El As de Espadas.

Capitulo Treinta y seis: Mi héroe.

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Sᴀ́ʙᴀᴅᴏ 2100 ʜᴏʀᴀs ᴅɪ́ᴀ ᴠᴇɪɴᴛɪsɪᴇᴛᴇ

Dᴇsᴄᴀɴsᴏ Mɪsɪᴏ́ɴ MI04/19HR

Mᴇᴍᴏʀɪᴀʟ, Hᴏᴜsᴛᴏɴ, Tᴇxᴀs.

Tomo mi SIG Sauer P365 que tengo en el muslo derecho mientras Iván voltea la mesa para cubrirnos con ella.

Pero yo corro hacia Hailee y Nick para cubrirlos hacia la casa.

En el camino le disparo a dos encapuchados, mis hermanos toman la mesa para cubrirnos hasta la entrada de la casa.

Tomo a Dánae, Maryana, Hailee y Nick y los meto a la cocina.

Alex trae a Laura de la mano y viene herida de un brazo.

Brian y Emet me siguen y les ordenó que bajen con ellas para resguardarlas en el cuarto de pánico.

Alex y yo salimos al jardín donde los proyectiles vuelan de un lado para otro.

Veo al amigo de John salir junto a su esposa.

Los encapuchados son demasiados y no creo que nos demos abasto ya que por más tiros certeros que demos las balas no son infinitas.

Logramos juntar las mesas para cubrirnos ya que John saca dos granadas Mk3A2 y las lanza terminando con la mitad de los encapuchados.

La seguridad de Viktor avanza con éxito, pero nos quedan pocas municiones así que cuando doce encapuchados llegan por la cocina no queda de otra que enfrentarlos con el cuerpo.

Un sujeto intenta tomar a Irina, pero arremeto contra el dando un golpe certero en el cuello, los gritos de mis cuñadas no ayudan, las balas no cesan hasta que otro estallido termina con los encapuchados del jardín.

Doy de baja a otro sujeto que dobla mi tamaño, pero no quedó limpia ya que mi pómulo palpita y mi labio sangra.

El silencio reina por un minuto ya que las sirenas de la policía se escuchan cada vez más cerca.

Busco a Iván que está atendiendo a su padre ya que fue rozado por una bala.

Veo a mis amigas y todas están bien.

Zajarova abraza a Alex, Vucic calma a Kate, Camargo y Wen se acomodan los vestidos, y John... ¿Dónde está John? Lo busco perdiendo la calma y lo encuentro detrás de la fuente oprimiendo su abdomen.

Hay ciertas cosas que te pasan durante tu vida que te hacen ver los recuerdos mas felices que has tenido con una persona, en este momento al ver a mi héroe tendido en el piso, los estoy viendo, es cuestión de segundos, donde todo pasa tan rápido.

Corro gritando que Kate lo atienda, trató de parar la hemorragia, pero es mucha sangre.

Mis lágrimas impiden que vea con claridad, todo pasa tan lento.

Kate llega a nuestro lado brindando atención, Camargo le ayuda en la tarea y yo solo estoy gritando, pero a la vez no escucho mi propia voz. Mientras la película de los mejores momentos con el se reproduce en mi cabeza.

Tomo la mano de John que ha sido mi padre en estos años, suplicándole que no me deje.

—Mi niña cuídate—. Dice en un susurro.

Los paramédicos llegan y no suelto su mano, corro junto a él, subo a la ambulancia y le ruego a todos los Dioses y Santos que no se lo lleven que me lo dejen por más tiempo.