Capitulo Veintiuno: Soñar no cuesta.

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Miércoles 1430 horas día dieciséis

Descanso Misión MI04/19HR

Tulum, Quintana Roo, México




Por fin llegamos al hotel, Laura y Carlos ya están en el lobby del hotel esperándonos.

Alex los ve y jala a Zajarova para ir a abrazar a sus padres.

Laura recibe con los brazos abiertos a los dos y Carlos solo observa a Zajarova mientras abraza a Alex, si tuviera que poner a una persona al lado de la frase papá celoso sería a Carlos Hernández.

Mi madre grita cuando ve a Laura y sí, hay que reconocer que desde que Alex y yo presentamos a nuestras madres en la academia se volvieron grandes amigas. Ellas dicen que son las hermanas que no tuvieron así que desde ese entonces hasta hoy en día se frecuentan mucho.

Abrazo a Laura ya que es mi tercera madre y ella también se preocupa mucho cuando ve a Iván en muletas, aunque sólo será hasta el viernes para darle tiempo a la herida a que cierre y por precaución.

Nos dan las llaves de nuestras habitaciones.

Waddell y Wen decidieron compartir habitación, al igual que Iván y yo.

Vucic y Zajarova pidieron habitaciones separadas y se supone que Camargo y Alex también compartirán, pero todos sabemos dónde va a dormir Alex, aunque ella trate de quea su padre no le dé un infarto.

Vamos camino a la habitación y el mánager del hotel le ofrece una silla de ruedas a Iván , que rechaza amablemente ya que para él es algo que jamás usaría .

Dánae y Laura dos mujeres de menos de 1.60 metros y aproximadamente sesenta kilos cada una se imponen y doblegan al Coronel Markelov de más de 1.90 metros y pesando más de cien kilos.

Después del regaño de las dos madres Iván accede a sentarse en la dichosa silla.

Me burló de Markelov mientras empujó su silla todo el camino, no dejo de reír a carcajadas hasta llegar a la habitación que está en el primer piso, así que entramos y mi boca se cierra al ver la vista de arena blanca y mar azul.

El mozo de equipaje mete las tres maletas y se va.

Siento como Iván se para y me abraza por la espalda y nos quedamos en silencio admirando la vista que es realmente hermosa.

Pedimos room service, nos acostamos cerca de dos horas y nos a listamos para cenar con todos.

Yo me puse un vestido color arena, escote corazón y falda circular.

Iván trae una camisa color blanca con pantalón en color beige, se ve guapísimo, bueno él siempre se ha visto muy bien, quien con su físico no se vería bien, está en forma, mandíbula cuadrada, hoyuelos, labios perfectos y ojos, esos ojos tan malditamente hipnotizantes que me encantan.

Llegamos a la mesa y ya están todos ahí, me faltan mis hermanos, sobrino y Dante, Dante que no había pensado en el durante todo el día ni me ha llamado, así que me disculpo y me retiro para llamarlo.

La llamada se va al buzón, pero me llega un mensaje de texto.

>Lo siento Sra. Moore pero estoy en casa con mi madre. ¿Todo bien?

>>Si pero te extraño.

>Pronto estaré ahí. Diviértete.

>>Bye

El As de Espadas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora