que no se si el baile sigue en pie o que es lo que va a pasar.

El As de Espadas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora