El As de Espadas.

Capitulo Cincuenta: Sueños hechos realidad.

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Miércoles 1600 ʜᴏʀᴀs ᴅɪ́ᴀ ocho.

Mɪsɪᴏ́ɴ MI05/19HR/H

Pᴀʟᴇʀᴍᴏ , Sɪᴄɪʟɪᴀ, Iᴛᴀʟɪᴀ.

Lo sucedido ayer con Moore me tiene molesta, la pérdida de la mercancía me tiene fúrica. Mi estado de ánimo está tan volátil que no sé cómo estoy sobrellevando esto.

El día ha estado muy agitado, Heiden nos despertó a las 0700 horas para hacer el respectivo entrenamiento físico, de combate y puntería para después ponernos a limpiar todas las armas, afilar los cuchillos, limpiar las botas y dejar reluciente la casa.

Parece que regresamos a la academia.

Heiden no nos soltó en todo este tiempo, la comida la aplazó hasta este momento, pero mi estómago está sensible, no tolero el olor de la comida así que me sirvo procurando no respirar y llegó a la mesa donde está sentado Iván y los demás de siempre.

Mi cara de asco es tan evidente que Kate se codea con Alex y entre las dos me observan de manera seria.

Hago el intento de llevar el cubierto con comida a mi boca, pero el olor es demasiado.

Me gusta la lasagna es algo que siempre he consumido así que no entiendo el por qué me esté pasando esto.

Me pongo de pie sin consumir nada y busco alguna gaseosa para poder comer.

Busco la más fría y regreso a la mesa.

Trato de no respirar al momento de comer y me concentró en masticar rápido y tragar, lo logre hacer con los primeros siete bocados, pero al octavo mi estómago protesta y tengo que correr al sanitario para no vomitar por toda la casa.

Tengo tanto asco que no puedo dejar de vomitar, tengo un molesto zumbido y mi cabeza juro que podría estallar. Escucho como Kate entra al baño y por su conversación sé que Alex está afuera.

Kate pasa su mano por mi espalda tratando de calmarme, pero el vómito no para. Cada vez que trato de pararme el vómito llega de nuevo, Camargo llega con una botella de suero que Kate trata de que beba.

Bebo un poco y siento que me cae bien, pero al tercer trago lo devuelvo por completo.

Alex y Camargo le impiden el paso a Iván que está gritando al otro lado del pasillo.

Kate sale del sanitario dejando a Alex y Camargo dentro del baño junto a mí.

Alex moja una toalla y me la pone en el cuello mientras Camargo me hace dar un trago del enjuague bucal para que el sabor de mi boca cambie y así evite los ascos.

Kate abre la puerta y entra, pero Moore y Markelov se quedan en el marco de la puerta viéndome fijamente.

Alex le pide a Zajarova que los saque de aquí. Me siento débil y por más que trato de enfocar no puedo, cierro los ojos y me recuesto en Camargo que me sostiene entre sus brazos.

—Tu cuerpo reciente el estrés An —. La voz de Kate demuestra la preocupación.

—Estoy bien solo dame algo para evitar el vómito —. Trato de enderezarme, pero Camargo me detiene.

—Eso no te quitara el estrés —. Kate esta lo que le sigue de histérica.

—¿Y si no es por estrés? —. Alex no deja de hacer corriente de aire con una toalla.